El crecimiento de esta industria ha significado importantes beneficios que se perderán si el gobierno no toma una pronta decisión y se prorroga la franquicia tributaria.
por Christian Antunovic - Diario La Tercera 01/10/2012
EN DICIEMBRE del 2013 termina la Ley 20.365, que ha marcado un antes y un después en el desarrollo solar térmico de nuestro país. Antes de su entrada en vigencia, en agosto del 2010, sólo se habían instalado en toda la historia de Chile unos 9.600 m2 de colectores, a pesar del potencial solar que nos caracteriza. En sólo dos años, ya se han superado los 10 mil m2 adicionales. Un gran desarrollo que amenaza con detenerse abruptamente si las autoridades no envían pronto un proyecto de ley que prorrogue hasta al menos el 2020 la franquicia tributaria para colectores solares térmicos en viviendas nuevas.
Esta prórroga había sido anunciada en octubre del 2011 por el entonces ministro de Energía Rodrigo Alvarez, pues dos años para impulsar el mercado solar térmico era insuficiente. Desde entonces que las empresas que han sido creadas al amparo de esta ley esperan una prórroga que aún no se concreta. Un tema que se hace más notorio cuando se reabre el debate energético con la modificación del objetivo del gobierno del 20/20 a sólo un 10% de ERNC en la matriz energética al 2024.
Lo que preocupa es que se hace muy difícil que constructoras e inmobiliarias incluyan sistemas solares térmicos en sus casas y edificios, ante la poca claridad que existe de que la ley sea prorrogada, y dado el timing que tienen los proyectos de construcción.
Hoy existe un proyecto de prórroga que está radicado en Hacienda, y la Asociación Chilena de Energía Solar (Acesol) ha solicitado su envío con urgencia, entregando cifras y argumentos para demostrar que sí es posible cumplir con uno de los objetivos que se propuso la ley desde sus inicios: crear un mercado natural que permita el desarrollo de la energía solar térmica, sin necesidad de subsidio.
Esto aún no ha ocurrido por el poco tiempo que lleva en vigencia la ley y el tiempo que transcurre entre la comercialización de los sistemas solares térmicos y el uso de la franquicia, proceso de penetración que está en una fase ascendente: en sólo dos años la comercialización ha crecido 292%, lo que proyectado al 2020 nos muestra que a esa fecha tendremos un 40% del mercado de viviendas nuevas, logrando el objetivo de crear la demanda suficiente para prescindir del subsidio a contar de esa fecha.
Si bien las autoridades habían proyectado la construcción de unas 150 mil viviendas con sistemas solares, sólo se han concretado unas 4.500, utilizándose apenas un 4% del presupuesto asignado. El desarrollo de la industria solar térmica ha significado importantes beneficios que se perderán si el gobierno no toma una pronta decisión. Para muchos (el 47% de la población según el Censo del 2002), contar por primera vez con agua caliente en sus casas; para otros, importantes ahorros para su economía familiar, que van desde un 30% hasta un 75%, según la zona y estación del año, respecto del costo de la energía tradicional.
El origen de la ley estuvo amparado en estudios internacionales que concluyeron que nuestro país tiene una de las mejores condiciones del mundo para el uso de la tecnología solar y recomendaron crear mecanismos de estímulo para superar la barrera de entrada de instalación de estos sistemas, constituida por el alto costo de suministro e instalación. Sin el impulso de esta ley habría sido imposible este desarrollo.
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