Me topo con el profesor Jaime Casassus, que enseña economía matemática en la UC, lo conozco desde niño. Entusiasmado con un artículo sobre la vida móvil, se lo resumo. Está fresquito de The New York Times.
"La vida móvil... ¡Eso es lo mismo que decía el profesor Miguel Nussbaum a comienzos de los noventa!", reacciona Jaime.
Le mando altiro un e-mail al profesor Nussbaum, de ingeniería UC. En el asunto escribo "Profeta".
Le cuento lo que hemos conversado, le adjunto el artículo del NYT escrito por Claire C. Miller. Ella demuestra con cifras lo que estamos viendo: que la gente y la industria están mudándose a los dispositivos móviles, al celular o las tabletas.
El profeta Nussbaum me escribe de vuelta y me regala tres adelantos sobre el futuro: en 20 años estará activa la "internet de las cosas: todos los objetos relevantes del mundo estarán conectados"; en 20 años "desaparecerán la radio y la TV abierta, todo circulará por la red de datos".
La tercera profecía tiene que ver con la obra del profesor Nussbaum, un adelantado en la educación con tecnologías de información. Me escribe: "En 30 años desaparecerá de la sala de clases el profesor frontal, la educación se vivirá en ambientes de aprendizaje interactivos y colaborativos".
Nussbaum ha sacado premios mundiales por sus sistemas que unen tecnología y aprendizaje. Los ha mostrado en Asia, Europa, América.
Entré al laboratorio de Nussbaum a fines de los 90, época todavía de los PalmPilot, tabletas precursoras de los smartphones. Él había diseñado un sistema de educación: los chicos se comunicaban con los PalmPilots y trabajaban los desafíos del curso. Necesitaban colaborar, se intercomunicaban, el profesor observaba atento. Todo en movimiento. Vi un par de chicos acostados en el suelo, bajo las mesas; otros, apoyados en las ventanas, libres. Y cuando necesitaban el cara a cara, se encontraban.
Después, he conocido otros diseños Nussbaum, uno genial con un computador único para toda una sala de clases, pero que funciona con una docena de mouses.
Moverse conectado es la cosa. Mi yerno agricultor vive montado en su camioneta y todo lo hace desde su celular.
La semana pasada estuve en la presentación de nuevas impresoras de gran tamaño, fabricadas por la empresa dominante en el rubro. Son con wifi , para la era móvil, nos explicaron. Uno puede estar en terreno e imprimir desde el teléfono.
Coincide la bella Marissa Mayer: la CEO de Yahoo! citada en el NYT, dice que Yahoo! ha perdido demasiado tiempo, ahora se volcará rápidamente a los móviles.
Como dice el P. Sergio Silva, es como si todo lo que funciona fuera bueno. Como si hubiera que subirse.
Peligroso para la privacidad, ya Europa le advirtió a Google que estudia con detenimiento si los nuevos sistemas de seguimiento a las personas a través de sus móviles atentan contra los derechos individuales.
Yo creo que la cosa es no perder lo carnal, como los niños en el caso de Nussbaum, que podían comunicarse vía PalmPilot, pero también cara a cara.
Yo mismo me arrepiento de haber escondido un teléfono inteligente en la maleta del auto de mi señora nada más que para seguirla en remoto. Una tontera.
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