por Hernán Felipe Errázuriz
Diario El Mercurio, Sábado 16 de Junio de 2012
Los viajes de los presidentes vecinos son reveladores de sus distintos procedimientos y tribulaciones. El Presidente boliviano, luego de sus frustraciones en la Asamblea de la OEA en Cochabamba, viajó a Holanda, a la Corte Internacional de Justicia. Sabía el Mandatario que su visita era completamente inútil para reclamar soberanía. Ningún Estado ni pueblo pueden ser obligados por instancia internacional alguna a renunciar a sus derechos soberanos y a su autodeterminación. De paso, en otro arranque de omnipotencia, declaró que estaba muerto el Tratado de 1904, que fijó los límites entre Bolivia y Chile. Al Presidente Morales poco le importa la ley interna y menos la internacional; las transgrede de continuo: ha dicho reiteradamente que "Le echo para adelante y después llamo a los abogados".
Diario El Mercurio, Sábado 16 de Junio de 2012
Los viajes de los presidentes vecinos son reveladores de sus distintos procedimientos y tribulaciones. El Presidente boliviano, luego de sus frustraciones en la Asamblea de la OEA en Cochabamba, viajó a Holanda, a la Corte Internacional de Justicia. Sabía el Mandatario que su visita era completamente inútil para reclamar soberanía. Ningún Estado ni pueblo pueden ser obligados por instancia internacional alguna a renunciar a sus derechos soberanos y a su autodeterminación. De paso, en otro arranque de omnipotencia, declaró que estaba muerto el Tratado de 1904, que fijó los límites entre Bolivia y Chile. Al Presidente Morales poco le importa la ley interna y menos la internacional; las transgrede de continuo: ha dicho reiteradamente que "Le echo para adelante y después llamo a los abogados".
La visita a Holanda del Presidente Morales fue orquestada únicamente para fines electorales internos. Al igual que Cristina Fernández de Kirchner, con gran despliegue en tour por Nueva York, sabe instrumentalizar la política exterior para el consumo popular, reviviendo conflictos del pasado. Así galvanizan divisiones en la opinión pública durante crisis domésticas y severas pérdidas de popularidad. Y sus futuros están lejos de ser promisorios. Para ser reelectos, distraen de su mala gestión recurriendo a giras internacionales, al populismo, a los atropellos a la institucionalidad, sin importarles la dilapidación de las excelentes oportunidades que brinda el potencial económico de sus países. Aíslan sus economías con el proteccionismo, se marginan de la globalidad, dejan de ser sujetos de crédito de la comunidad internacional y ahuyentan a los inversionistas mediante confiscaciones.
En los mismos días, el Presidente peruano Humala cumplió una fructífera gira por Europa. A diferencia de su vecino altiplánico, siendo Perú parte de un juicio en La Haya, se abstuvo de visitar la Corte. En cambio, realizó impecables visitas al mayor nivel en Alemania, Suiza y la sede de la Unión Europea (UE). Busca promocionar la cooperación, garantizar la estabilidad política y de las inversiones extranjeras, y la suscripción de un tratado de libre comercio con la UE. Con pragmatismo reconoció que había superado sus prejuicios nacionalistas, contrarios al libre comercio, y se comprometió al respeto de las obligaciones internacionales de su país.
Si éste fuera el giro definitivo del Presidente Humala, avanzaremos en la integración vecinal y en transparentar la demagogia que Cristina Fernández y Evo Morales han instalado en el Cono Sur.
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