El Café Pacific por Felipe Bianchi

Diario El Mercurio, Jueves 21 de Junio de 2012  

http://blogs.elmercurio.com/deportes/2012/06/21/el-cafe-pacific.asp

Ya han pasado 117 años. Una vida entera. Dos vidas. Cientos de vidas. Un 19 de junio de 1895, en la famosa calle Esmeralda del viejo Valparaíso, para ser más exactos en el Café Pacífico -"Pacific"- se fundó la Football Association de Chile.

La FAC... y aquí le ruego que no haga la conversión fonética al inglés, aunque pudiera servir para sacar algunas conclusiones históricas.

Un poco antes, marineros y comerciantes ingleses y escoceses -que llegaron al país en algún barco a probar suerte- habían revolucionado ciertos barrios y ambientes del puerto con su locura: jugaban persistentemente, en las calles, los malecones y los potreros, a un deporte desconocido hasta entonces en Chile. Le llamaban fútbol y los apasionaba al punto de, muchas veces, pasarse el día en ello.

Fueron creando clubes. Clubs. Y sintieron que llegaba el momento. Que había que ponerse de acuerdo, organizarse, darle una estructura un poco más seria al asunto. Por eso crearon la primera asociación. Amateur, obviamente. Y empezó todo. Fueron los pioneros... antes de entrar en conflicto, cómo no, con la Federación Sportiva Nacional, creada en 1909 con el objetivo de tutelar toda actividad física en el país. Choque de intereses, como siempre. Por suerte se arregló. Un ratito no más, pero se arregló.

Y fue creciendo una de las asociaciones de fútbol más antiguas del mundo, junto a la inglesa y la argentina. La segunda en América. Una de las cuatro fundadoras de la Conmebol junto a Brasil, Uruguay y Argentina. Una de las primeras en afiliarse a la FIFA, en 1914. No es poco. En 1910, con motivo del Centenario -según cita la estupenda página "Memoria Chilena" de la Biblioteca Nacional Digital de Chile- nació la primera selección nacional, la primera Roja de todos (que a todo esto no era roja) para enfrentar a su similar de Argentina. La misma que luego participó en el primer campeonato sudamericano realizado en Buenos Aires en 1916. Y en el segundo, jugado aquí, en el Sporting Club de Viña del Mar, en 1920.

¿Sabe quien fue el primer presidente? Un inglés. Un periodista inglés (siempre el gremio metido al medio, asomado, ayudando, organizando, definiendo). Don David Scott. Luego vino Alfred Jackson. Y Horace Cooper. Y William Bailey. Y Andrew Gemmel. Digo, para los que aún creen en esa falacia de que el fútbol es de origen pueblerino y castizo.

La historia es linda. Y partió en un lugar claramente especificado. Un lugar que aún hoy existe. Ya no se llama Café Pacific, pero el espacio está. Muy cambiado, claro. Pero al menos en el mismo edificio de la calle Esmeralda. Hay, de hecho, varios ciudadanos ilustres que lo buscaron y lo encontraron y han tratado de hacer algo... pero sin suerte.

¿Hay un museo ahí? No. ¿Conservación de patrimonio? Tampoco ¿Una plaquita para recordar el momento, para saber dónde se inició este camino de risas y penas? Ni siquiera. No hay nada, absolutamente nada que lo recuerde. ¿No será momento de reparar tamaña falta?

¿La gente de Wanderers? ¿La Municipalidad de Valparaíso? ¿La Federación de Fútbol de Chile? ¿La ANFP? ¿El Ministerio de Cultura? ¿La Subsecretaría de Deportes? ¿El Cedep? ¿El Círculo de Periodistas Deportivos? ¿Alguien, alguno que quiera hacerse cargo? ¿Todos al mismo tiempo? Sería bonito. Y necesario. Recontra necesario. El dicho es viejo: se avanza, siempre, con un ojo mirando hacia adelante, hacia el futuro. Pero el otro mirando hacia atrás. Recordando, evocando, repasando, conmemorando, perpetuando, inmortalizando. Cuando eso se te olvida, se te olvida todo.