n "La Galería", de Perú:
Los misteriosos personajes de Barreda se exponen en Lima
Esculturas, pinturas y dibujos del chileno, que posee la "capacidad de volver casi irreal lo que aparenta una normalidad sin dudas", se exhiben hasta el 26 de octubre.
por Macarena Maldonado
Diario El Mercurio, viernes 21 de Octubre de 2011
"Nos encanta esa escultura, pero no nos atrevemos a acercarnos porque seguramente oiríamos cosas que no debemos escuchar", comentaban dos mujeres acerca de una obra de Ernesto Barreda. Se lo decían al mismo artista, quien acostumbra a jugar con el secreto y el enigma en sus trabajos. "A mí lo que me importa es plantearle al público una situación, pero que el observador se pregunte y busque una explicación". Así de misteriosas son las nueve esculturas en bronce fundido a la cera perdida, seis pinturas al óleo sobre tela y dos dibujos, que se exponen en "La Galería" de Lima, hasta el 26 de octubre.
"Artista completo", tituló ayer el diario El Comercio, de Perú, en una de sus páginas sociales. Abajo aparece una fotografía del chileno, para quien esta muestra tiene un valor especial. "Aparte de que quería exhibirla allá, es en mi interioridad un homenaje a mi padre. Le habría encantado ver esta exposición en su Lima natal". Y es que la pintura la aprendió de él. "Mi padre tenía una técnica fabulosa. De chico, me pasaba horas mirándolo mover los colores y pintar", recuerda el arquitecto a sus 83 años.
La muestra presenta además dibujos a carboncillo sobre tela, técnica que también heredó de su padre. "A los 12 o 13 años hacíamos competencia. Él me decía, por ejemplo, 'hagamos una serie de dibujos de unos buzos que van a rescatar un galeón perdido hundido en el mar'. Yo me iba a mi pieza a dibujar y él se encerraba en su taller. Al otro día comparábamos y veíamos quién tenía el mejor dibujo".
Según la curadora de la muestra, la crítica de arte argentina Élida Román, Ernesto Barreda tiene "una extraña capacidad de volver casi irreal y extraño lo que aparenta una normalidad sin dudas". "Yo hago un arte figurativo, no realista. Porque si bien mis imágenes y los personajes son reales, ellos siempre están en actitudes enigmáticas", explica el artista. Para Román, se trata de una novela sin palabras: "Anuncia sin presagios acudiendo al instante preciso, juega con los tiempos, uniformiza los rasgos, se aparta del drama y hasta se divierte con la ironía. Pero siempre alcanza al curioso espectador y parece adelantarse a lo que será su huella".
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