Picasso y De Kooning protagonizan la nueva temporada neoyorquina
Obras inéditas de los primeros 30 años del artista español, en la Frick Collection, y la mayor retrospectiva de Willem de Kooning, en el MoMA, constituyen muestras imperdibles del movido otoño cultural en Manhattan.
Cecilia Valdés Urrutia desde Nueva York
Diario El Mercurio, Cultura, sábado 22 de Octubre de 2011
Mientras el Metropolitan Opera House continúa presentando su estreno de "Anna Bolena" con la soprano rusa Anna Netrebko, "Nabucco" concita el aplauso unánime y el sitio emblemático de jazz The Blue Note trae al ícono de la guitarra Pat Metheny, los museos neoyorquinos han sacado a luz lo mejor de esta nueva temporada en las artes visuales.
Una de las exposiciones más sólidas y atractivas es la dedicada a los primeros 30 años de Pablo Picasso, recién inaugurada en la Frick Collection. En esa histórica mansión de principios del siglo pasado -ubicada en la Quinta Avenida con la calle 70-, con cuadros de Vermeer, Rembrandt, Whistler, se abrió esta notable muestra con 74 dibujos, pasteles y acuarelas, procedentes de museos y colecciones del mundo. La exposición contiene varias de sus mejores obras en este género. Y su valor se encuentra, además, en que "fue el dibujo el primer medio donde Picasso pensaba, resolvía los problemas plásticos e inventaba su personal expresión", como destaca la curadora Sussane Galassi.
Se despliegan aquí los principales pasos del artista: está su relación con los clásicos, con los Old Masters, sus primeros encuentros con el arte moderno, la interacción con el arte tribal. Entre las piezas clave está "Estudio de torso", de 1895; un trabajo de manos en "Mujer con niño", y "Estudio de mujer desnuda sentada en azul", de 1906. Pero quizá lo que más conmueve es el sentimiento que transmite de sus modelos. Destaca "Retrato de madame de George Wildenstein", la mujer del legendario art dealer . Asimismo, sobresale un boceto en pastel para "Las Señoritas de Avignon", junto a otras incursiones en el cubismo.
En el MoMA
El Museo de Arte Moderno de Nueva York, en tanto, exhibe la mayor retrospectiva de Willem de Kooning. El máximo protagonista, junto a Jackson Pollock, del expresionismo abstracto. La muestra -integrada por casi 200 trabajos, en pintura, escultura, dibujo y grabado- revisita la singular evolución de este artista, quien cruzó la abstracción y también la figura, con sus famosas mujeres sentadas, sus series monocromas y los enormes cuadros expresivos y matéricos.
Más de 10 salas del MoMA están dedicadas a este prolífico creador que convirtió a Nueva York en centro de la escena de la nueva pintura en los años 50. La muestra parte con sus trabajos académicos en Holanda y termina con sus propuestas abstractas de los años 80.
Hay más: en el vecino museo Metropolitan se abrió una esperada exhibición sobre el fotógrafo Stieglitz y su valiosísima colección de arte, que va desde Matisse a O'Keeffe. En el techo del Met continúa la instalación del gran escultor británico contemporáneo Anthony Caro, quien pronto sorprenderá con un proyecto urbano en esa ciudad. El Whitney Museum expone al escultor americano David Smith. Y el Guggenheim prepara la apertura de las instalaciones del italiano Mauricio Cattelan, quien "colgó" un caballo en el museo de François Pinault en Venecia y este año llenó de "palomas" la Bienal. ¿Con que sorprenderá ahora, Cattelan, a Nueva York?
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