por Cecilia Comber
Diario El Mercurio, lunes 24 de Octubre de 2011
Cuando María Teresa Ruiz estudió ingeniería civil nunca pensó que se iba a transformar en una de las astrónomas más importantes del país y sería la primera en la historia de la humanidad en descubrir una enana café, objetos con masa mayor a Júpiter, pero que no pueden tener reacciones nucleares, por lo que son difíciles de ver. Esto era algo que, hasta ese momento, no se tenía la certeza siquiera si existía.
Este descubrimiento lo hizo en 1997, por casualidad, cuando llevaba ocho años trabajando en otro estudio. "Ella me buscó a mí y me hizo señas", dice Ruiz.
Ese mismo año obtuvo el Premio Nacional de Ciencias Físicas Exactas, siendo la primera mujer en recibir este reconocimiento. "Con eso sentí que habían validado mi elección, no sólo de profesión sino también de vida. Fue una sensación de que mi país me decía que le importaba lo que yo hacía y que no era una locura, algo que muchas veces me planteé". Esto, pues asegura que cuando alguien elige ser científico escoge un tipo de vida donde se sacrifica mucho y se gana poco.
A pesar de todos los logros que ha tenido en su profesión, cree que lo más importante en su vida fue haber tenido a su hijo y que el mejor reconocimiento que ha recibido fue cuando la felicitó al ganar el premio nacional.
Cree que la astronomía chilena está en el mejor nivel mundial. "No es porque los astrónomos chilenos sean más astutos que los otros científicos, es porque tenemos los mejores laboratorios del mundo y tenemos el privilegio de tener el 10% del tiempo reservado en los laboratorios para los astrónomos chilenos", dice.
Hay una fuerte competencia por llegar a ser parte de este 10%. En el plan más importante de astronomía en este momento, el Proyecto Alma en Atacama, María Teresa Ruiz ha ganado un cupo, al que postuló con un proyecto para observar su gran descubrimiento: la enana café
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS