El secretario de Estado critica la postura que han adoptado los rectores del Cruch en el conflicto educacional, insiste en que la mesa de diálogo la rompieron los estudiantes y pide que el Congreso actúe con seriedad en la discusión presupuestaria y en la búsqueda de acuerdos.
Christian Rendic y Paulo González
"El comportamiento del senador Girardi, al no ser capaz de rechazar categóricamente lo que ocurrió, no lo coloca a la altura del cargo de presidente del Senado".
Felipe Bulnes estaba molesto.
El jueves, la subcomisión parlamentaria que iba a debatir el presupuesto de su cartera fue abruptamente interrumpida por un grupo de estudiantes que, entre insultos, obligaron al ministro de Educación a abandonar la reunión.
Todo, mientras el presidente del Senado, Guido Girardi, se oponía a desalojar el salón del ex Congreso en Santiago, actitud que hoy tiene al parlamentario PPD enfrentando críticas cruzadas.
"A diferencia de Girardi, yo habría condenado enérgicamente lo ocurrido, sin ambigüedades ni falsos empates como lo hizo él", dice el ministro a "El Mercurio", a la vez que se muestra preocupado por los niveles que ha alcanzado el conflicto estudiantil y crítico de la actitud de actores políticos que, a su juicio, están avalando estas muestras de violencia.
-Van cinco meses del conflicto estudiantil y las posturas, en lugar de encontrar puntos de acuerdo, se han radicalizado. ¿Ve alguna salida en el corto plazo?
-Como lo he señalado en otras oportunidades, este conflicto no se va a resolver en la Alameda, ni mediante marchas o tomas, sino que la única posibilidad de solución está en su lugar natural: el Congreso. En cualquier sociedad democrática, las soluciones y los grandes acuerdos se construyen consensuando grandes reformas entre los distintos actores políticos en el Parlamento.
-La mesa de diálogo se quebró y los estudiantes cuestionan al panel de expertos al que convocó el Ministerio. ¿La propuesta que se haga sobre financiamiento será una solución, considerando que los estudiantes deslegitiman a esa instancia?
-La mesa de diálogo no se quebró por sí sola; la quebraron los estudiantes. Y ello, porque están empeñados en imponer sus puntos de vista bajo una lógica del todo o nada. Si no se les encuentra la razón en todos sus puntos de vista, estiman que no hay condiciones básicas para seguir conversando. Si no se asume el compromiso de resolver inmediatamente todos los problemas que se arrastran por décadas, declaran que los cambios -por relevantes que sean- no son serios. Y así suma y sigue. De hecho, si se revisan sus posturas durante todo el conflicto, se podrá apreciar que las mantienen intactas porque no están dispuestos a ceden ni transigir en nada. Y si me equivoco, que me corrijan señalando en qué están dispuestos a ceder.
"Respecto del rechazo a la Comisión de Expertos, Bulnes asegura que "mentiría si dijera que me tomó por sorpresa. Como sea, parte importante de los problemas de la educación superior son no sólo de calidad y de falta de regulación sino que también de endeudamiento, y para ello es muy útil contar con las recomendaciones de expertos, para que nos ayuden a construir un sistema mejor y sustentable en el tiempo".
-¿Existe alguna posibilidad de retomar el diálogo con la Confech?
-Esa pregunta habría que formulársela a ellos. Mi apreciación es que los sectores más intransigentes dominan el movimiento y que para esos sectores, el sólo sentarse a conversar con el Gobierno es un acto de semitraición a sus bases; ni qué decir respecto de llegar a acuerdos. Aún así, en tanto exista voluntad de ellos para conversar, nosotros seguiremos siempre dispuestos.
-¿Cambia el escenario con la inminente renovación de los dirigentes estudiantiles?
-No estamos haciendo esos cálculos y mi impresión inicial es que no.
-Ud. dijo que el comportamiento de Guido Girardi no está a la altura de la presidencia del Senado, al no haber rechazado categóricamente lo que sucedió el jueves. ¿Cree que hay alguna intencionalidad política en la actitud del senador?
-Yo no pongo en duda sus intenciones, no corresponde. Pero sí tengo opinión de sus conductas, y claramente el jueves pasado quedó en deuda.
-¿Qué hubiera esperado de Girardi o qué hubiera hecho Ud. en su lugar?
-Lo que yo habría hecho es condenar enérgicamente lo ocurrido, sin ambigüedades ni falsos empates como lo hizo él. En eso, claramente tenemos una visión muy distinta respecto de la importancia de las instituciones y del respeto que merece el Congreso y las distintas autoridades. Para mí, lo que pasó el jueves es muy grave; tengo la impresión que para él, no.
-El senador Girardi, lejos de disculparse, dijo que lo que hizo fue evitar la confrontación y que privilegió el diálogo, y que eso es "estar a la altura". Además, lo acusó a Ud. de "impulsar y desear la confrontación"...
-Le pido disculpas, pero mi debate con el senador Girardi sobre este tema ya está agotado. Todo lo que pienso, lo he señalado.
-Ministro, el jueves los estudiantes lo insultaron a viva voz, después de entrar a la fuerza a la comisión. ¿Qué siente cuando ocurre este tipo de actitudes?
-Que se están superando límites básicos de convivencia democrática. Y ello, no porque pequeñas minorías violentas (que siempre han existido y existirán) intenten perturbar las instituciones. Si no porque existen algunos actores que rompiendo con una tradición institucional de nuestro país, guardan silencio o incluso más, avalan estas expresiones. Se trata de un oportunismo político o, cuando menos, de una complacencia preocupante. Ahí está el verdadero problema.
-Los ministros Chadwick y Ribera han manifestado su preocupación por las decisiones que toman los tribunales, en el sentido de lo fácil que quedan en libertad quienes son detenidos en disturbios. ¿Comparte esa preocupación?
-Siendo miembro del Gobierno, obviamente que comparto sus preocupaciones.
-En su minuto, hubo dirigentes de la UDI y de RN que dijeron que el entonces ministro Joaquín Lavín enfrentó muy solo las conversaciones con los estudiantes. ¿Ha sentido el apoyo necesario?
-Absolutamente.
-¿Con quién dialoga en la oposición? ¿Hay un liderazgo definido en la Concertación que le permita al Gobierno llegar a acuerdos?
-He comentado en varias oportunidades que hay mucha dispersión en la Concertación y que eso es un gran problema. Hay distintos parlamentarios bien intencionados y con ganas de lograr acuerdos; el problema está en que cada cual tiene su propia solución y sólo coinciden en criticar al Gobierno.
-¿No se le hace más difícil tratar de llegar a un acuerdo con los estudiantes, cuando hay parlamentarios del oficialismo que aparecen con posturas discordantes con el Gobierno?
-Confío o quiero creer que actuaremos con la unidad que corresponde.
"Para mí, lo que pasó el jueves es muy grave; tengo la impresión de que para Girardi, no".
"No logro comprender cómo rectores de universidadesestatales, en vez de apaciguar los ánimos y ayudar aencauzar el conflicto, formulan comentarios destemplados en contra del Gobierno".
"Si la disposición de los parlamentarios es tratar de competir en quién es más popular con el movimiento estudiantil, no habrá clima que sirva para llegar a los acuerdos".
"Existen algunos actores que rompiendo con una tradicióninstitucional de nuestro país, guardan silencio o, inclusomás, avalan estas expresiones. Se trata de un oportunismo político o, cuando menos, de una complacencia preocupante".
"Los parlamentarios deben hacer valer su voz con independencia de los estudiantes"-¿Qué le parecen las críticas de los rectores Pérez y Zolezzi al Presupuesto 2012 en Educación?
-Sorprendentes por muchos motivos. Primero, porque no logro comprender cómo rectores de Universidades estales, en vez de apaciguar los ánimos y ayudar a encauzar el conflicto, formulan comentarios destemplados en contra del Gobierno criticando con diversos adjetivos el presupuesto. Y, segundo, porque sus críticas son infundadas, dado que estamos cumpliendo todos los compromisos asumidos con ellos.
Yo habría esperado que antes de anticiparse a criticar, hubieran pedido una reunión para resolver las dudas, aclarar las inquietudes. Nada de eso existió y lamento mucho que ellos sean a veces más protagonistas de la tensiones que de las soluciones.
-¿Qué tanto le preocupa este nuevo frente que se le abre al Gobierno con los rectores?
-En este cargo, uno aprende a ocuparse más que a preocuparse. En todo caso, en la medida en que su ánimo sea constructivo, existirán todas las oportunidades para avanzar. No me interesa la confrontación con ningún grupo, sólo que se preserve un básico clima de respeto. Bajo ese entendido, todo lo demás es posible.
-¿Cree que el ambiente que se ha generado esta semana va a complicar aún más la tramitación del Presupuesto de Educación en el Congreso?
-Más allá del clima de esta semana o de las que vengan, el gran desafío que tiene el Congreso es actuar con seriedad y responsabilidad. Si la disposición de los parlamentarios es tratar de competir en quién es más popular con el movimiento estudiantil no habrá clima que sirva para llegar a los acuerdos. Por el contrario, si todos asumimos que estamos frente a un desafío país, donde resulta importante oír a los estudiantes, pero no delegar en ellos las soluciones, tenemos una gran oportunidad de sacar adelante importantes avances. Los estudiantes han levantado temas muy relevantes, pero los problemas de la educación no se agotan en ellos y los parlamentarios deben estar dispuestos a hacer valer su voz con independencia de los estudiantes. De otra manera, son los movimientos los que empiezan a legislar y eso sí que es complejo
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