Considerando los desafíos de desarrollo y equidad en nuestro país, de aquí al 2020 la carga tributaria debiera alcanzar un 25% del PIB.
por Oscar Landerretche - Diario La Tercera, 21/10/2011 - 04:00
HA RESURGIDO el debate sobre la pertinencia de un aumento en la carga tributaria, como resultado de la intensa discusión pública sobre la reforma educacional. Reconozcamos sí, que el debate contiene más que eso y se relaciona, en el fondo, con los desacuerdos que tenemos respecto del rol del Estado en el desarrollo del país.
La aspiración de alcanzar niveles de prosperidad, igualdad, sustentabilidad, seguridad, cohesión y confianza comparables con las democracias avanzadas pasa por definir los bienes públicos y derechos que el Estado garantizará, proveerá y financiará. Todas las reformas necesarias para perseguir con éxito estos objetivos dan origen a nuevos gastos permanentes, los que requieren ingresos permanentes.
El PIB per cápita (pc) de Chile está levemente sobre los 15.000 dólares en paridad de poder de compra (ppc) y la carga tributaria es levemente inferior al 20% del PIB (18% los últimos 10 años, 20% si uno cuenta como impuestos las cotizaciones a AFP e isapres). Durante los últimos 10 años, el PIB. pc. ppc ha crecido en promedio 4,7% anual. Si se mantienen estas tasas de crecimiento promedio, llegaremos a los 20.000 dólares el 2017; si la tasa cae a 3% (muy improbable), llegaremos a los 20.000 en 2020.
No somos los primeros en transitar este camino. Todos los países desarrollados han pasado alguna vez por acá. Es por esto que en la literatura económica existe evidencia sobre una correlación positiva entre carga tributaria e ingreso pc conocida como Ley de Wagner. La objeción clásica de los conservadores a esta correlación es que cuando los países Ocde tenían un nivel de ingreso pc similar al nuestro, sus cargas eran menores. Lo que se estaría argumentando implícitamente es que los impuestos bajos les habrían permitido crecer, y que solamente una vez logrado eso habrían subido sus cargas para financiar la oferta de bienes públicos y derechos.
La carga tributaria promedio de los países que hoy son de la Ocde cuando tenían US$ 15.000 era de 20%-25%, por lo que Chile ya tiene una carga en el rango bajo. Pero, además, cuando alcanzaron los 20.000 ya tenían cargas de 25%-30% del PIB. Luego, la brecha de la carga tributaria chilena actual con el nivel de un país promedio de la Ocde al cruzar el umbral de los 20.000 es como mínimo de 5% del PIB.
Es importante notar que hay diferencias entre países. Sin embargo, con la excepción de Corea y Japón, que al cruzar esa barrera tenían un carga algo menor al 20% (como Chile hoy), todos los demás países de la Ocde tenían una carga tributaria superior al 20%. Por ejemplo, la de EEUU era 22, Alemania 24, Austria 26, Canadá 27, Finlandia 29, Nueva Zelandia 38, Dinamarca 40…, etc.
Por lo demás, no es imitar a la Ocde lo que hace necesario subir la carga, son los desafíos de desarrollo y equidad de nuestro país. Diferentes equipos han estimado que la reforma educativa en discusión cuesta como 2% del PIB. Si se suman a eso los esfuerzos que debemos hacer en infraestructura, espacios urbanos, energías renovables, salud, innovación y ciencia, deporte y cultura, rápidamente llegamos a la misma conclusión: de aquí al 2020 la carga tributaria chilena debiera alcanzar un 25% del PIB.
La aspiración de alcanzar niveles de prosperidad, igualdad, sustentabilidad, seguridad, cohesión y confianza comparables con las democracias avanzadas pasa por definir los bienes públicos y derechos que el Estado garantizará, proveerá y financiará. Todas las reformas necesarias para perseguir con éxito estos objetivos dan origen a nuevos gastos permanentes, los que requieren ingresos permanentes.
El PIB per cápita (pc) de Chile está levemente sobre los 15.000 dólares en paridad de poder de compra (ppc) y la carga tributaria es levemente inferior al 20% del PIB (18% los últimos 10 años, 20% si uno cuenta como impuestos las cotizaciones a AFP e isapres). Durante los últimos 10 años, el PIB. pc. ppc ha crecido en promedio 4,7% anual. Si se mantienen estas tasas de crecimiento promedio, llegaremos a los 20.000 dólares el 2017; si la tasa cae a 3% (muy improbable), llegaremos a los 20.000 en 2020.
No somos los primeros en transitar este camino. Todos los países desarrollados han pasado alguna vez por acá. Es por esto que en la literatura económica existe evidencia sobre una correlación positiva entre carga tributaria e ingreso pc conocida como Ley de Wagner. La objeción clásica de los conservadores a esta correlación es que cuando los países Ocde tenían un nivel de ingreso pc similar al nuestro, sus cargas eran menores. Lo que se estaría argumentando implícitamente es que los impuestos bajos les habrían permitido crecer, y que solamente una vez logrado eso habrían subido sus cargas para financiar la oferta de bienes públicos y derechos.
La carga tributaria promedio de los países que hoy son de la Ocde cuando tenían US$ 15.000 era de 20%-25%, por lo que Chile ya tiene una carga en el rango bajo. Pero, además, cuando alcanzaron los 20.000 ya tenían cargas de 25%-30% del PIB. Luego, la brecha de la carga tributaria chilena actual con el nivel de un país promedio de la Ocde al cruzar el umbral de los 20.000 es como mínimo de 5% del PIB.
Es importante notar que hay diferencias entre países. Sin embargo, con la excepción de Corea y Japón, que al cruzar esa barrera tenían un carga algo menor al 20% (como Chile hoy), todos los demás países de la Ocde tenían una carga tributaria superior al 20%. Por ejemplo, la de EEUU era 22, Alemania 24, Austria 26, Canadá 27, Finlandia 29, Nueva Zelandia 38, Dinamarca 40…, etc.
Por lo demás, no es imitar a la Ocde lo que hace necesario subir la carga, son los desafíos de desarrollo y equidad de nuestro país. Diferentes equipos han estimado que la reforma educativa en discusión cuesta como 2% del PIB. Si se suman a eso los esfuerzos que debemos hacer en infraestructura, espacios urbanos, energías renovables, salud, innovación y ciencia, deporte y cultura, rápidamente llegamos a la misma conclusión: de aquí al 2020 la carga tributaria chilena debiera alcanzar un 25% del PIB.
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