Diario El Mercurio, Jueves 13 de Diciembre de 2012
http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2012/12/13/incendios-forestales.asp
Señor Director:
Señor Director:
El año pasado Chile enfrentó uno de los incendios forestales más devastadores de las últimas décadas: 18 mil hectáreas de bosque nativo fueron consumidas por las llamas en el Parque Nacional Torres del Paine. ¿La causa? Negligencia humana.
Durante la última década, el número de incendios forestales ha sido, en promedio, algo mayor a los seis mil anuales, afectando más de 50 mil hectáreas cada temporada. A modo de referencia, la superficie que se quema cada año equivale a una franja de medio kilómetro de ancho que recorre la distancia entre Santiago y Puerto Montt.
El gran problema es que la principal causa de los incendios forestales no son las condiciones climáticas, como muchos suponen, sino que el mismo hombre, ya sea por intencionalidad o negligencia. Por esto la necesidad de tomar conciencia de los riesgos asociados a nuestro actuar, especialmente ahora que se inicia la "temporada de incendios".
Pero ninguna de las medidas que adoptemos o las campañas educativas que lancemos serán suficientes si no contamos con un marco regulador adecuado. En este sentido, urge contar lo antes posible con la aprobación y promulgación de la iniciativa legal que aumenta las sanciones a responsables de incendios forestales, la cual se encuentra en segundo trámite constitucional en el Senado.
Como Gobierno, estamos especialmente preocupados por este tema y hemos volcado todos nuestros esfuerzos para prevenir y combatir los incendios forestales de manera eficiente y oportuna, reduciendo así el impacto social, ambiental y económico que estos siniestros provocan en nuestro país.
Luis Mayol Bouchon
Ministro de Agricultura
Ministro de Agricultura
«...la superficie que se quema cada año
ResponderEliminarequivale a una franja de medio kilómetro de ancho
que recorre la distancia entre Santiago y Puerto Montt...»
Si ese hubiese el ritmo desde que somos República,
y la tierra no se regenerara, el valle centro-sur, habría desaparecido...
A este ritmo, si no dejamos que la naturaleza se regenere,
ese artefacto de Nicanor Parra de que no somos un país, sólo un paisaje...quedaría en menos que eso.
Y los incendios forestales son la «punta del iceberg»
de todos los demás desmanes y brutalidades
que cometemos a diario...
Un paisaje devastado, la tierra baldía...
cubierta de desechos no orgánicos, tierra erosionada...
¿Es ese el legado que vamos a dejar a nuestros descendientes?
¿Sobre eso vamos a construir una nación?