La NASA hará estrellar dos pequeñas sondas en la Luna el próximo lunes, después de meses recopilando datos en una órbita alejada kilómetros de la superficie lunar, anunció la agencia espacial este jueves.
 
“No esperamos una gran explosión”, aseguró el director del proyecto, David Lehman del Laboratorio de Propulsión por Reacción. “Su tanque de combustible está vacío y tienen el tamaño de un lavarropas”, añadió.
 
Las sondas denominadas Ebb y Flow están programadas para finalizar su descenso controlado a una montaña del polo norte lunar sobre las 22H28 GMT del lunes.
 
En ese momento, ambas chocarán con la superficie lunar a una velocidad de 1,7 kilómetros por segundo.
 
Desafortunadamente, la NASA no podrá tomar fotografías del impacto porque la región se encontrará a oscuras en el momento de la llegada.
 
Las dos sondas serán destruidas después de estar trabajandocon unos niveles muy bajos de combustible y desplazándose muy por debajo de la órbita para seguir realizando misiones.
 
Sin embargo, estas sondas lograron generar el mapa de gravedad de mayor resolución jamás captado de un cuerpo celeste. Esto ayudará a proporcionar un mejor conocimiento de cómo la Tierra  y otros planetas rocosos en el Sistema Solar se formaron y evolucionaron, afirmó la NASA.
 
“No podría haber imaginado ni en sueños que la misión sería tan exitosa”, dijo la principal investigadora, Maria Zuber, del Instituto de Tecnología de Massachusetts.
 
“Va a ser difícil decirles adiós”, confesó.
 
Las dos sondas han estado enviando información alrededor de la Luna desde el 1 de enero comenzando con una altitud media de 55 kilómetros sobre la superficie lunar y descendiendo, más tarde, a alrededor de 23 kilómetros para tener una perspectiva más cercana.
 
En algunos momentos, llegaron a volar sólo a unos cuantos kilómetros por encima de las montañas más altas de la Luna.
 
“Nuestras gemelas lunares pueden estar en el crepúsculo de sus vidas operativas, pero una cosa es segura: que bajarán llenas de alegría”, añadió Lehman.
 
“Incluso durante la última mitad de su última orbitación, vamos a realizar un experimento de ingeniería que puede ayudar a que futuras misiones operen de manera más eficiente”, añadió.
 
Ebb y Flow utilizarán sus motores hasta que se vacíen los tanques, lo que permitirá a la NASA determinar precisamente cuánto combustible les quedaba. Esto podría ayudarles a mejorar las previsiones sobre las necesidades de combustible para futuras misiones.