Habla memoria, calla memoria...‏

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La memoria es fantasiosa, morosa, olorosa, dolorosa.

La memoria es al mismo tiempo olvido y remembranza, 

recreación con fecha de vencimiento e inflexible cobranza.

Lo que hicimos o no hicimos,

lo que dijimos o no dijimos.

Lo que se pudo hacer, lo que no se imaginó,

lo que ya no se es, lo que no se pudo ser.

De lo que nos arrepentimos.

De los que nos desdecimos.

De lo que nos atormenta.

De lo que tanto se lamenta.

La memoria es también emoción.

Recordar a los que ya han partido.

La memoria es condición si ne qua non

para confesar que se ha vivido.

Memoria es mirar el pasado

como quien lo tiene al frente

mientras rema y se aleja.

Memoria son esas olas sucesivas

que lo van borrando todo

mientras cepillan una y otra vez

las playas tratando, como dijera

Huidobro, de estirarse y aferrarse

a sus orillas… con dedos temblorosos.

Memoria es lo que se construye

con elementos ficticios

para llenar vacíos de existencia.

Memoria es, como nos recuerda Merino,

el producto de una síntesis y de una elaboración...

...Lugares abandonados 

poco visitados por la memoria,

sitios en que pareciera que todo cuanto 

tiene que suceder ya ha sucedido…

Memoria es lo que queda cuando todo se ha olvidado…