Revista Qué Pasa, jueves 13 de diciembre de 2012
Cultura: El fresco más grande de todos
La diseñadora Francisca Toral se enamoró de Pepe Antártico y trabajó junto a Percy, su creador, en un libro de lujo que ofrece la inigualable experiencia de regresar en el tiempo junto al más desfachatado de los frescos chilenos.
Decir que dentro de cada chileno habita un Pepe Antártico es, cuando menos, una imprecisión. La gran diferencia entre el personaje y el común de los mortales está en que Pepe se atreve allí donde varios dudamos. Por eso nos gusta: tiene coraje. Aunque dice lo que piensa, no siempre piensa lo que dice, y es entonces cuando comienzan sus problemas y sus aventuras, que le han dado vida desde 1947, año en que comenzó a habitar las páginas de diversos periódicos, además de su propia revista.
No sé qué podría haber interpretado el siquiatra Hermann Rorschach al analizar los trazos que componen su fisonomía, pero está claro que el señor Antártico es un hombre cargado de amor, un insaciable que le dispara a lo que se mueve y, sobre todo, a diferencia de Condorito, es un solitario. Mientras el primero es parte de un paisaje definido y lleno de personajes que le dan riqueza y lo potencian, Pepe Fresco (como se llamó originalmente) va por el mundo y por las épocas nada más que de la mano de Percy Eaglehurst, su creador, quien a los 90 años aún mantiene la tira cómica en el diario La Cuarta.
La diseñadora Francisca Toral se enamoró de Pepe Antártico y realizó un trabajo de recopilación que acaba de ser publicado por Ediciones B: Pepe Antártico. Vida y obra de Percy Eaglehurst es un recate gráfico que presenta, en un formato de lujo, las mejores páginas de la caricatura.
“El material antiguo lo encontré buscando en el Persa Biobío. Luego conocí a Percy y me entregó lo que me faltaba”, detalla la autora. “Nos hicimos amigos armando el libro. Fueron varias visitas en las que me contaba sus anécdotas, me mostraba sus trabajos”.
Regresar en el tiempo junto a Pepe Antártico es una experiencia extravagante. Sobre todo si uno pone atención al modo cómo fue evolucionando el estilo hasta llegar a la experimentación con montajes de dibujo sobre fotografías, como dirían nuestra abuelas, “de chiquillas en paños menores”. Allí siempre está Pepe, asomando con un comentario envuelto en una pequeña frase. Me pregunto qué haría desde una cuenta de Twitter.
“Es un personaje muy auténtico y no pasa de moda”, comenta Francisca Toral. “Es miembro de esa clase media donde no existe lugar para los acartonados. Pepe es suelto y va al grano. Una vez le pregunté a Percy por qué había tanto chiste de amantes, los clásicos con Pepe metido en el ropero. Él me dijo: ‘Mira bien al marido cuando los encuentra in fraganti: es un hombre que llega tarde a casa, feo, que tiene a su mujer descuidada y sola. Por eso se lo merece. No es porque sí’. Le encontré bastante razón a lo que decía”.
El libro incluye un texto introductorio del escritor Francisco Mouat y otro del periodista Francisco Ibáñez. Ambos permiten poner en contexto el trabajo de Percy más allá de su vocación de dibujante. El antofagastino recibió una oferta del mismísimo Walt Disney para que trabajara con él. La propuesta era inmejorable, sin embargo Percy no quiso alejarse de su familia en Chile y la rechazó. Probablemente Pepe Antártico hubiera hecho lo mismo.
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