Una especie de estética estridente,
ya no de la pobreza
sino de un estadio cultural
incoherente, contradictorio, irracional.
(…) El recorrido sirve de pretexto
para atravesar Bolivia
desde el altiplano hasta la jungla
y es tan extraordinariamente incorrecto,
que de haber sido filmado por un extranjero
habría sido considerado una agresión.
No es un paraíso,
sino un infierno de subdesarrollo,
ridículo hasta la parodia,
absurdo hasta la demencia,
disperso hasta la anomia.
Es descarnada hasta la crueldad
y a veces parece hasta abandonar
el mínimo de la compasión
hacia sus propios personajes.
En alguna época
el cine creyó que
la estética del subdesarrollo
la constituía la pobreza
retratada con gravedad,
y en el caso de Bolivia,
la gravedad indigenista
de Jorge Sanginés.
Ya no es así.
Los collas y los cholos son materia
de una burla salvaje y estentórea...
Extractos del comentario de cine de Ascanio Cavallo
Diario El Mercurio, Revista Sábado, 15 de diciembre de 2012
del film: ¿Quién Mató a la Llamita Blanca? dirigida por Rodrigo Bellot
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS