Eso de que no puede existir amistad entre hombre y mujer, es algo relativo y yo no sería tan tajante.
Hay personas del sexo opuesto con las cuales puede ser interesantísimo conversar, intercambiar puntos de vista, incluso compartir sensibilidades finas y profesarse mutuamente un profundo afecto, sin que dicha relación de amistad se dé en el plano de una química que lleve a otros espacios de intimidad.
Es posible que se den ambas cosas, o una de ellas solamente. Todas las combinaciones son posibles y tampoco son necesariamente permanentes. Pero la amistad es algo que va más allá de connotaciones sexuales. Con los amigos (en este caso las amigas), en general, se comparte visiones de mundo, una forma de mirar, de percibir y de responder a las circunstancias de la vida (reales o imaginarias). Se disfruta del despliegue generoso de una personalidad que nos agranda el mundo y lo hace más cálido y cercano. Ahora hay conversaciones que pueden dejar una huella más permanente que muchas relaciones de pareja en que la pasión una vez decantada no deja mayores rastros...
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