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Villegas & Waissbluth...‏







Uno puede discrepar o no del análisis de Villegas
y para ello están los argumentos, lo otro es un exabrupto.
Por eso es preocupante que uno de los más connotados
expertos en educación, ingeniero químico de profesión,
emita adjetivos del dominio psiquiátrico
para descalificar al columnista, evidenciando de paso
que no comprende lo que lee.

 CLST #




Villegas no transa:  "¿Me van a decir que Camila es una chica espontánea?
El hombre de "Tolerancia cero" habla sobre polémica columna sobre la joven comunista
por Diego Zúñiga
Diario Las Últimas Noticias, Lunes 26 de diciembre de 2011

Directo y sin ambages, el sociólogo,
escritor y miembro del staff de "Tolerancia Cero",
Fernando Villegas, dice que él no estaba 
"haciendo un artículo para joder a la Camila Vallejo".

Se refiere, claro, a una columna
que publicó en el diario La Tercera el sábado,
donde ironiza sobre la joven figura del Partido Comunista.

"Es mujer fría, controlada, manipuladora,
estudiada en cada palabra que pronuncia
con meticuloso cuidado 
y programada para cada gesto.
Es una creación de laboratorio",
describe al analizar el rechazo de Camila
a la carta de condolencia que envió
su partido por la muerte
del presidente de Norcorea.

Esos calificativos despertaron
la ira de algunos lectores, que 
manifestaron su descontento en Twitter.

El ex ministro Francisco Huenchumilla
dijo que "la columna la podría haber
escrito Krassnoff o Contreras",
y el hombre de Educación 2020
Mario Waissbluth, puso que los contenidos
bordeaban "la psicopatía esquizoide".

Por eso el dueño de la melena
más reconocible del medio local
se defiende de quienes
se le lanzaron a la la yugular
por zaherir a la más visible
de las figuras mediáticas
del estudiantado patrio.

"Yo estaba examinando 
algo que todos saben:
que esta niña es comunista
de los los pies a la cabeza,
que el PC sigue siendo el mismo,
que Camila es súper controlada,
súper calculadora y súper fría", analiza.

- Y por eso quedó la grande.

-Yo sé, y la mayor parte
de las reacciones son de odio,
pero en general son unos pinganillas
los que te odian a distancia,
porque de frente no se atreven a decirte nada.

Es gente que no usa el cerebro.

Si lo ven como un ataque personal 
contra Camila, bueno...
La única forma de contentar a esta gente
es que yo dejara de escribir y me muriera.

-¿Es malo ser frío y calculador?

-No creo que sea malo,
yo diría que incluso es bueno.
Yo simplemente describo una situación.
¿Cómo esos lectores no van a ser capaces 
de entender eso? ¿O me vas a decir tú
que Camila Vallejo es una chica espontánea?
¿Es espontánea?

-No. ¿Quién lo es?

-Entonces, poh.  Cuando la gente dice
que prefiere a los comunistas en lugar de otra cosa,
en el fondo piensan en que son 
calculadores, fríos y analizan las cosas.

Si alguien ve en eso un ataque...

Mira, los imbéciles, 
cuando detestan a alguien,
ven todo malo.

Si hubiera dicho otra cosa,
me habrían tratado de hipócrita.

Con estos no hay forma
de llegar a ninguna parte.

Yo miro con mucho desprecio
a esa gente porque no tiene
el cociente intelectual necesario,
así de simple.

-Muchos anónimos lo critican por Internet.
¿Es igual en la calle?

-Los que se me acercan son gente buena onda,
porque habrás de saber que hay gente
a la que le gusta mi trabajo.

Los otros me gritan "facho" 
y pasan ruuum con el vehículo,
no se detienen ni cagando,
porque de frente ninguno
se ha atrevido a encararme.

Llegado el caso, recibiría lo suyo.
Son bastante cobardes en general.

- Fernando, ¿se siente facho?

-No poh, es una estupidez
que me digan facho.

Usan ese calificativo
para cualquier actitud o palabra
que no coincida cien por ciento
con sus penosos y lastimosos pensamientos.

-Esa palabra se repite mucho
cuando se habla de usted.

-Es un ataque verbal propio 
de la gente de izquierda.

Yo no me siento ninguna cosa
que ellos puedan decir,
imagínate que voy a estar
tomando en serio las tonteras
que dicen esos hueones.

¿Cómo voy a ser facho?

Nadie puede ser facho
porque no existe el movimiento fascista.
Sería bueno que volvieran a los libros de historia.

-En Twitter e Internet tampoco digamos
que genera simpatías.

-Todos sabemos que en los blogs
participa la quintaesencia 
de la mala leche nacional,
y yo sé que despierto muchas antipatías
por razones políticas.

Y luego todo lo que yo haga está mal,
yo mismo estoy mal. Me detestan.

Si uno se da la molestia
de leer las cosas que escriben,
descubre que disparan a priori
sin siquiera haber leído
las solapas de mis libros.

-¿Para quién escribe usted Fernando?

-Yo escribo para el público en general y chao.
Eso es todo. No escribo pensando
en la gente de los blogs
ni tampoco en los exquisitos.

Me dan lo mismo los críticos cultos,
normalmente son una manga
de siúticos de potito apretado.

Y los otros, los de Internet,
simplemente abren la llave
de su mala leche y la dejan
correr a borbotones.

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El artículo aludido, a continuación:

La "autocrítica" de Camila...
Publicado en La Tercera, 24 de diciembre de 2011

Luego de que la opinión pública y en especial la decé reaccionaran con pasmo ante la carta enviada por el Partido Comunista de Chile al pueblo coreano, misiva lamentando el sensible fallecimiento del amado líder -genio de la guerra, de las artes, etc.- y sumándose al llanto oficial que hoy es preciso desplegar en dicha nación -o se es considerado "elemento contrarrevolucionario"-, Camila Vallejo, la heroína del movimiento estudiantil, saltó al ruedo para hacer notar su molestia con tales palabras. No fue la única. El propio Guillermo Teillier, quien no pierde de vista su negocio político con la Concertación y no va a venir a echarlo a perder por palabras de más o de menos, trató de desperfilarse y hasta dijo que nadie lo consultó para agregar su firma. En breve, varios camaradas entonaron a coro el himno nacional del país: "Yo no fui…".


Cabe examinar si lo de Camila es, como algunos lo han interpretado, un "gesto de rebeldía". Me caben muchas dudas. "Rebeldía" es una palabra un poco fuerte para calificar lo que diga o haga esta joven combatiente. Camila se ha empapado completamente con la doctrina -la que ahora es el "marxismo como método de análisis" y vaya a saberse qué como programa de gobierno-, estilo, lenguaje y posturas de su partido; es mujer fría, controlada, manipuladora, estudiada en cada palabra que pronuncia con meticuloso cuidado y programada para cada gesto. Es una creación de laboratorio. Una persona así -y lo mismo el resto de sus compañeros, todos cortados por la misma tijera- obedece siempre las tres leyes de la robótica comunista: 


 Un comunista no puede dañar al partido o, por inacción, permitir que sufra daño.
   Un comunista debe obedecer las órdenes dadas por los dirigentes comunistas, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley.


   Un comunista debe proteger su propia existencia -política y biológica- en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.

Diccionario

Por tanto, ¿qué significa "autocrítica" en el diccionario del PC? Desde luego, no significa crítica tal como gente ingenua como usted o como yo la entendemos. Eso iría contra la Primera Ley Robótica. "Autocrítica" sólo significa lo mismo que significaba en los años de la era Stalin, repletos de juicios contra saboteadores, traidores, espías y agentes del imperialismo a los que era preciso criticar por su pésima conducta, amén de depuraciones, liquidaciones, balazos en la nuca y deportaciones masivas. Fue la época dorada de esa variedad de "crítica" tan similar a los autos de fe hispanos de la inquisición, donde un tipo, de hinojos, lo confesaba todo y, enseguida, ponía su piel  "a disposición" de la Iglesia. En este caso, del amado partido. 


El otro sabor de la autocrítica, algo menos decisivo, es el mentado por Camila. Con el alto auspicio del partido mismo, esta autocrítica hace ver, por ejemplo, cuán inconvenientes son los colores de la carta-invitación para celebrar el onomástico del secretario general. O en este caso, cuán inconveniente hablar de "prosperidad" refiriéndose a un país cuya población  literalmente  moriría de hambre -en vez de sólo estar hambreada- a no ser por las dádivas de Corea del Sur y del imperialismo yanqui. La autocrítica, en suma, consiste en suaves reproches a cuestiones de "táctica", a elementos secundarios, a futesas microscópicas. A la "línea", nunca. La línea la establece el comité central en enigmáticas sesiones y es sagrada. Quién la rechaza es un apóstata, un "renegado". Aun hay muchos de ese sector que leen con deleite El renegado Kautsky. Ahí está todo, el arte y la ciencia de la abjuración, el anatema y la hoguera purificadora. En el caso de Corea, la línea oficial es esta: no importando cuáles "desviaciones" afeen el comportamiento de esos camaradas, de todos modos representan un paso en la dirección general del socialismo y, como tal, deben ser defendidos. Criticarlos en serio sería convertirse en "enemigo objetivo del socialismo".
  
Otrosí 
Hasta ahí la autocrítica de Camila conforme a su militancia. Y otrosí; considérese que ella debe conservar siquiera una molécula de credibilidad en el movimiento juvenil, el cual, como se recordará, pateó en los dientes a la Concertación y tampoco les pone buena cara a los comunistas, partido al que muchos consideran "enemigo objetivo de los cambios", organismo demasiado proclive a las componendas, demasiado "político", demasiado racional; nada de eso entra en sintonía con las alegres hormonas fundamentalistas del movimiento. Camila ya había sido enrostrada por su "moderación", ¡cuánto la hubieran denostado si tácitamente avalaba esa carta!


La ojota
Ocasiones como ésta, cuando mueren los autócratas, cuando el pueblo llora por decreto y cuando la sucesión es tan dinástica como en el antiguo Imperio Persa -aunque no tan democrática-, sirven al menos para revelar la verdadera urdimbre ideológica de colectividades y personas. Fue por acción de un reflejo condicionado inevitable que se redactaron esas letras de condolencia. Ahí estaba la ojota. Pase lo que pase en el mundo, aún hay Partido Comunista para rato. No deja de reavivar cierta nostalgia por los años 30, 40, 50, 60, etc. oír o leer frases como éstas: el imperialismo norteamericano, la democracia popular, las luchas de liberación, los partidos fraternos, etc. He derramado lágrimas de alegría al recuperar la infancia. Gracias, Camila, gracias a todos.

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