Tipos chilenos de exportación
¿Times New Roman o Berenjena? Diversos diseñadores locales están creando fuentes utilizadas en espacios tan disímiles como diarios, supermercados, procesadores de texto o el Transantiago. El invento ha andado bien. Hoy la producción se vende en los cinco continentes.
Nicolás Rojas Inostroza
Diario El Mercurio, Cuerpo Artes y Letras, domingo 18 de diciembre de 2011
Usted las conoce, aunque quizás no sepa que Times New Roman, Arial o Verdana son tipografías del pasado. Hoy Amster, Nahueltoro, La Vega, Pincoya Black, Llanquihue, Chasquilla o Nicanor son sólo algunas de las fuentes que conforman la creciente oferta nacional.
Elemental, primera fuente de lectura continua creada en 2002, inauguró la historia de la tipografía digital en Chile. Pero, para entender este movimiento, es preciso revisar sus raíces situadas un par de siglos atrás.
A de Amster
Para precisar el concepto, la Real Academia Española establece como tipógrafo a la "persona que sabe o profesa la tipografía", ésta última entendida como "el arte de imprimir".
El artículo "Notas sobre la tipografía en Chile", escrito por los académicos Pedro Álvarez y Eduardo Castillo, da cuenta de algunos hitos en la difusa historia de esta disciplina que, en sus inicios, se valió de tipos romanos deteriorados.
Durante el siglo XIX la formación tipográfica se produjo al interior de las imprentas. Personaje clave en la modernización de éstas fue el español Manuel Rivadeneira, quien arribó al país en 1839. Tuvo que pasar casi un siglo para que, en 1940, el Estado fundara la Escuela Nacional de Artes Gráficas.
La primera letra del alfabeto coincide con la del apellido del tipógrafo más célebre del siglo XX. El polaco Mauricio Amster dejó su legado en las editoriales Nascimento, Zig-Zag y en Universitaria, donde trabajó tres décadas. El fundador de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile publicó dos textos importantes para la formación de nuevos actores en el "arte de imprimir". Se trata de "Técnica gráfica" (1954) y "Normas de composición: guía para autores, editores, correctores y tipógrafos" (1969). Por esos años la tipografía era conocida como "letrística".
Todos somos tipógrafos
Estudiar diseño no le sirvió mucho a Francisco Gálvez para diseñar fuentes digitales. Aprendió en un proceso de ensayo y error. El creador de la hoy histórica Elemental, construye fuentes a partir de algunas letras esenciales. Luego combina, analiza los problemas que se producen componiendo texto. Las que más originan complicaciones son las sans serif (sin remate). "Cualquiera puede hacer letras, pero lograr que se combinen bien es la tarea más lenta del proceso". El académico de la UC dibuja las letras a mano, las digitaliza y finalmente las edita en un programa que le permite controlar el espaciado y convertir el conjunto en el archivo para instalar y usar.
El creador de Australis hoy posee experiencia en el desarrollo de letras por encargo: "Desarrollamos la de Transantiago y las de La Tercera y La Cuarta. Vender fuentes no es un gran negocio, a menos que te dediques a ello. En ese sentido es bien destacable lo que pasa con Latinotype". Gálvez habla en plural, pues se refiere también a Rodrigo Ramírez, socio en Fresco Type y diseñador de la tipografía oficial del Gobierno de Chile (GobCL).
¿Hay algo en común entre la producción local? "Soy bien crítico de esta producción media chovinista, idealizada de manera nacional, porque la tipografía sirve para escribir en cualquier idioma", puntualiza el creador de Amster, fuente inspirada en la iconografía de la lira popular.
Fundición tipográfica chilena
Miguel Hernández estudió diseño en la Universidad del Bío-Bío. Aunque no tuvo formación académica en tipografía, su experiencia es clave para esta historia. Inspirado en Gálvez, comenzó a leer y a participar de foros de internet para crear nuevas fuentes. En 2007 creó Latinotype, la primera fundición tipográfica chilena, hoy compuesta por Luciano Vergara (Concepción) y Miguel Hernández (Buenos Aires).
Por estos días Latinotype publica una oferta: por 69 dólares es posible comprar tres fuentes a elección. ¿Cuánto cuesta una en promedio? En el sitio myfonts.com la más barata se vende a 19 dólares. "La tipografía es un negocio incipiente en Chile. Nosotros estamos tomándole el peso a lo rentable que es la especialidad, pues es un trabajo que ya está hecho y se vende solo", cuenta Hernández, creador de Cadena Black, fuente inspirada en los letreros de las micros amarillas pintados por Juan Cadena.
A Latinotype le ha ido bien. La fundición posee compradores en los cinco continentes. En octubre, los diseñadores lanzarán la primera plataforma 100% nacional para la venta de tipografías. Y, hablando de Chile, Hernández cree que los mayores referentes para la búsqueda de identidad gráfica han sido elementos precolombinos, poblacionales, de la cultura de los libros y, finalmente, el trabajo de Vicente Larrea.
Esos tipos y las mansas typas
La Choly. Así se llama la premiada tipografía, diseñada por Flora Argemi, que utiliza el logotipo de la revista mensual mansastypas.cl. El espacio, dirigido por la diseñadora Bárbara Urrutia, pretende que "todos puedan conocer la tipografía desde una perspectiva femenina, no feminista". En el sitio hay entrevistas, especiales fotográficos y análisis de letreros urbanos.
Otros tipos son los de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM). En esostiposdelautem.cl es posible encontrar 20 fuentes nacionales para descargar y usar gratuitamente. Este proyecto, hoy llamado Andez, pone a disposición de los navegantes las creativas propuestas de estudiantes de diseño de la UTEM.
Lo mejor del continente
Cada dos años se realiza, simultáneamente en 13 países de América Latina, la bienal Tipos Latinos. Felipe Cáceres es organizador del quinto encuentro, que se realizará en 2012, y forma parte del colectivo creador del sitio uniontipografos.org. Esta plataforma, que no pertenece a la sociedad mutualista Unión de Los Tipógrafos (1853), ha desarrollado una comunidad entre los creadores del siglo XXI.
A juicio de Cáceres, "el elemento común es la búsqueda de una identidad visual del país, es un tema súper complejo. Aunque también hay una búsqueda personal de estilo".
Mazúrquica berenjerénica populárica
Javier Quintana, autor de Botota (tipografía inspirada en La Vega), primero busca una idea y luego piensa conceptos que puedan desembocar en buenas figuras. "Mirar en la calle, en cualquier contexto, siempre ayuda para sacar ideas", dice veloz. Luego comienza a trabajar en bocetos, generalmente de las letras 'a' y 'l', hasta el archivo final que sale del software Font Lab. "Es un proceso larguísimo, son muchas horas de dedicación".
Sobre la comercialización, el diseñador de Berenjena cree que "para que sea un negocio rentable hay que construirse un nombre en el extranjero, pues el mercado local es muy pequeño. Si bien hay ciertas búsquedas comunes, algo así como un estilo o rasgos identitarios, es complicado. Finalmente una 'a' es una 'a' y tiene que verse como una 'a'".
Quintana, también creador de mazúrquica, ha tenido la posibilidad de trabajar un libro con tipografías creadas por él. Describe el proceso como "algo bien fascinante, porque puedo controlar muchas más cosas". Muestra de ese ejercicio es "Por la güeya del Matadero, memorias de la cueca centrina" (2011). El diseñador precisa que elegir tal o cual tipografía conlleva un discurso implícito: "El mío es hablar desde acá".
Tipos escogidos" Elemental , de Francisco Gálvez, porque significó que toda una tradición que yo veía con mucha distancia, en cuanto a tecnología e identidad, era posible de ser trabajada en Chile", dice Miguel Hernández , fundador de Latinotype.
" Berenjena , de Javier Quintana, porque es una de las tipografías más rígidas en su estructura, pero muy flexible en su visualidad. Esa paradoja me causa mucha admiración", recomienda Bárbara Urrutia , directora de mansastypas.cl.
"Difícil, pero escogería Amster, de Francisco Gálvez. Si hoy tuviera que elegir una para mi lápida, sería ésa", cuenta, con humor, el diseñador y académico Felipe Cáceres .
" Berenjena , porque tiene mucho carácter. También Digna , de Rodrigo Ramírez. Él hizo una versión para el Gobierno de Chile, que se llama Gob.CL . La letra tiene una característica muy particular en su espaciado, tiene un buen rendimiento", argumenta Francisco Gálvez .
"El trabajo de Pancho Gálvez me llama mucho la atención.Amster , en particular, y Queltehue también me parece muy interesante", afirma Javier Quintana .
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