¿Y quién descubrió América?

Un asunto que en estos días ha cobrado actualidad: el de precisar algunos descubrimientos geográficos. El de Chile, por ejemplo, que ha sido llevado al estrado de la Cámara de Diputados. ¿Fue efectivamente Almagro el descubridor de Chile en 1535? ¿O este honor hay que adjudicárselo a Magallanes, cuando en 1520 atravesó el estrecho que hoy lleva su nombre? Circulan muchos datos, algunos no del todo confiables, sobre tan importante cuestión.

Uno de ellos me llevó a involucrar en un Día a Día, erróneamente, al piloto Juan Fernández en este asunto, lo que me significó un buen tirón de oreja, muy merecido por lo demás, del presidente de la Academia Chilena de la Historia, don José Miguel Barros.

Saltando desde el extremo sur de nuestro continente a su extremo norte, hay que reparar en el hecho de que los arqueólogos han encontrado recientemente nuevas evidencias de lo que los científicos han sostenido en las últimas cinco décadas: que, en efecto, los vikingos de Leif Ericsson -hijo del navegante nórdico Erik el Rojo, que desde Islandia fue el primer europeo en pisar los hielos de Groenlandia- llegaron desde Escandinavia a colonizar la Tierra de Baffin y la isla Terranova, en la hoy Norteamérica, alrededor del año 1000, es decir, 500 años antes de la llegada de Colón a la isla Guanahani.

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