Análisis sobre las elecciones municipales han rondado los medios, con teorías y argumentos sobre el voto de castigo, el llamado a la abstención que algunos grupos de interés se adueñaron y variados comentarios y discursos que fueron expuestos los días posteriores. Aún queda bastante análisis por realizar, pero creo que un punto clave a considerar fue la efectividad de las primarias. La Concertación organizó mediante este medio, de forma voluntaria y propia, primarias para elegir a sus candidatos para las elecciones municipales. Este método democrático lo incorporó a un poco más de 140 comunas, donde obtuvo la victoria en más de la mitad de ellas (55%). De las comunas mencionadas, en aquellas donde no tenían un incumbente -el candidato era el actual alcalde e iba a reelección-, obtuvieron el sillón municipal en más de la mitad de los casos, considerablemente más efectivo que las elecciones en comunas donde no realizaron primarias ni se postulaban este tipo de candidatos, donde solo obtuvieron la victoria en un tercio de ellas. Asignar toda la responsabilidad a las primarias sería erróneo, ya que la victoria o derrota en determinada elección es multivariable y tiene bastantes factores que inciden considerablemente en el resultado, pero no deja de impresionar el hecho de que el realizar este tipo de medida, como demuestra la literatura americana, logra convocar a los partidarios a votar, cosa que con la abstención obtenida en la última elección, resulta fundamental si se quiere lograr un resultado positivo. Ahora bien, las primarias fueron aprobadas en el Congreso Nacional y estarán disponibles para la nominación de candidatos presidenciales y parlamentarios para las elecciones de 2013. Se trata, por lo demás, no sólo de un mecanismo de designación de candidatos, sino uno que busca movilizar a militantes, simpatizantes y al electorado independiente de los partidos y coaliciones políticas; ampliando la participación de nuestra democracia representativa. Además, es una oportunidad única para discutir ideas y programas al interior de los partidos y coaliciones, de cara a sus electores. Las primarias son un instrumento preelectoral que tiene el potencial de generar mayor transparencia, competencia, y participación, variables fundamentales para nuestra democracia. Es por ello que es esperable que éste sea el mecanismo de definición para las próximas elecciones presidenciales, de manera de poder discutir los temas relevantes para el propio electorado, motivar y lograr convocar a los ciudadanos, que para las elecciones municipales se obtuvo un volumen de votación bajo lo esperado. A modo de conclusión, se debe entender que las primarias importan. La Concertación optó por someter a un alto número de sus candidatos a un proceso de primarias, que por supuesto contó con defectos, pero a pesar de aquello, le entregó a sus candidatos una legitimidad democrática distinta al resto. Es esperable que ahora, con la institucionalidad creada por el proyecto de ley aprobado en el Congreso, otras coaliciones sigan este camino.
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