El activo de las personas en las próximas décadas serán sus competencias para pensar, trabajar de manera colaborativa, usar tecnología y ser socialmente responsables. En este contexto, la lectura comprensiva de textos tradicionales y digitales constituye un conjunto de habilidades esenciales para la construcción del conocimiento en entornos digitales.
Los resultados de la prueba PISA 2009 aportan información nueva y muy relevante para la discusión sobre las habilidades de lectura en para un conjunto amplio de países. En esta ocasión se aplicaron pruebas de lectura en versión tradicional de texto impreso y en versión de textos digitales que incluyen hipertextos y requerimientos de navegación.
Estas pruebas definen seis niveles de logros. El nivel inicial comprende al grupo de estudiantes de 15 años que está bajo el límite de las competencias básicas para participar de manera efectiva y productiva en la sociedad. La primera prioridad de la gran mayoría de los países evaluados es asegurar que todos los jóvenes estén al menos en nivel dos y promover el desarrollo de habilidades complejas para avanzar a los niveles siguientes.
El estudio para Chile reporta que un 30% de los jóvenes está en nivel inicial en lectura de textos impresos y que cerca de un 40% lo está en lectura de textos digitales. En ambos casos los resultados se encuentran estadísticamente bajo el promedio de los países OECD. Existe una alta correlación entre ambas mediciones por lo que es posible inferir que cerca de un tercio de los jóvenes del país no cuenta con las habilidades lectoras mínimas requeridas para acceder a las oportunidades de estudios y trabajos calificados en los tiempos que vienen.
Por otra parte, al igual que en el resto de los países evaluados, las mujeres registran mejores resultados en la lectura de textos impresos y digitales. Por consiguiente, las estrategias para que todos los estudiantes logren alcanzar niveles superiores de habilidades deberán considerar además una atención especial para potenciar las capacidades de los hombres.
En la mayor parte de los países los resultados de los estudiantes están relacionados con el nivel socioeconómico de sus familias y que este efecto se ve pronunciado en las familias inmigrantes de bajos recursos. Sin embargo, los resultados PISA muestran a igual de ingresos familiares, hay países muchísimo más exitosos que otros en mitigar este efecto y lograr ofrecer oportunidades de aprendizaje de calidad para todos sus estudiantes.
PISA reporta también que los estudiantes que disfrutan de la lectura tienen una mayor probabilidad de tener altos resultados en competencias lectoras, lo que es consistente con la investigación reciente que reporta que la lectura entretenida está asociada con lectura más eficiente. Es probable que los niños y niñas que se apasionan por la lectura tengan mayor práctica y alcancen mayores niveles de habilidades cuando jóvenes.
Un tercer aspecto importante es que el estudio no registra relación clara entre el uso de tecnología en las escuelas y el desempeño en lectura. Asimismo, se confirma que el uso intensivo de la tecnología en la casa desarrolla destrezas de uso pero no está relacionada con mejores aprendizajes en ninguno de los ámbitos evaluados (lectura, matemática y ciencias). La evidencia continúa sugiriendo que el desarrollo de competencias de aprendizaje de nivel superior requiere de un entrenamiento guiado en tareas de mayor complejidad.
El futuro estará puesto en la capacidad que tenga el sistema escolar para diseñar e implementar estrategias de calidad para asegurar capacidades lectoras mínimas. El acceso a recursos impresos y tecnológicos parece ser una condición necesaria pero no suficiente para evaluar críticamente la calidad de un texto, integrar información de múltiples fuentes o navegar de manera efectiva. En un mundo crecientemente digitalizado, ser un buen lector permite a las personas aprender nuevas competencias, adquirir información y conocimiento que permita mejorar la calidad de vida y también permite tener competencias para navegar entre distintas fuentes de información de manera no lineal, fortaleciendo la construcción de aprendizajes.
Un elemento central será descubrir fórmulas que promuevan el entusiasmo por la lectura placentera en jóvenes muy diversos. Avanzar en conocer cuáles son los intereses de hombre y mujeres en sus distintos niveles de desarrollo, cuáles son sus prácticas de comportamiento, qué temas y situaciones le son pertinentes y qué tipo de lectura le son más cercanos, son parte de las preguntas de investigación que debieran tener los planes de fomento a la lectura.
PISA propone que las actividades basadas en proyectos pueden ser una buena estrategia de aprendizaje, en tanto promueven la indagación y permiten que los estudiantes tengan distintas aproximaciones a la solución de problemas. Este tipo de actividades pueden promover el entrenamiento en navegación efectiva, la capacidad de discriminar materiales según relevancia y la posibilidad de engancharse con textos atractivos.
Avanzar por este camino podría ser una excelente estrategia para Chile ya que permitiría involucrar a profesores de distintas disciplinas, avanzar en la práctica de una estrategia didáctica que genera múltiples beneficios y re-significar el sentido de contar con tecnología en las escuelas.
Un tercio de jóvenes altamente rezagados requiere considerar innovaciones que sean factibles de implementar en el corto plazo y esta puede ser una de ellas.
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