Armada virtual
Ciudadano Inteligente.
por Nicolás Alonso y Sebastián Rivas
Revista Qué Pasa, 25/08/2011
http://www.quepasa.cl/articulo/politica/2011/08/19-6419-9-armada-virtual.shtml
Son apenas 25 personas y fiscalizan al Congreso y al gobierno. Para
eso usan un arsenal de aplicaciones tecnológicas que permiten acceder
fácilmente a información sobre las autoridades. Hoy su modelo es
estudiado por el Banco Mundial y reciben donaciones de
multimillonarios, como George Soros y el dueño de eBay. Así se mueve
la fundación
Jueves 18 de agosto. Aún no es mediodía y Santiago se congela. La
sorpresiva nieve ha cubierto de blanco buena parte de la ciudad, y en
el centro cae una lluvia torrencial. Pese a ella, una vez más, marchan
los estudiantes por la capital. Son más de 50 mil, y copan la Alameda
como una confusa marea de paraguas negros, de la cual emergen lienzos
y algunos muñecos alegóricos que evocan al presidente Piñera. En ese
paisaje extraño hay un elemento que llama especialmente la atención:
una pelota formada por decenas de globos de colores flota a unos 20
metros de la multitud. Y de ella cuelga algo que parece un smartphone.
Abajo, camuflados entre los marchantes, un grupo compuesto por cinco
treintones lucha contra la lluvia para mantener los globos en altura.
Los encabeza Felipe Heusser, un tipo de barba y anteojos al que todos
piden indicaciones, y que un rato antes amarró su iPhone a la madeja,
lo puso a grabar y dijo algo como: "Así la gente sabe qué es lo que
realmente pasa en las marchas".
Los estudiantes miran extrañados a ese grupo de adultos que se
esfuerzan por no enredar el artefacto en un árbol, y varias personas
se asoman desde los edificios para observar el singular objeto
volador. Lo que ninguno de ellos puede sospechar es que en ese momento
están saliendo en vivo a través de streaming por internet, y que miles
de personas los están viendo desde distintas partes del mundo. Mucho
menos que esos infiltrados están en ese momento trabajando, y que
recibieron una donación de medio millón de dólares para hacer lo que
hacen.
Al acecho
El grupo de treintones es la cara más visible de la fundación
Ciudadano Inteligente, y el globo filmador es uno de los muchos
proyectos que han levantado desde su nacimiento, en septiembre de
2009. En total son 25 personas, un grupo multidisciplinario que dedica
todo su tiempo a buscar mayor transparencia en el aparato público,
creando aplicaciones tecnológicas que permiten a las personas acceder
a información que antes les estaba vedada. Sin ir más lejos, el mes
pasado dieron a conocer el informe de monitoreo a redes sociales
realizado por el gobierno, y unos días después publicaron el costo
promedio de las bombas lacrimógenas utilizadas por la policía.
"Somos una organización que busca generar transparencia y
participación ciudadana", dice Felipe Heusser, su creador y presidente
ejecutivo. "Tenemos un maletín con distintas herramientas que nos
permiten reducir la asimetría de la información. Eso que tú no sabes y
el otro sí. Y para eso nos valemos de la tecnología, que tiene una
tremenda potencialidad: ser capaz de ver lo que el ojo desnudo no
puede ver".
Su debut fue en medio de la campaña presidencial, cuando crearon la
página web Vota Inteligente. En ella los usuarios podían comparar las
posturas de los candidatos respecto a una amplio listado de temas
relevantes para el país, e incluso responder un test para descubrir
cuál era su "media naranja" política. Hoy, el sitio monitorea toda la
actividad realizada por los parlamentarios, cómo votan y qué posturas
adoptan en las discusiones. En ese mismo ámbito, pronto lanzarán un
nuevo golpe: el Inspector de Intereses, una aplicación que revisará
toda la información existente sobre diputados y senadores, para
detectar sus vínculos con las empresas que regulan.
El objetivo, finalmente, es darles la posibilidad a las personas de
fiscalizar qué es lo que hacen las autoridades una vez que ya han sido
elegidas en su cargo. "Nos inquietaba el aislamiento que se produce
luego de la elección, donde los políticos pueden hacer lo que quieran,
desconectados de la ciudadanía", explica Heusser. "Pero eso se acabó,
el cheque en blanco ya no existe. Ahora tenemos ciudadanos
organizados, informados, que empiezan a conocer sus derechos y van a
ejercerlos hasta sus últimas consecuencias".
Pero la idea no era quedarse sólo en el Congreso, sino permitirles a
las personas monitorear todo el aparato público. Por eso, desde abril
funciona Acceso Inteligente, un sitio de internet en que los usuarios
pueden hacer peticiones de información pública en forma anónima,
resguardando su identidad. Este mes les tocó su turno a las
instituciones solidarias, con el lanzamiento de Donar, una página en
que se puede comparar cómo trabajan y en qué invierten el dinero más
de 200 organizaciones, para luego tener la opción de aportarles dinero
desde el mismo portal.
La casona de Av. Holanda en que tienen su centro de operaciones
revela en sus paredes buena parte de los principios de la fundación.
Un mural con las banderas de los países sudamericanos formadas por
unos y ceros, el código binario computacional. Un mapamundi en donde
están marcadas las decenas de organizaciones aliadas en todo el mundo.
Y en el diario mural, un gesto poderoso: un documento que constata la
renuncia de Heusser a su militancia política en la DC. Y una frase
escrita de su puño y letra: "En materia de autonomía, la mujer del
César no sólo debe serlo, sino también parecerlo".
Persiguiendo a Soros
Todo partió hace tres años, en un bar de Londres. Felipe cursaba un
posgrado en Políticas Públicas en la London School of Economics, y
estaba sorprendido por cómo algunas ONG inglesas comenzaban a
facilitar el acceso a información pública. Allí, entre las
tradicionales rondas de cerveza británica, les contó a otros
estudiantes chilenos de su experiencia trabajando en Cancillería y en
el Ministerio del Trabajo, durante el gobierno de Michelle Bachelet.
"Me tocó manejar muchos proyectos, y sentí que muchas cosas se hacían
de forma bruta, poco rigurosa, poco participativa y derechamente poco
transparente", recuerda.
Entonces comenzaron a delinear lo que podría ser una institución en
nuestro país que se encargara de generar transparencia. En ese
momento, Barack Obama realizaba en EE.UU. la primera gran apertura de
datos públicos en el mundo, y en Chile al fin se estaba tramitando la
ley de libre acceso a la información. Era el momento, y por eso no
dudaron en armar un equipo de ocho personas, poner un millón de pesos
cada uno y comenzar el primer sitio web del proyecto, que debía estar
funcionando para las elecciones presidenciales. Pero sabían que si
querían tener un impacto real y duradero, iban a necesitar mucho
dinero.
Por eso, cuando poco tiempo después se enteraron de que el
estadounidense George Soros, uno de los empresarios más ricos del
mundo, tenía una fundación dedicada a apoyar iniciativas de
transparencia, la Open Society Foundations, decidieron jugar todas sus
fichas para comprometerlo. En ese momento comenzó una persecución de
Soros por el mundo que duró un mes, y que incluyó entregarle una carta
a su chofer en la convención del G-20 en Londres, inventar un viaje a
Washington para lograr que uno de sus ejecutivos tuviera una cita con
ellos y, finalmente, conseguir una videoconferencia con una encargada
de proyectos en Hungría para convencerla de que los apoyaran. ¿El
resultado? US$500 mil para la iniciativa, la cifra más alta jamás
destinada a la región, y en tiempo récord.
David Sasaki, especialista en América Latina de la fundación de Soros,
explica que uno de los motivos por los que apoyaron a Ciudadano
Inteligente fue porque veían que en Chile, a pesar de haber un índice
de corrupción relativamente bajo, los ciudadanos no estaban
acostumbrados a pedir cuentas a sus gobernantes. "Lo que todavía no
sabemos muy bien es qué tipo de información pública busca la gente
chilena. Pero si no existe una cultura de pedir información, tenemos
que pensar en cómo crear esa demanda", asegura.
En apenas dos años, la fundación ya ha conseguido que miles de
usuarios se metan todos los meses a sus portales a buscar datos. Y
también ha logrado hitos que sorprenden. Como el premio Ars
Electronica 2011, uno de los principales galardones informáticos del
mundo y que fue ganado, en versiones anteriores, por Wikipedia y
Pixar. O que Heusser viajara a Washington el mes pasado para
participar en el Personal Democracy Forum, una de las principales
reuniones mundiales sobre política y tecnología, y ser mencionado como
"ejemplo" en el discurso inaugural de la secretaria de Estado
norteamericana, Hillary Clinton.
El despertar de la ciudadanía
El secreto de Ciudadano Inteligente es su mirada global. En sus
oficinas, no sólo están pendientes de las manifestaciones en Chile,
sino que siguen de cerca fenómenos como los indignados españoles, las
protestas en Gran Bretaña o la Primavera Árabe. Y lo hacen porque
están convencidos de que todo eso está conectado directamente con lo
que sucede en el país. Con el surgimiento de un nuevo tipo de
ciudadano mundial que se expresa de diferentes maneras, pero reclama
por lo mismo.
"El tema de fondo tiene que ver con falta de espacios de participación
y con una desigualdad brutal en el mundo", dice Heusser, quien realiza
capacitaciones para el Banco Mundial en distintos países. "Hay una
ciudadanía que empieza a entender que esto nos corresponde a todos.
Que tenemos derechos y podemos hacerlos valer. Es la idea de acción
colectiva. Si somos más y nos organizamos bien, somos capaces de poner
un tema en el tapete".
Andrew Rasiej, fundador del Personal Democracy Forum, no duda al
afirmar que Ciudadano Inteligente hoy es uno de los líderes globales.
"Ellos juegan un rol muy importante: enseñar a otras organizaciones y
a los ciudadanos, no sólo de Chile, sino de toda la región, a usar la
tecnología para luchar contra la corrupción, exigir reformas políticas
y crear mayor equidad y justicia", dice Rasiej desde sus oficinas en
Nueva York.
Por eso, Heusser ya tiene un plan de expansión latinoamericano en
marcha. En las próximas semanas, lanzarán Vota Inteligente en
Argentina, de cara a la elección presidencial y parlamentaria de
octubre, con un software libre que puede ser replicado por otros
países de la región. Y en noviembre estrenarán Criik, una plataforma
que permitirá acceder a las bases de datos públicas de todos los
gobiernos latinoamericanos. Para eso, ya cuentan con socios poderosos:
tienen comprometidos aportes de Pierre Omidyar, el dueño de eBay y
PayPal, y están negociando el apoyo permanente de Google, que ha
patrocinado varias de sus iniciativas.
Porque al final, los globos, los sitios web, las aplicaciones tienen
un concepto global detrás. El del ciudadano que puede usar la
información para su beneficio. Ese ciudadano que tuitea, denuncia y es
capaz de convertirse en un actor público desde su mundo particular.
Eso es algo que Heusser parece tener claro cuando levanta su iPhone y
dice que ese diminuto aparato es mucho más que lo que se ve. "Esto me
protege, me organiza. Me llamó la atención que, en las marchas, cuando
venía la policía, la gente levantaba sus teléfonos y les sacaba fotos.
O sea, esto ya no es un teléfono. Es un escudo".
CLASE DEL 70 SGC
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