Tribuna
Por el camino trazado
por Juan Andrés Fontaine Talavera
Diario El Mercurio, Sábado 20 de Agosto de 2011
http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/08/20/por-el-camino-trazado.asp
Un año y medio atrás,
al designarme como ministro de Economía,
el Presidente Piñera
colgó de mi cuello un pesado "pendrive".
Contenía un mandato preciso:
hacer de ese ministerio
un motor de las reformas
necesarias para el crecimiento.
Pertenezco a una generación
que ingresó a la vida adulta
en medio de las convulsiones de los setenta,
cuando parecía que el suelo de Chile
se hundía a nuestros pies.
Por ello, no titubeé un instante
en aceptar la invitación al servicio público
que el Presidente me ofrecía,
convoqué a un equipo de excelencia
y destiné todas mis energías
a sacar adelante la tarea encomendada.
Cesada ella, miro con gratitud
la oportunidad que el Presidente
me brindara de servir a Chile.
La Agenda :
Centramos nuestra acción
en torno a tres ejes,
referidos tanto a las áreas
propias del ministerio
-pequeña empresa,
pesca y acuicultura, turismo-
como a las restantes
actividades económicas.
Primero, el emprendimiento.
Abrir camino, despejar escollos
para el surgimiento de nuevos emprendedores,
para el crecimiento de las micro y pequeñas empresas,
para los proyectos de expansión de las empresas medianas y grandes,
para su transformación en transnacionales a escala latinoamericana.
Ello exige derribar trabas burocráticas
a la creación, desarrollo y término de las empresas,
aliviar su carga tributaria y abrirles mejores
oportunidades de financiamiento a las empresas emergentes.
Avanzamos con una ley que reduce a la mitad
el tiempo de tramitación de un nuevo emprendimiento
y con un proyecto de ley que podría reducirlo a sólo un día.
Contribuimos a un alivio parcial
de la carga tributaria que enfrentan las pymes.
Hicimos de Corfo y Sercotec instrumentos eficientes
en la promoción de oportunidades para ellas.
Pero resta mucho por hacer en todos esos campos.
Cuando hablamos de emprendimiento,
no nos limitamos sólo al terreno industrial o comercial.
Las energías emprendedoras
son también necesarias
en áreas tan disímiles como cultura,
ciencia y tecnología, educación,
medio ambiente, pobreza y salud.
Los valores que nutren a los emprendedores
-creatividad, perseverancia, competencia, mérito-
son en verdad elementos centrales del modelo
de sociedad de libertades y oportunidades en que creemos.
El segundo eje de nuestra agenda fue la innovación,
motor de los avances de la productividad y del progreso.
El mundo cambia hoy no a través de la revolución
(o las pedradas en las calles) sino mediante la innovación.
A la postre, más importante para la vida de las personas
resultó ser Silicon Valley que Moscú, Pekín o La Habana.
Chile puede constituirse en un polo de innovación en Sudamérica.
Ello exige que hagamos más ciencia y tecnología,
y que inculquemos una cultura emprendedora y de visión global.
Por eso hicimos avances en la interconexión de Chile
con los principales polos de la innovación en el mundo,
atrayendo a jóvenes talentos con el programa "Start-Up Chile",
así como centros de excelencia del extranjero,
asociaciones con universidades líderes y empresas tecnológicas.
A su vez, facilitamos a nuestros emprendedores de alto potencial
su contacto con los centros mundiales de la innovación.
Nos planteamos una meta: hacer que al menos
una empresa tecnológica nacida en Chile
llegase a transarse en la Nasdaq.
Aún no ocurre, pero hay indicios favorables
que la ola levantada nos puede llevar así de lejos.
Desde luego, el sustrato de la innovación
es el esfuerzo de investigación y desarrollo (I+D).
Desde el ministerio, coordinamos la estrategia de innovación,
con participación del CNIC, de Conicyt, Corfo, Innova y otras entidades.
Quedó mucho por hacer para institucionalizar esos avances.
En necesario además profundizar la labor de las empresas en I+D,
de acuerdo al proyecto de ley que enviamos al Congreso
y que ha tenido auspiciosa acogida.
El tercer eje es la libre competencia,
única forma de asegurar que emprendimiento
e innovación trabajen para el bien común.
Ello nos llevó a replantear el accionar por parte
tanto de la Fiscalía Nacional Económica como del Sernac.
En el terreno legislativo,
a la concepción de un nuevo modelo
de protección de los derechos de los consumidores
de servicios financieros y de telecomunicaciones,
cristalizado, sin estridencias,
pero con determinación y eficacia,
en el proyecto de Sernac Financiero,
que quedó ad portas de su aprobación en el Congreso.
Y también a la revisión de barreras anti competitivas
que la legislación impone en variados mercados,
tales como la comercialización de remedios que no exigen receta,
el registro de nuevas sociedades, el transporte marítimo y aéreo,
la tramitación aduanera, la movilidad de las garantías crediticias,
la transacción de las cuotas de pesca, la asignación
de concesiones acuícolas y marítimas, y la distribución de energía eléctrica.
La lucha por la libre competencia es ardua,
porque hiere intereses y éstos suelen
pisar fuerte en los pasillos del Congreso.
Pero ello prueba que hay paño que cortar,
que las iniciativas emprendidas
tocan rentas monopólicas
y permitirán cosechar ganancias de eficiencia.
Con determinación y pericia,
la presión en contra es doblegable.
El desafío : Aunque en breve tiempo,
algo empujamos la pesada "micro" en la dirección correcta.
Logramos aprobar un proyecto de ley
que está ya facilitando la creación de empresas.
Quedaron muy avanzados en el Parlamento
otros cuatro proyectos pro emprendimiento,
innovación y libre competencia.
Quedó bien avanzada la elaboración
de los proyectos de ley de pesca y de ley de quiebras,
dos reformas complejas y de gran importancia.
Y quedaron marchando las 50 acciones
que componen la Agenda Impulso Competitivo,
el conjunto más vasto de reformas microeconómicas
que se haya iniciado en Chile en al menos diez años,
que involucra a 15 ministerios en la elaboración
de proyectos de ley y cambios administrativos,
y exigen el correspondiente esfuerzo de coordinación,
persuasión, gestión y, sobre todo, de respaldo político
por parte del Presidente y sus ministros.
Soy un convencido
de que el camino trazado conduce al desarrollo,
esto es a un país próspero, sin pobreza extrema
y que brinda a todos oportunidades de surgir.
Es cierto que a ratos, durante el ascenso,
suele cundir el desánimo y la fatiga,
desdibujarse el sendero bajo la niebla o el viento blanco,
surgir derroteros en apariencia más fáciles,
pero que conducen al despeñadero.
Hay que mantener a paso firme
la marcha por el único rumbo
que conduce a la cumbre.
Vienen tiempos difíciles.
Se nubla el horizonte de la economía mundial
porque a Estados Unidos y Europa
les esperan años de estancamiento.
Acá, cuando todavía sobrellevamos
la pesada carga de la reconstrucción,
arrecia la impaciencia de las expectativas incumplidas.
Se aproxima ya la temporada electoral.
Para continuar la marcha,
serán necesarias mucha voluntad,
mucha capacidad técnica, mucha destreza política.
El gobierno del Presidente Piñera,
que tiene a su haber la exitosa
recuperación tras el terremoto
y dos años de sobresalientes logros
en materia de crecimiento económico
y generación de empleos,
tiene toda la capacidad para hacerlo.
Tribuna
Una semana de contrastes
Felipe Larraín Bascuñán, Ministro de Hacienda
Diario El Mercurio, Domingo 21 de Agosto de 2011
http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/08/21/una-semana-de-contrastes.asp
Terminamos una semana de claroscuros. La solidez de la economía
chilena contrasta con la debilidad y turbulencias de los mercados
internacionales. La crisis financiera en algunos países de la
periferia europea amenaza con trasladarse al centro, y ello ha
gatillado un aumento importante del riesgo de países como Italia,
Francia e incluso Alemania. Los últimos datos de crecimiento son
desalentadores: durante el segundo trimestre Europa creció sólo 1,7%.
Y las perspectivas para los próximos 18 meses no son favorables.
Mientras, en Estados Unidos la ausencia de un plan de ajuste fiscal
creíble y la baja en su clasificación de riesgo han minado fuertemente
las confianzas.
Frente a este escenario adverso, las noticias en Chile fueron
alentadoras. Nuestra economía creció 8,4% en el primer semestre, con
un sólido desempeño del consumo privado, la inversión y las
exportaciones. Durante el segundo trimestre del año destacan la mejora
de las exportaciones (crecen sobre 10%) y el sólido desempeño de los
sectores agrícola, industrial y de comunicaciones. Si bien esperamos
una desaceleración en la segunda mitad del año, terminaremos con un
crecimiento anual en torno al 6,5%.
Tenemos un nivel de deuda pública inferior al 10% del producto y en
términos netos el sector público es acreedor del resto del mundo.
Nuestra política fiscal es altamente respetada internacionalmente y
por ello tenemos uno de los niveles de riesgo país más bajos del
mundo, inferior hoy al de Francia, Italia, Japón, Austria y Bélgica.
Nuestra economía tiene sus bases muy sólidas. Pero no estamos
blindados ni somos inmunes a lo que pase en el resto del mundo.
Especialmente frente a las turbulencias externas, debemos cuidar lo
que hemos construido entre todos. Esto es responsabilidad no sólo del
Gobierno sino también de toda la sociedad, trabajadores, empresarios,
estudiantes; ello debe expresarse también en las demandas, porque no
se puede satisfacer todo sin comprometer nuestras perspectivas.
En este escenario seguimos avanzando en nuestras metas y construyendo
un futuro mejor para todos los chilenos. El miércoles pasado se aprobó
unánimemente en el Senado la eliminación del 7% de cotización de
salud, que favorece a casi 700 mil adultos mayores pertenecientes al
60% más pobre de nuestro país. Este beneficio, que se hará efectivo el
1 de noviembre próximo, constituye en la práctica una importante
mejora a sus pensiones. Doce meses después, en noviembre de 2012, se
reducirá de 7 a 5% la cotización de salud para los jubilados que estén
en el 80% de menores ingresos y no hayan recibido la eliminación
completa del 7%. Los beneficiarios de esta iniciativa aumentarán así
hasta llegar a casi 1.050.000, cumpliendo un anhelo largamente
esperado por nuestros adultos mayores, que era un compromiso del
programa de gobierno del Presidente Piñera.
También se presentó esta semana el proyecto de información comercial,
que va a entregar una protección efectiva a los deudores. Entre otras
cosas, permitirá que ellos puedan corregir en forma expedita la
información errónea que muchas veces los deja por largos períodos en
Dicom. También prohibirá que la información comercial se use para
excluir a alguien de una atención de salud o para impedir encontrar un
empleo. El proyecto también contempla que la información positiva de
los deudores fluya (y no sólo la negativa). Esto, sumado a una
información más completa, permitirá que el mercado crediticio funcione
mejor, y se traducirá en más competencia y menores tasas de interés
para los deudores.
Sin embargo, fueron las iniciativas de educación las que capturaron la
atención en esta semana. El Gobierno está haciendo un esfuerzo
gigantesco y macizo para superar las deficiencias del actual sistema
-que se arrastran desde hace muchos años- y mejorar la calidad de la
educación que reciben nuestros niños y jóvenes. La propuesta incluye
un cambio constitucional para garantizar calidad, la
desmunicipalización de las escuelas de mal rendimiento y un aumento
fuerte y progresivo en las becas de educación superior. También se
reducirá el costo del crédito con aval del Estado (CAE) desde una tasa
de interés superior hoy a 5% al 2%, lo que beneficiará a más de 360
mil deudores hoy y disminuirá significativamente la carga en que se
convierte estudiar para los sectores más vulnerables y de clase media.
El costo de estas iniciativas está comprendido en los US$ 4.000
millones adicionales para educación que anunciara el Presidente Piñera
para los próximos 4 a 6 años. Su financiamiento, junto al del 7%, el
posnatal y otras iniciativas sociales, está perfectamente encuadrado
dentro de un presupuesto que crece con la expansión sostenida de la
economía, y con las medidas de austeridad fiscal y reasignación de
recursos que ya hemos tomado. Algunos que nos cuestionan tampoco
creyeron que la economía chilena podría acelerar al doble su
crecimiento, como ha ocurrido en 2010 y 2011. Y esto sucederá en un
contexto en que reduciremos el déficit fiscal estructural de 3% del
PIB que heredamos a 1% del PIB en 2014, y con un gasto público que
crecerá menos que el producto, para dar espacio a una menor inflación,
menores tasas de interés y un tipo de cambio más competitivo.
Una reflexión final. Las demandas "aquí y ahora" no son la forma de
avanzar ni construir un país mejor. Los acuerdos transversales, el
diálogo sin intransigencia y el trabajo conjunto sí lo son. Nuestra
historia reciente así lo demuestra.
CLASE DEL 70 SGC
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Tribuna a un Ex Ministro y a un Ministro
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