JORGE FANTUZZI, /

El Nobel de la competencia imperfecta

Jean Tirole, el premio Nobel en economía de este año, es un reconocido economista francés, profesor de la Universidad de Toulouse. Como es el caso de todos los merecedores del Nobel en economía, la cantidad de premios y reconocimientos de Tirole son casi tantos como los cientos de artículos académicos que ha publicado en toda su carrera. Su libro de Organización Industrial es prácticamente una lectura obligada para todos los alumnos de economía que se especializan en esa materia .En el comunicado de prensa de los premios Nobel se señala que “… Jean Tirole es uno de los economistas más influyentes de nuestro tiempo. Ha realizado contribuciones importantes, investigaciones teóricas en muchas áreas, pero sobre todo ha aclarado cómo entender y regular las industrias con pocas empresas poderosas” (traducción propia).

Para los chilenos es atingente que el premio Nobel en economía de este año lo haya recibido él. Después de ser un candidato serio a este galardón por muchos años, se lo dan en un momento en el que en Chile se discute sobre posibles regulaciones a la industria del gas y que la sentencia por la colusión de los pollos fue recientemente conocida. Ambos temas relacionados con el área de la competencia imperfecta, en la cual se han concentrado sus mayores aportes.
La competencia imperfecta se da cuando en un mercado hay pocos oferentes o demandantes, que por diferentes motivos son capaces de afectar los precios, las cantidades y la calidad de los productos, haciendo que el resultado no sea el óptimo para la sociedad. Por ejemplo, la colusión, y muchas otras prácticas, sólo se pueden dar en mercados donde las empresas no enfrentan una competencia perfecta, como requisito mínimo.

La competencia perfecta casi no existe en el mundo real. Es más bien una representación simple de cómo operan los mercados, lo que permite obtener conclusiones sencillas respecto de cambios en alguna de las variables que los afecta. Lamentablemente la competencia imperfecta, que Tirole ha ayudado a entender durante toda su carrera, es mucho más parecida al mundo real.

¿Le suena conocido que en un mercado existan pocos oferentes con capacidad para hacer y deshacer a su antojo? En un país pequeño como Chile, donde naturalmente hay pocas empresas en cada mercado, es especialmente importante el estudio de esta área de la economía. Permite, entre otras cosas, prevenir conductas contrarias a la libre competencia, descubrirlas y sancionarlas cuando estas han ocurrido, o regular correctamente empresas con mucho poder de mercado. En definitiva, procurar que los mercados operen de manera eficiente para beneficio de la sociedad en su conjunto.
Aunque parezca inverosímil, el estudio riguroso de personas como Tirole, permite que en países como Chile podamos reducir los abusos en los mercados poco competitivos. La regulación a las empresas debería alejarse de populismos y basarse siempre en estudios con la seriedad de los que realiza el reciente galardonado. Lo mismo debería ocurrir con la persecución de carteles y otras prácticas contrarias a la libre competencia. Por esto, los consumidores, que tantas veces nos sentimos pasados a llevar por las empresas, deberíamos estar conformes con el Nobel de este año.