¿Quién me metió
entre abrojos y por cuestas
tras las roncas trompetas y atambores
pudiendo ir por jardines y florestas…?
Sí, es La Araucana
un territorio en sí ella misma,
que me demandó largas jornadas
y me demoró con fatigosas pruebas.
Lo digo sin alarde, y sólo aquí,
en la soledad del corazón,
junto a este tonel que libra
su caudal arrullando.
«En verdad, ante el lector corriente,
hombre de ahora, nuestro poeta épico
cruza tan envuelto en moldes clásicos
y cargado de reminiscencias
como iban al campo de batalla
los caballeros dentro de la armadura;
y no pesa menos que el casco o la coraza
el andamiaje de las octavas» musita Hernán Díaz
entre espesas sombras que la luz de la fogata
en vano empuja hacia otras sombras.
Pero ya no están aquí Maese Verrés
ni el decapitado de Salamanca
para preguntar quién es Hernán Díaz,
también llamado Alone, ni a título de qué,
o de parte de quién, viene haciendo
los tales comentarios.
_______________________
Mezquina memoria, Antonio Gil
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS