La famosa Eau de Cologne ha experimentado varios siglos de gloria perfumando y limpiando el cuerpo.Su origen se remonta al siglo XIV.
Una leyenda cuenta que en 1380, la reina de Hungría, de 70 años, recibió de un monje o un angel la receta de un agua de aromatizada de uso interno y externo con virtudes terapéuticas milagrosas ( era primer perfume en alcohol, a base de romero . La receta de entonces llevaba : mejorana salvia romero + aguardiente). Con esta poción, la reina, los enferma y afectada por la gota ,recobro la juventud y la salud hasta el punto de ser pedida en matrimonio por su vecino el rey de Polonia. Desarrollado e inventadas en los conventos, se multiplicaron las aguas milagrosas y se convirtió en indispensable para el aseo diario. Se dice que en el siglo XVII, las monjas del convento de Santa Maria Novella,en Florencia llevaban un comercio floreciente preparando ya, desde cuatro siglos el ” Aqua Regina”,una colonia admirable . El agua era una mezcla de diverso cítricos Italianos diluidos en alcohol de alta graduación . Con el tiempo, las hermanas habían perfeccionado la fórmula y le consiguieron una buena reputación en toda Europa.
Un Cosmético fantastico , El Aqua Regina,aportaba belleza, limpiaba y perfumaba la piel discretamente. Se empleaba igualmente como medicamento. Muy versátil, reanimaba los hombres y los animales. Vertiendolo en vino o caldo, era eficaz contra multitud de males como, contra accidente cerebrovascular, para el hígado, el bazo, los cólicos, la gota, dolor dental, de cabeza, vapores, partos difíciles etc… Aseguraba salud y larga vida. Esto llegó a oídos de Gian Paolo Feminis, comerciante que se intereso mucho por la receta. Un secreto que guardaba, estrechamente vigilado, la madre superior del convento.
Seducida por este hombre, la monja un poco ingenua, le dio la fórmula (la receta del Aqua Mirabilis: “espíritu de vino+ romero melisa + bergamota +neroli +limón …….”). Inmediatamente en cuanto regresó a Colonia en 1690, se estableció y se apresuró a fabricar esta agua milagrosa que él llamó la “Aqua Mirabilis”. Cuando murió en 1763, legó la receta a su sobrino, Gian Maria Farina, el primero de la larga lista de descendientes de Farina que han llegado hasta hoy. Este último, que tenía visión para los negocios, empezo la comercialización del agua rebautizandola del Agua de Colonia.
A finales del siglo XVIII, en la ciudad de Colonia, la guerra de Francia contra los ejércitos del Rin,hizo que los Franceses descubrieran y se enamoraran de este olor, y lo exportaran a Francia. Pronto conquistó Napoleón quien solo juraba por el agua. Consumía sesenta litros por mes. Perfumaba su persona, su apartamento, su caballo,se bañaba en ella, se la bebía … Dijo que estimula su cerebro y recomendaba lo que llamaba ”le canard Farina” (un terrón de azúcar empapado en Colonia).
En 1806, un descendiente Farina abrió una boutique en París, en la rue Saint Honoré 331 y creó una botella para el famoso emperador en forma de rollo para que pudiera llevar en sus botas de montar. Napoleón fue toda su vida fiel al Agua de Colonia, hasta el punto de hacer que se la fabricaran , durante su exilio en Santa Elena. Su fiel mameluco Ali, logro desarrollar este producto con ingredientes que se procuraba localmente. En 1862, Farina cede su negocio a sus primos por alianza, Armand Roger y Charles Gallet. Desde entonces, muchos perfumistas se han inspirado en la receta original, para tener en su gama de perfumes este “inevitable” Eau de Cologne.
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