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Todo The Beatles Comentado‏


Al azar casi, uno de los centenares de comentarios
a los discos de The Beatles. (No el mejor ni mucho menos,
pero sirve para empezar, dando una mirada de conjunto
no muy profunda pero abarcadora).

The Beatles Completo, Comentado
http://drmusicstudio.cmact.com/Grupos/the_beatles.htm

Please Please Me – 1963

1) I Saw Her Standing There;
2) Misery;
3) Anna (Go To Him);
4) Chains;
5) Boys;
6) Ask Me Why;
7) Please Please Me;
8) Love Me Do;
9) PS I Love You;
10) Baby It's You;
11) Do You Want Yo Know A Secret;
12) A Taste Of Honey;
13) There's A Place;
14) Twist And Shout.

A diferencia de otros grupos
que arrancaron con un debut bestialmente bueno y quintaesencial,
los Beatles aparecieron en forma relativamente discreta en el mercado musical.

No es que Please Please Me no haya trascendido;
ciertamente ES un punto alto del año 1963,
y ni hablar de que llegó al puesto número uno en Inglaterra,
pero en comparación a lo que el grupo grabaría en pocos años más,
esta álbum queda, si no sepultado, ensombrecido irremediablemente.

Más allá de esto, Please Please Me es un debut respetable y exitoso,
grabado tan solo en una sesión maratónica de menos de 24 horas
(aunque unas pocas canciones, los singles, ya estaban grabadas de antes),

El álbum muestra a unos Beatles juveniles, impetuosos,
con prisas por sorprender, seducir y llegar a la fama.

No es un álbum de temas excelentes ni obras memorables
y, para ser sinceros, su sonido no es ni tan dinámico
ni tan sorprendente como el estándar Beatle,
pero demuestra los primeros esbozos de talento
de una dupla compositora que hará estragos:
no necesito presentarla.

Por que si bien las canciones de este álbum
no logran el nivel de otras ulteriores,
los Beatles logran aquí entregar sus primeros clásicos:
I Saw Her Standing There, Twist And Shout y Please Please Me,
las tres que alcanzan mayor trascendencia,
todas ellas vibrantes, pegadizas y rebosantes de brío juvenil.

El problema es que tiene demasiadas canciones de relleno (covers)
de las cuales solo Twist And Shout, que cierra el disco, logra impresionar.

Realmente, con esa consabida excepción,
no hay un solo cover de Please Please Me
que me quite el sueño y me haga saltar de la silla;
si tuviera que elegir uno sería A Taste Of Honey
por su memorable melodía y Chains también,
por encerrar bríos alentadores
y una buena atmósfera cincuentosa.

Quizá Anna (Go To Him),
una canción un tanto pálida
que al principio tendía a odiar,
sume una buena dosis de atractivo
por la buena forma de la voz de John.

El resto, sin embargo, mmmmmm, muy aburrido:
nunca me interesó Boys pues además de ser
un rock & roll genérico estúpidamente estruendoso
(Es el tipo de música que debió ser muy excitante en su época
pero que hoy en día me deja helado por su insipidez comparativa)
siempre sentí la voz de Ringo especialmente torpe y molesta en este número.

Pero aún más irritante es Baby It's You,
que con su nula melodía, sus arreglos planos
y su aburimiento palpitante
invita a bostezar hasta fallecer de sueño.

Solo hay una parte en la que la canción
parece levantar algo de vuelo,
cuando John se despierta de los versos cansados
para entregar un par de líneas de memorable emotividad;
aún así, no salva la canción de la abulia.

En contraste, Twist And Shout es un himno,
con una voz de Lennon
completamente arrolladora, aplastante y demoníaca...
una fuerza increíble en toda la interpretación vocal.

Dicen que, en una especia de rito,
la canción se grabó en una sola toma
y que John Lennon se desnudó el torso
para entregar su perfomance vocal más fogosa
hasta los días de Yer Blues

¿El mejor cover de la carrera de los Beatles? Seguramente.

En comparación, y como siempre,
los originales ofrecen bastante más,
sobre todo en el departamento
de melodías y arreglos originales.

Dos son los highlights absolutos
entre los Lennon / McCartney
(O McCartney / Lennon, como están firmadas acá).

Abriendo el álbum
tenemos el gran rock & roll
de I Saw Her Standing There,
una canción de guitarras crujientes
que exuda sudor y juventud adolescente
por todos sus poros,
además de ese gancho fenomenal de
"So how could I dance with another? /
Ohhhh, since I saw her standing there ".

Lo más meritorio de este tema de Paul
es que, aún siendo puro rock & roll,
logra apartarse de las fórmulas melódicas típicas
y ya avejentadas de dicho género.

No hay que olvidar tampoco la pista titular,
el primer single número 1 del grupo,
la brillante gema pop de Please Please Me
con su melodía instantáneamente pegadiza
y su brillante juego de llamada - respuesta
"Come on, come on, come on..."
que aumentan la tensión y la adenalina
formidablemente hacia el estribillo.

Pero eso no es todo.

También están Misery,
con buenos arreglos de piano
y un asombroso constraste
entre el ánimo cantarín de la melodía
y el ánimo depresivo de la letra,
There's A Place, una canción olvidada
de refrescante melodías
y una letra relativamente interesante,
la deliciosamente melódica PS. I Love You,
una de las primeras muestras
de las remarcables melodías románticas de Paul,
Ask Me Why un tema livianito y melódico
un tanto demasiado azucarado pero disfrutable,
Do You Want To Know A Secret cantado por George
con otra melodía nuevamente irresistible
y, por último, el menos impresionante
original Lennon / McCartney de todos los tiempos,
el single Love Me Do
con su escasamente atractiva línea melódica
y su letra BASTANTE MALA repetida una y otra vez.

Debut auspicioso y con algunas cosas que ya daban para temer:
uno de los covers más inolvidables de toda la historia del rock
y un par de originales imperecederos,
además del detalle de que todos los temas compuestos
por los Beatles (salvo Love Me Do) ya presentaban melodías competentes).

Todo esto se superaría en cada nuevo disco.

...

With The Beatles – 1963

1) It Won't Be Long;
2) All I've Got To Do;
3) All My Loving;
4) Don't Bother Me;
5) Little Child;
6) Till There Was You;
7) Please Mr. Postman;
8) Roll Over Beethoven;
9) Hold Me Tight;
10) You Really Got A Hold On Me;
11) I Wanna Be You Man;
12) Devil In Her Heart;
13) Not A Second Time;
14) Money.

La fórmula es la misma: seis covers y ocho originales,
pero With The Beatles es un paso, si no gigantesco,
importante con respecto a Please Please Me.

En primer lugar los originales,
con excepción de Little Child y Hold Me Tight
que todavía parecen pertenecer al álbum anterior,
son MUCHO MEJORES que cualquiera
de los aparecidos en Please Please Me.

Por otro lado, teniendo en cuenta
que nunca hallé los covers de los Beatles
del todo interesantes,
es en este álbum donde los disfruto más;
es decir, son mejores los covers
de With The Beatles
que los de Please Please Me
y Beatles For Sale.

¿Entonces qué nos queda?

Un álbum sumamente decente,
ostensiblemente superior al debut
(¿El mejor de todo el año 1963 puede ser?)
con muchas buenas canciones,
injustamente olvidadas en su mayoría.

El álbum arranca con cinco originales seguidos
y salvo el quinto, Little Child, todos son fantásticos.

It Won't Be Long, por ejemplo,
es una de las canciones más estúpidamente olvidadas
que jamás hayan creado los Beatles;
todos se llenan la boca con She Loves You,
I Wanna Hold Your Hand, y hasta From Me To You
y omiten a esta absoluta gema del pop rock,

¡Hasta George Starostin olvida mencionara en su revisión!.

Nunca fue un single, y no sé si es mejor
que I Wanna Hold Your Hand,
pero es sencillamente bestial,
mejor que cualquier tema de Please Please Me
y tan bueno como cualquiera de A Hard Day's Night.

It Won't Be Long es dinámica, rockera
y sigue siendo para mí el más violento,
repentino y enérgico inicio
de un álbum de los Beatles
(Sí, más que I Saw Her Standing There y A Hard Day's Night)
y sólo me provoca disfrute con sus dos melodías distintas
(los versos y el middle eight)
el estribillo con el electrizante fuego cruzado
de yeahs entre John y Paul
y los riffs que rellenan los espacios;
alto voltaje en estado puro. Brillante.

Pero no menos brillante es la siguiente pieza; All I've Got To Do.

Las letras todavía dejan que desear, ¡¡¡Pero las melodías!!!

Lo más impresionante de All I've Got To Do
son las excelentes vocales "souleras" a dúo de John y Paul;
lo mejor del disco en este sentido,
impresiona como el genio de John y Paul
puede convertir una canción menor en una pequeña joya.

Después llega el clásico de los clásicos: All My Loving
tiene una melodía instantáneamente atractiva e imperecedera,
(Que The Who, me da la impresión, recicló convenientemente
en partes de The Kids Are Alright) buenas armonías vocales
y gran trabajo de las guitarras hacen de este el segundo mejor tema del álbum.

Entonces llega el debut de George como compositor
y otro de los temas totalmente desvalorados del disco;
¿Me parece a mí solo o la melodía de Don't Bother Me es deliciosa?

Además los arreglos también son muy buenos y no presisamente convencionales:
una guitarra sombría y oscura como fuerza principal, una percusión con bongos,
y la voz melancónlica de George que pega perfectamente bien:
¡Bien George! decididamente un debut auspicioso.

Después viene Little Child, uno de los pocos temas
realmente olvidables del disco: la línea que dice
I'm so sad and lonely es irresistible sí,
pero el resto es una cosa mediocre
que hubiera estado bien en Please Please Me
pero no aquí después de semejantes cuatro temas.

El primer cover arranca volando alto; Till There Was You,
tiene una melodía hermosa que respira frescura
y un arreglo con guitarras españolas sumamente agradable.

Please Mr. Postman si bien no es un highlight
es mejor que cualquier cover de Beatles For Sale
y la canción es aceptablemente buena.

Roll Over Beethoven, a cargo de George,
es un rock de primer nivel
con un riff introductorio genérico
pero absolutamtente monumental;
en ningún momento los Beatles igualaron ese sonido.

El Lennon/ McCartney de Hold Me Tight
es frecuentemente condenado
como la peor canción del álbum,
pero yo le reservo ese crédito a Little Child.

La letra será sumamente estúpida, sí sí,
pero la melodía es tan pegadiza
y entretenida como siempre.

No está al nivel de los primeros cuatro originales,
pero a mí me gusta más que Little Child y I Wanna Be Your Man.

Esta última era una canción express de segundo nivel
que Paul y John compusieron para arrojarle un éxito a los Rolling Stones,
pero después decidieron incluir una versión aquí, a cargo de Ringo.

No es que sea mala, pero la melodía es repetitiva y no hay nada para remarcar.

Los Stones hiceron
de esta insignificante melodía
(si podemos llamarla así) poppy
un blues totalmente demoledor
que sin ser una maravilla resulta
en algo más interesante de escuchar.

Antes tenemos a You Really Got A Hold On Me,
una versión del single de Smokey Robinson & The Miracles
que quizás sea el mejor cover del álbum,
con su hermosa melodía y la buena performance vocal de John.

El último original vuelve un poco al nivel
con el que habíamos comenzado
y Not A Second Time tiene una hermosa melodía
y arreglos con piano al estilo Misery.

Devil In Her Heart, cantada por George
(¡Tres canciones cantadas por George aquí!
esto no volvería a ocurrir hasta... ¡Revolver!)
es otra melodía agradable con arreglos supremos
que termina haciéndola parecer mejor de lo que realmente es.

Y Money intenta cerrar el disco
con el mismo ánimo de desenfreno y catarsis
de Twist And Shout y aunque de ningún modo
logra equipararlo y sigue siendo
una de mis menos favoritas, al menos es decente.

Buen álbum; ciertamente un gran paso adelante
y muy buenas canciones para escuchar.

Todo lo que se le puede pedir a los Beatles y más. Nada más para decir.

A Hard Day’s Night – 1964

1) A Hard Day's Night;
2) I Should Have Known Better;
3) If I Fell;
4) I'm Happy Just To Dance With You;
5) And I Love Her;
6) Tell Me Why;
7) Can't Buy Me Love;
8) Any Time At All;
9) I'll Cry Instead;
10) Things We Said Today;
11) When I Get Home;
12) You Can't Do That;
13) I'll Be Back.

Luego de dos álbumes repletos de covers
los Beatles se animan a lanzar uno
con temas exclusivamente
de la factoría de Lennon / McCartney
y el resultado es soberbio;
quizá el mejor álbum beat/pop de todos los tiempos.

Si en los primeros dos álbumes
los primerizos originales
ya sonaban bastante más interesantes que los covers,
esta movida se revelaba casi obligada.

A Hard Day's Night es un disco casi sin fisuras,
plagado de temas inolvidables,
donde aún los temas "de relleno"
se quedan grabados en la mente.

De hecho, contiene más clásicos
y grandes canciones
que los dos álbumes anteriores juntos.

A Hard Day's Night soprende a John Lennon
en un perído extraordinariamente prolífico
ya que de las trece canciones del álbum diez son suyas,
mientras que las tres restantes son de Paul.

La pista titular,
con ese sorprendente acorde introductorio característico,
el extraordinario middle eight cantado por Paul
y la muestra de maduración en las letras
(Que trata de la rutina y el trabajo)
es ya todo un clásico de los Beatles tempranos;
para mí la mejor canción
de la primera etapa de los Beatles hasta Help!.

Otras de las canciones de John que se destacan aquí
son la magnífica If I Fell con un estupendo, casi indescifrable,
despliegue de armonías vocales y quizá I've Should Have Known Better,
cargando con una agradable melodía (aunque no está entre mis favoritas)

Paul, como dijimos, solo aportó tres canciones,
pero afortunadamente todas ellas son clásicos
y están a la altura de las mejores de John.

And I Love Her es su mejor balada de los primeros años;
tiene un notable uso de las guitarras españolas
y una melodía etérea perfecta;
la vena es más o menos el de las ulteriores
I'll Follow The Sun y Yesterday,
pero ésta es, para mí, superior.

Can't Buy Me Love es un rock/pop
con ganchos melódicos
y rítmicos en todas partes,
resultando en una canción
irresistiblemente pegadiza
(aunque qué canción en este álbum no lo es?).

Por último tenemos mi favorita de las tres:
Things We Said Today es una gran balada
con un atípico ambiente sombrío y melancólico
que constrasta con el resto del álbum;
los oscuros acordes iniciales
tienen algo de tormentoso y amenazante
(sí, en una balada pop) y aún así
la canción es tan pegadiza y melódica como cualquiera.

El resto de las canciones,
todas compuestas principalmente por Lennon
y que podrían considerarse "rellenos"
son sumamente entretenidas
y cualquier otro grupo de la época
se hubieran suicidado por componer algo así.

I'm Happy Just To Dance With Me, cantada por George,
es intrascendente pero sumamente decente y melódica,
además tiene unos coros de fondo brillantes
que son un ejemplo elocuente
de como el talento de John y Paul pueden hacer
que una canción estándar suene especialmente buena.

I'll Cry Instead y Anytime At All
tienen competentes melodías
y la primera es particularmente entretenida.

I'll Be Back, con sus armonías vocales incomparables
y You Can't Do That, el mejor rocker puro del álbum
completan el panorama de forma casi inmejorable.

A la hora de denostar alguna canción de este disco,
When I Get Home es un número puesto.

Casi todos los comentarios que leí
la consideran la peor canción del álbum,
pero yo no puedo menos que disentir;
es decir, no es ciertamente una obra maestra
pero tiene una melodía y un gancho
absolutamente competente
y similar a cualquier otra canción menor del disco.

Es probable que tenga las peores letras,
pero musicalmente no hay razón para infravalorarla.

Si tuviera que elegir una canción
que no me impresiona demasiado
esa sería Tell Me Why,
que es demasiado bulliciosa para mi gusto
y tiene una letra tan mala o peor que When I Get Home
(A estas alturas los Beatles todavía escribían algunas letras banales)

Un must para los amantes del pop. El mejor álbum de los Beatles
tempranos. Punto.

Beatles For Sale – 1964

1) No Reply;
2) I'm A Loser;
3) Baby's In Black;
4) Rock And Roll Music;
5) I'll Follow The Sun;
6) Mr. Moonlight;
7) Kansas City / Hey Hey Hey Hey;
8) Eight Days A Week;
9) Words Of Love;
10) Honey Don't;
11) Every Little Thing;
12) I Don't Want To Spoil The Party;
13) What You're Doing;
14) Everybody's Trying To Be My Baby.

Beatles For Sale podría ser apodado
"La cenicienta de los Beatles".

Lo más común es verlo referenciado
como la obra más floja que ofreció el grupo,
y un rápido escrutinio de la lista de temas
nos induce a concluir que no se da aquí
una seguidilla de clásicos totales
como las que sí hay en la mayoría
de los álbumes de los Beatles.

Desde mi punto de vista,
Beatles For Sale está efectivamente
entre lo menos satisfactorio
de la carrera de la banda y representa
un significativo retroceso cualitativo
con respecto a Hard Day's Night,
pero por otro lado reviste
algunas salvedades importantes
que lo convierten en una obra, si no maestra,
al menos disfrutable e importante
para entender la evolución del grupo.

El problema número uno de este disco son los covers.

Los Beatles nunca fueron
verdaderamente geniales con los covers,
pero aquí se los nota especialmente pálidos.

Es más o menos entendible
la decisión de volver a la fórmula
de ocho originales y seis covers
dado el muy poco tiempo
que tenían los tipos para grabar
y cumplir con los contratos.

La rutina que debían afrontar
para laburar dos álbumes completos por año,
entre otras obligaciones de la beatlemanía
como giras, conciertos, conferencias de prensa,
sesiones de fotos, era sencillamente vertiginosa
y para estas alturas los Beatles como que no daban abasto.

Esto explica muchas cosas: no solo el hecho
de volver a rellenar con versiones de otros artistas,
sino también el apuro y la falta de inspiración
al escogerlas e interpretarlas.

Pero el fracaso de los covers
no sólo pasa por que estén
mediocremente interpretados,
sino por el hecho de que para estas alturas,
el material original de la banda
era tan OBVIAMENTE SUPERIOR
que éstos pierden todo sentido.

Es decir, ¿Qué interés puede tener
escuchar una cosa mediocre, gris y superada
como Everybody's Trying To Be My Baby de Carl Perkins
cuando ya en Please Please Me (ni hablar de A Hard Day's Night)
las composiciones originales eran mucho más pegadizas y entretenidas?

Y no es que los originales Lennon/McCartney
de Beatles For Sale sean EXTRAORDINARIOS,
pero aún en su expresión más modesta,
ya están AÑOS por encima de los artistas que versionan,
llámense Chuck Berry, Buddy Holly o Carl Perkins.

En este sentido, For Sale
representa una notable regresión
que nos vuelve a los Beatles de 1963.

Pero mientras
que en aquellos primeros momentos
había cosas increíbles
como Twist And Shout o Till There Was You,
los covers de este disco me dejan poco y nada.

El único que más o menos me resulta atractivo
es Kansas City, básicamente gracias
a la fenomental voz blusera
que adopta McCartney.

Después, todo es PLANO y GRIS.

¿Rock And Roll Music?

Para mí, lo más genérico
que puede llegar a ser el rock and roll.

No me entiendan mal; adoro a Chuck Berry,
pero en este contexto simplemente no funciona;
no es lo que me interese escuchar de un producto de 1964,
sobre todo cuando los Beatles no le dan al tema
ningún relieve impactante más allá de la garra
que siempre aporta la voz de Lennon.

Aún más insulsos son los covers de Perkins
Honey Don't y Everybody's Trying To Be My Baby,
cantados por Ringo y George respectivamente.

No es que los Beatles lo hagan mal,
pero francamente no son temas
que ameriten un cover por parte de los Beatles.

Melodías cincuentosas genéricas, pálidas y sin energía alguna.

Words Of Love de Buddy Holly
tiene armonías vocales MUY lindas,
cuándo no, pero aún así no deja de parecerme
una cosa un poco blandita y somnífera;
simplemente no resiste comparación
con las increíbles dinámicas
que los Beatles ya le daban a su propio material.

Por último tenemos
una de las cosas más RARAS y OSCURAS
que aparecen en un disco del grupo;
un cover de la desconocida Mr. Moonlight
del aún más desconocido Roy Lee Johnson
de la ultra-desconocida banda Dr. Feelgood.

Parece una elección bastante aleatoria ¿No?

En todo caso, no me parece que los Beatles
hagan nada terriblemente
horrible con ella, como suele decirse.

No es una gran canción, ni nada por el estilo,
pero al menos sus arreglos heterodoxos
(Paul toca el órgano y tanto Ringo
como George aportan percusión)
le dan un mínimo interés.

En fin, no es por los covers que este álbum merece una oída.

Es por los originales de John y Paul.

Son buenos; en general
son todos bastante oscuros y desconocidos
por el oyente casual pero ninguno desentona,
y puedo afirmar sin titubeos
que el más flojo de los originales
supera ampliamente al mejor de los covers.

Además, es en estas canciones
donde aparece el elemento
EVOLUTIVO de Beatles For Sale.

El grupo suena bastante diferente
a como lo hacía en A Hard Day's Night;
sin perder competencia melódica,
esta colección de temas
parece mucho menos estridente,
más seria, menos saltarina, más relajada,
menos juvenil, mucho más melancólica.

Es posible que John y Paul
simplemente estén reflejando
el estado de confusión y cansancio
que se respiraba en el seno de la banda,
pero también se empiezan a notar
nuevos signos de MADUREZ,
sobre todo en algunos indicios líricos de Lennon.

El constraste es evidente;
no hay nada aquí
de la onda bullanguera / fiestera
de Tell Me Why, Can't Buy Me Love
o When I Get Home,
y los primeros tres títulos
casi que hablan por sí mismos:
¿No Reply?, ¿I'm A Loser?, ¿Baby's In Black?

Pues déjenme decirles
que son cosas bastante OSCURAS
para iniciar un disco de los Beatles
en esa época supuestamente tan risueña.

No Reply, por ejemplo,
arranca el disco con tan poca pólvora
que la primera vez que la escuché
fue un shock absoluto;
luego de introducciones EXPLOSIVAS
como I Saw Her Standing There,
It Won't Be Long y A Hard Day's Night,
no esperaba algo tan tranqui y tan lánguido
como esos primeros versos
de "This happened once before..."
acompañados apenas por suaves rasgueos acústicos.

Así mismo, resulta SUMAMENTE sugestivo
que Lennon se anime con una cosa titulada
I'm A Loser ("soy un perdedor")
justo en medio del momento
cumbre de la Beatlemanía.

El tipo era famoso,
tenía a sus pies a todas las chicas,
ganaba plata y más plata...
y sin embargo sale
y declara que es un "loser",
animándose por primera vez
a desnudar sus sentimientos más internos,
a sacarse la careta,
a demostrar la fragilidad humana
que temblaba detrás de la fama.

Quizá por ese motivo
I'm A Loser se haya convertido
en mi favorita del disco,
por su sinceridad brutal,
por el contraste que marca con respecto
a las canciones anteriores de John.

Quizá sea solo por su música,
que combina una melodía y estribillo fenomenales
con un suave y pegadizo shuffle folky
que predice el sonido del siguiente LP.

O quizá sea porque a veces
me siento más identificado
con la letra de lo que me gustaría...

Creo que como John,
todos tenemos un "loser" adentro;
todos tenemos un montón de sueños
que se convierten en frustraciones.

Si Lennon era un perdedor... quién no lo es.

No Reply, aunque menos lapidaria,
transmite una atmósfera
de desesperación VIBRANTE
que tampoco se había podido escuchar antes
en una canción de los Beatles.

La tristeza ardiente
con la que el cantante
lamenta el engaño de su novia
es transmitido de una forma MAGISTRAL
por un simple tema pop,
sobre todo a través de esos tremendos
"I NEARLY DIED"
que aparecen como un cuchillazo cortando el aire,
y ese middle-eight desgarrador y melódicamente perfecto.

Con estas dos canciones, para mí,
los Beatles demuestran
definitivamente su grandeza.

Podrían haber seguido pretendiendo
que todo eran sonrisas simpáticas,
energía juvenil y grititos de adolescentes
pero acá empiezan a mostrar
un costado más humano,
más vulnerable, más REAL.

El resto de los originales continúa en la misma vena.

Baby's In Black es una
de las más grandes gemas ocultas de los Beatles;
es de esos temas que nadie jamás destaca
pero que personalmente siempre me han gustado muchísimo.

La melodía cantada
en armonía por John y Paul es impecable,
totalmente adictiva.

Esos "Ooooohhhh how long will it takeee"
siempre me impulsan a cantar con la letra,
y lo sorprendente es que
todo lo pegadizo y melódico que es,
Baby's In Black es un tema bastante tristón,
acerca de una tipa que todavía piensa
en un hombre que ya no la quiere
(o que directamente se murió,
no sé si todo el asunto del luto es una metáfora o qué).

En estas épocas Paul no componía
al mismo ritmo frenético de Lennon;
mientras John escribió las tres piezas centrales del disco
más el single de aquella época (I Feel Fine),
Paul apenas aporta dos temitas
y uno de ellos hasta fue rescatado
de sus días adolescentes a falta de algo mejor:
pero no importa, porque I Follow The Sun
es una balada de primera calidad
con el sello increíblemente melódico
del Paul de All My Loving y And I Love Her.

Realmente, ¡Qué melodías vocales!

Me acuerdo todavía cuando escuchaba
por primera vez todos estos discos,
descubrir estas melodías
como la de I'll Follow The Sun
fue una experiencia irrepetible.

La canción más conocida del álbum
es la ADICTIVA Eight Days A Week.

La letra es bastante estúpida
comparativamente con I'm A Loser y No Reply,
pero la melodía es de calidad suprema
y en todo caso brinda una atmósfera
más alegre a un álbum bastante bajón.

Me quedan los tres originales
que van juntos en la segunda mitad,
dos de John y uno de Paul.

Dentro de la factoría Lennon/McCartney,
los tres son indudablemente menores,
pero aún así se las arreglan
para proveer sumo disfrute
y dos de ellos vuelven a cargar
con una atmósfera de desencuentro
y tristeza bastante palpable.

I Don't Want To Spoil The Party
es mi preferida de los tres
gracias al inolvidable middle-eight
(¿O estribillo? Estas estructuras...)
cantado a dúo por John y Paul
que otorga un rapto de energía
a lo que venía siendo un suspiro
reposado, acústico y tranquilo.

Every Little Thing, también de John,
podría pasar por una balada romántica
más de no ser por
la ESTUPENDA melodía que tiene,
mientras que la atípica
What You're Doing de Paul
se destaca especialmente
por su sonido de guitarra
que, para mís oídos,
predice a los Byrds
con un año de anticipación,
sin contar que la melodía
es nuevamente memorable.

No es Can't Buy Me Love, pero es memorable de todas formas.

Hay material realmente muy bueno intercalado en este disco,
sin embargo la presencia de covers no demasiado notables
lo terminan convirtiendo en una experiencia inconsistente y muy desigual;
mientras que algunos de los originales indican claramente
que los Beatles siguen yendo para arriba,
los covers hacen pensar en un grave estancamiento.

Como sea, no se trata realmente
del disco más flojo de los Beatles;
lo prefiero claramente sobre Plase Please Me
y no encuentro mayor diferencia
con respecto a With The Beatles.

Si te gustan los Beatles tempranos,
que DEBERIAN GUSTARTE,
pues no hay ningún motivo para omitir este disco.

Por cierto, la foto de cubierta

¿No parece sacada de un entierro o algo así?

Faaa!! El toque de alegría juvenil que le faltaba a For Sale!!!

Help! - 1965

1) Help!;
2) The Night Before;
3) You've Got To Hide Your Love Away;
4) I Need You;
5) Another Girl;
6) You're Going To Lose That Girl;
7) Ticket To Ride;
8) Act Naturally;
9) It's Only Love;
10) You Like Me Too Much;
11) Tell Me What You See;
12) I've Just Seen A Face;
13) Yesterday;
14) Dizzy Miss Lizzy.

El quinto álbum de los Beatles
podría bien ser llamado "de transición".

En la superficie, Help!
es otra colección más
de impecables y limpitas gemas pop
con melodías pegadizas, ritmos bailables y letras banales,
tal como lo es cualquiera de los cuatro LP's anteriores.

Sin, embargo, una mirada más profunda y analítica de la música
nos permite observar claramente algunos indicios, pequeños aún,
de que los Beatles intentan moverse hacia terrenos
cada vez más complejos, innovadores y trascendentes...

Ojo! Diría que todavía no hay nada en Help!
que pudiera inducir a los oyentes de 1965
a anticipar la grandiosidad aplastante
de cosas como Revolver o Sgt. Pepper's;
este álbum tiene definitivamente
más de los Beatles de I Want To Hold Your Hand
que de los Beatles de A Day In The Life,
sin embargo... hay cosas;
un ejemplo clásico está
en el arreglo de cuerdas de Yesterday,
que si no me equivoco representa
la primera irrupción de instrumentación clásica
en un tema pop... vaya si una cosa así no es influyente,
sino pregúntenle a Brian Wilson.

Otro aspecto destacable
aparece en el obvia madurez de algunas letras:
Yesterday, Help! y You've Got To Hide Your Love Away
ostentan temas líricos oscuros, tristes y desesperanzados
que nunca podrían haberse hecho lugar
en álbumes como A Hard Day's Night.

Ok, casos así todavía son la excepción más que la norma;
el resto de las canciones, pues sí, mantienen
la onda adolescente y liviana de siempre
(consultar Another Girl y You're Going To Lose That Girl
para obtener la definición explícita de "banal"),
pero los pequeños despuntes de inteligencia
en las mencionadas excepciones contrastan bastante.

Más allá de estos reducidos ribetes,
no esperen nada muy diferente de lo que han oído en For Sale.

1965 fue, entre otras cosas, el año del "folk-rock".

Los Byrds, influenciados notoriamente por los Beatles,
sacan al mercado su trascendental Mr. Tambourine Man y Dylan,
si bien "traiciona" sus raíces folk
enchufándose a la eléctrica en Bringing It All Back Home,
empieza con una serie de obras maestras
que lo mantendrán en la cima por un par de años.

Los Beatles, curiosamente,
también entran en esta onda,
y eso se nota a las claras en Help!.

En comparación con los álbumes anteriores,
todos bulliciosos, rockeros y hasta fiesteros
(quizá quitando For Sale),
este quinto álbum suena agradablemente
bucólico, campestre y acústico,
con un sutil aire de calma y sencillez
en casi todas las canciones
que remite muchísimo al folk americano.

Sí señores, Help! es primordialmente
un álbum de folk-rock,
donde las guitarras acústicas
son el elemento predominante,
sumándose a simpáticos pianos honky-tonk
(The Night Before, You Like Me Too Much, Tell Me What You See).

Si aparece una guitarra eléctrica,
lo hace apenas para proveer evidentes matices country
(como en Another Girl o Act Naturally),
sin caer, salvando excepciones como Lizzy y Ticket To Ride,
en los tormentosos ataques de antaño.

Esta característica hace de Help!
un álbum más bien único en el canon de los Beatles,
y le agrega un encanto muy especial
que me hace preferirlo
por sobre cualquiera de los cuatro LP's previos
(aunque A Hard Day's Night ofrece durísima competencia).

Al ser Help! un paso adelante,
cabe deducir que sus puntos más altos
marcan un nuevo estándar para los Beatles.

Sin embargo,
así como sus mejores canciones son FANTÁSTICAS,
sus momentos menos estelares se revelan como obvio relleno.

En este sentido, el análisis tema por tema,
Help! pierde un poco de peso.

Las mejores canciones sin duda
se ubican en la primera mitad,
utilizada como banda sonora de la película
que lleva el mismo nombre del álbum y la cual no vi.

La canción Help! es uno de los tantos clásicos del grupo
y mi opción irrenunciable a la hora de elegir mi número favorito del disco.

Los brillantes arreglos vocales de esta canción,
con esos juegos de contrapunto y llamada-respuesta de Paul y John,
siempre me dejan boquiabierto; y el estribillo,
con esa estupenda línea de guitarra heavy descendente
y el inmortal falsete de John
de "Won't you pleaaaase, pleaaase help me"
es sencillamente clásico.

Nunca jamás de los jamases
podría cansarme de esta canción.

La magnífica gema pop de Paul
The Night Before es casi tan genial,
más que nada gracias
a una melodía vocal EXUBERANTE
que demuestra por enésima vez
la superioridad melódica de McCartney,
y ni hablar de su estupenda performance vocal.

Unos excelentes (e inéditos) teclados jazzeros
completan el panorama de una las absolutas joyas del álbum.

Claro, The Night Before sigue siendo tonta
desde un punto de vista lírico;
para contrarrestarla
llega el contrapunto de reflexión de Lennon,
con la trascendental You've Got To Hide Your Love Away,
una simplísima tonada puramente acústica
que se constituye como la más evidente
y lograda muestra de las influencias de Bob Dylan en John.

No me cuesta NADA imaginar al buen Bob
cantando esta gema en uno de sus álbumes del período folk.

Claro que para recordarnos que estos son los Beatles y no Dylan,
se les ocurrió meter como coda un arreglo de ¡FLAUTAS!

Cualquier otro grupo de rock hubiera caído en lo previsible,
metiendo un trillado solo de armónica o algo así,
pero los Beatles son cabrones y quieren diferenciarse.

De hecho, creo que nunca más John Lennon
volvió a usar la armónica,
lo cual demuestra hasta que punto
quiso olvidarse del pasado
de Little Child y Should Have Known Better.

You've Got To Hide Your Love Away
contiene además la primera letra polémica
de la carrera de los Beatles,
con sus sugerentes ambigüedades
que permiten leerla
como una compasiva y condescendiente
oda a la homosexualidad,
quizá inspirada en el manager de los Beatles
Brian Epstein (un puto de aquellos),
quien en algún momento previo a la grabación del álbum
tuvo una especie de "enamoramiento" de John
(Prefiero omitir detalles de lo que, supuestamente, pasó entre ellos).

Luego de un par de álbumes de silencio,
George vuelve a ofrecer una composición propia:
la decentísima I Need You,
que si bien suena un poco famélica de arreglos,
contiene una guitarra de pedal muy agradable.

A partir de Help! George sería
un contribuyente constante en los siguientes álbumes.

A continuación, para aligerar el peso lírico de Help!
tenemos dos decentes e irresistibles números pop
Another Girl y You're Going To Lose That Girl.

Letras complejas e intelectuales como
"She's sweeter than all the girls /
And I've met quite a few /
Nobody in all the world /
Can do what she can do"
se mezclan con algunas melodías
ABSOLUTAMENTE clásicas
(especialmente Another Girl, mi preferida de las dos)
para darnos los últimos sorbos de diversión adolescente y boba
antes de la seriedad aplastante que vendrá en Rubber Soul.

Todo esto antes del segundo highlight MAYOR del álbum.

Ticket To Ride es otro de los clásicos eternos paridos por este álbum.

Los arreglos de este magnífico estandarte del pop rock
gritan "SOY ORIGINAL" a los cuatro vientos.

El riff de Paul (esta vez a cargo de la guitarra principal)
es fenomenal, y el innovador toque de batería (ideado también por Paul)
demuestran de entrada que esta no es una canción más.

Pero, obviamente, también
está la arrolladora melodía
y las arrebatadoras armonías.

Ticket To Ride demuestra, a mi juicio,
la total validez de la primera etapa de los Beatles.

Esta canción también es famosa
por el GROSERO error gramático
que se mandan al cantar "She don't care".

Cualquiera sabe que debería ser "She DOESN'T care",
y mucho más una persona nacida en Inglaterra.

Pero qué se le va a ser:
Liverpoolenses brutos y primitivos,
eso es lo que son.

De más está decir que este detalle,
siendo argentino, me importa
TRES PEPINOS y DOS LIMONES.

A partir de acá el álbum
entra en un desbarranque general.

No digo que Act Naturally, It's Only Love,
You Like Me Too Much y Tell Me What You See
sean MALAS ni nada de eso,
pero en comparación a lo que veníamos oyendo
es como que empiezan
a repetir mucho y a hacerse redundantes.

No obstante, cada una tiene su redención.

Act Naturally, por ejemplo,
no es más que un ingenuo
y liviano cover de country & western
(con una letra ESPANTOSAMENTE BOBA
sobre el mundo de Hollywood)
incluido para que Ringo cante un poco
que, sin embargo, es superior a cualquiera
de los números de anteriores del baterista.

Me gustan especialmente las armonías de Paul.

It's Only Love es casi un clon
de You've Got To Hide Your Love Away,
y sale desfavorecida en la comparación,
pero tiene una melodía soberanamente buena.

John Lennon, su autor, siempre la odió, pero yo no.

La segunda intervención de George,
You Like Me Too Much, es linda e irrelevante,
con un middle eight delicioso,
más arreglos de teclados eléctricos tocados por John
(en el parlante izquierdo, bastante rudimentario el tipo)
y un divertido solo de piano de George Martin.

El siguiente tema de Paul y John,
Tell Me What You See
es casi idéntico y no sobresale gran cosa,
con su pista rítmica rutinaria y de un solo acorde.

Solo cuando aparece esa intensa armonía vocal
cantando "Teeeell Meeee Whaaat Yooou Seeee"
y entra Paul con un magnífico gancho en el teclado eléctrico
la cosa parece tomar un poco de color.

Las cosas despuntan sobre el final con dos temazos de Paul.

Uno es el fantástico número country I've Just Seen A Face,
tocado y cantado a una velocidad frenética,
repleto de deliciosos floreos acústicos
y coronado por un estribillo armónico hermoso.

Como semejante joya no fuera suficiente,
Paul nos entrega inmediatamente
uno de los máximos clásicos de la música popular
en Yesterday, con una melodía que lisa y llanamente
no tiene tiempo ni lugar, es universal.

No voy a ponerme a describir la canción;
la única razón posible para que
no la hayas escuchado nunca
es que seas un TOPO ENTERRADO
CIEN KILÓMETROS BAJO TIERRA...
y como un topo en esas condiciones
no podría estar leyendo estas líneas,
asumo que ya escuchaste la canción.

Lo curioso es el mismo Paul
se avergonzaba de Yesterday
porque no tenía nada que ver
con el espíritu "rockero" del grupo.

Las masas no le dieron la razón
y la recibieron como el máximo clásico
de la música popular del siglo XX.

En todo caso, Paul mismo
perdió la vergüenza rápidamente,
como lo atestiguan sus Michelle
y Here There And Everywhere.

Lo sorprendente es que McCartney
grabó I've Just Seen A Face,
Yesterday y I'm Down EN EL MISMO DIA.

A eso yo le llamo versatilidad.

En efecto, no les hubiera venido mal
incluir el lado B I'm Down
como cierre del álbum,
ya que el cover rockero de Lizzy Miss Lizzy
es extremadamente ordinario y regresivo,
que casi no tiene nada que ver
con la inventiva que los Beatles
venían mostrando hasta entonces.

I'm Down o incluso la similar Bad Boy
(hallables en Past Masters 1) me gustan más.

En fin, este podría ser considerado
el último álbum de la "etapa temprana" de los Beatles,
antes de Rubber Soul, que es el primero de la "etapa tardía".

Si vas a incursionar en la primera etapa,
Help! es la elección más recomendable para empezar.

Rubber Soul - 1965

1) Drive My Car;
2) Norwegian Wood (This Bird Has Flown);
3) You Won't See Me;
4) Nowhere Man;
5) Think For Yourself;
6) The Word;
7) Michelle;
8) What Goes On;
9) Girl;
10) I'm Looking Through You;
11) In My Life; 12)
Wait; 13)
If I Needed Someone;
14) Run For Your Life.

Empecemos con una declaración de principios:
Rubber Soul es uno de los álbumes
más importantes, memorables e influyentes
de toda la historia del rock.

TODO lo que has oído sobre este álbum es verdad:
representa un salto cualitativo GIGANTE
con respecto a lo que los Beatles,
y todos los demás grupos de rock,
venían produciendo hasta el momento,
tanto en el aspecto compositivo
como en la creatividad de los arreglos musicales.

Más de uno se preguntará por qué tanto aspaviento
con lo que en definitiva no es más que otra colección
de números pop melódicos de dos minutos y medio de duración.

Es verdad: Rubber Soul no se aparta sustancialmente
de la fórmula “pop” que hacía a álbumes anteriores
como, por ejemplo, Help! y está claro
que para cosas como I Am The Walrus
todavía falta un trecho.

No: no es que Rubber Soul
haya puesto patas para arriba
al limitado mundo del rock
como sí lo harían
más adelante Revolver y Pepper’s.

El gran asunto es que esta vez,
esa fórmula “pop” es llevada por John, Paul y George
a un pico de consistencia, perfección y madurez
NUNCA ANTES alcanzado con anterioridad
y, creánme, pocas veces igualado desde entonces.

Con Rubber Soul
el rock ya no da la impresión
de ser un pasatiempo efímero,
sino algo verdaderamente atemporal,
algo que de a poco empieza a llamarse “arte”.

Los arreglos, las melodías, las letras...
todo suena en mis oídos tan fresco y potente
como si el disco hubiera sido publicado ayer.

Si estamos hablando de puro pop,
Rubber Soul es sin lugar a dudas
el mejor álbum jamás grabado.

Y en todo el año 1965,
sólo el Bringing It All Back Home de Dylan
puede ofrecerle algo de competencia.

Es así: cuando los Beatles hacían las cosas bien
ponían en ridículo a casi todo el mundo.

Rubber Soul es la primera manifestación completa
de la maduración que los Beatles venían insinuando ya desde Help!,
tanto musicalmente como líricamente.

Las canciones siguen siendo de amor
(algo que no tiene nada de malo por cierto)
pero la mayoría de ellas tiene un sentido
mucho más profundo que los anteriores
nena-cómo-te-amo-cómo-te-necesito-ven-conmigo
y todo ese tipo de cosas.

Nada de eso; ahora las letras
con respecto a las mujeres
son severas, reflexivas
y marcadas por la decepción
y la melancolía, sobre todo
en I'm Looking Through You,
You Won't See Me y Girl.

Evidentemente los Beatles,
imbuidos por Bobby Dylan,
quieren DECIR ALGO con su arte,
no simplemente tocar hermosa música.

Aunque la “hermosa música”
no queda exactamente en un segundo plano:
si las los temas de las canciones indican madurez y preocupación,
la música indica que ya nada en el rock volvería a ser como antes.

Esta música es excelente, soberbia, ATEMPORAL.

Muy por encima
de cualquier cosa hecha con anterioridad
por CUALQUIER grupo en el mundo.

¿Qué sobresale?

En primer lugar, las armonías vocales:
Rubber Soul nos entrega las mejores armonías vocales
que encontrarás en un álbum de los Beatles,
al punto de que TODAS las canciones
tienen algún gancho armónico
que te volará los sesos si escuchas con atención.

En segundo lugar, los arreglos son imaginativos y melódicos a más no poder:
desde la cítara (sitar) de Norwegian Wood hasta el solo de piano de In My Life,
los Beatles nos entregan esos truquitos y cositas que elevan el
deleite de su música
a alturas que otros grupos jamás serían capaces de lograr.

Y lo más importante es la consistencia:
Rubber Soul es el primer álbum de la historia del rock
que realmente puede considerarse una seguidilla de clásicos
antes que un par de singles poderosos rodedados de relleno.

Con este álbum, el mundo del rock
se orienta definitivamente al LP (en vez del single)
y los artistas comienzan a concebir sus álbumes
como productos íntegros y redondos
donde nada puede darse el lujo de sobrar o faltar.

¿Por dónde empezar?

Realmente no hay un solo mal momento aquí.

Bueno sí, What Goes On
es un número country-rock un tanto pálido
que pertenece más a Help! y que, se me ocurre,
fue compuesta sin demasiado esfuerzo
para que Ringo tenga su aparición vocal.

Supongo que la canción no es un desastre
pero está claramente por debajo
del resto de los temas del álbum
en tanto su melodía es bastante ordinaria
y los arreglos de guitarras
un tanto torpes no entregan grandes maravillas.

Pero EL RESTO, el resto simplemente
pone en evidencia que los álbumes de los Beatles
parecen verdaderos compilados de obras maestras,
una detrás de la otra.

Empecemos por el principio:
el excelente soul-rock Drive My Car
da el puntapié inicial con un riff FORMIDABLE
donde el poderoso bajo de Paul sorprende de entrada
con una prominencia inusual.

La canción, acerca de una chica MUY IDIOTA
que se cree lo más, simplemente ROCKEA,
con un piano blusero increíble y un estribillo perfecto
que se te meterá bajo la piel.

El rosario de clásicos continúa
con la oscura Norwegian Wood (This Bird Has Flown),
hermosa más allá de lo que las palabras pueden explicar.

El clásico sitar de Harrison marca la primera aparición
de un intrumento hindú en un disco de rock,
y vaya si esta innovación tuvo consecuencias.

Más allá de su aspecto innovador,
esta creación de Lennon
es una obra maestra de la insinuación,
la ambiguedad y la ironía
(“I once had a girl / Or should I say she once had me?” ¡¡¡Qué frase!!!).

La historia difusa, ambivalente y perturbadora,
sobre un tipo que supuestamente
incendia la casa de una chica
que se había negado a acostarse con él,
es narrada con maestría
en sólo dos perfectos minutos
de espectaculares guitarras acústicas,
una melodía que te va a poner la carne de gallina
y algunas de las armonías vocales más delicadas
que John y Paul jamás crearan.

Mi favorita del álbum, sin lugar a dudas.

Por algún motivo, cada vez que la escucho
siento que puedo ponerme a llorar de emoción
(algo que casi nunca hago, por cierto).

Pero por más perfecta que pueda sonar Norwegian Wood
el mundo no se acaba aquí muchachos, no, la cosa sigue.

La fantástica You Won't See Me, de Paul,
es más puro pop Beatle,
con juegos vocales de otro planeta
y una de esas melodías tan originales y adictivas
que hay que escuchar varias veces para poder creerlas.

John continúa con la notable Nowhere Man,
la primera canción de los Beatles
cuya letra no tiene nada que ver con el amor.

"He's a real nowhere man,
living in his nowhere land,
making all his nowhere plans for nobody"

... Influencias de Dylan seguramente,
pero más allá de esto la música vuelve a ser hermosa,
a través armonías y arreglos con los que Dylan solo podría soñar.

Después llega uno
de los mejores temas jamás compuestos por George,
y también uno de los más infravalorados del álbum;
la memorable Think For Yourself,
un excelente pop cargado
con una instrumentación heavy distorsionada
y algunas de las armonías vocales
más complejas y deliciosas
jamás concebidas por grupo de rock alguno.

The Word sigue
con el nivel ridículamente alto del disco
en un frenético himno de John,
con un inolvidabe órgano Hammond de alto voltaje
y uno de los ganchos más irresistibles
del álbum en la parte que cantan
"It's so fine / It's sunshine".

Después llega de la mano de Paul el clásico de clásicos Michelle.

Lamentablemetne, esta canción
es criticada por algunos por su letra meliflua y light,
y utilizada por muchos otros como principal prueba
de que Paul componía “baladitas cursis y sentimentaloides”.

La verdad no sé que tiene esa gente en sus podridos cerebros:
la deliciosa melodía, las excelentes líneas de guitarra
y las atrapantes notas del bajo hacen suficiente mértito
como para enterrar esas críticas idiotas
unas bajo una capa de cemento de diez leguas.

Y las líneas en francés que canta Paul son fenomenales.

El mencionado tema cantado por Ringo,What Goes On
aparece después para evitar que Rubber Soul sea perfecto
pero Girl es otro tema melódico increíble de triste melodía
y arreglos exquisitos, con una parte de clavicordio incluida.

El clásico de Paul I'm Looking Through You
es otra gema melódica con atrapantes ganchos acústicos,
una letra sorprendentemente dura y agresiva de Paul,
(Demostrando que no siempre era tan “sentimental”)
y partes de órgano tocado por... ¡Ringo!.

La tradicional favorita In My Life
es un desgarrador y hermoso canto de John
a los amigos y lugares que quedaron en nuestra infancia.

Es la canción nostálgica por antonomasia,
ideal para escuchar cuando nos ponemos
a recorrer con la memoria aquellos años más felices
que ya no volverán nunca más.

Tiene armonías bellísimas
y un pseudobarroco solo de piano de Martin
que te volará la cabeza.

La infravalorada Wait es otra buena canción,
quizá un poco por debajo del resto por su letra pedestre,
pero que funciona nuevamente
gracias a las deliciosas armonías vocales.

George Harrison vuelve a la escena
con la ESPECTACULAR If I Needed Someone,
una vibrante joya del pop agraciada por un riff exquisito
(prestado generosamente por los Byrds y su Bells Of Rhymney),
cargada con imposibles armonías vocales y atragantada ganchos melódicos.

El disco cierra de manera soberbia aunque simplona,
con la salvaje Run For Your Life,
un tema pop rápido y acústico,
con una espeluznante letra misógina de John
(“I’d rather see you dead little girl / Than to be with another man”)
y un estribillo armónico INSANAMENTE pegadizo
que te va a hacer girar la cabeza como si fuera un trompo.

Maravilloso álbum. No se por qué
la primera vez que lo escuché
no me atrapó demasiado...
quizá porque no lo hice con atención
o porque las melodías y armonías
eran DEMASIADO creativas
como para absorber en una escuchar.

Es inútil... los Beatles son imbatibles.

Tanto que no importa todo lo que me gusta
Between The Buttons de los Stones,
cuando escucho este disco (dos años anterior)
me da casi vergüenza por Jagger y Cía.

Armonías vocales de seis estrellas,
melodías despiadadamente hermosas,
estribillos de otro planeta y letras maduras
conforman uno de los mejores álbumes de los Beatles
y, por ende, uno de los mejores jamás grabados. Punto.

Revolver - 1966

1) Taxman;
2) Eleanor Rigby;
3) I'm Only Sleeping;
4) Love You To;
5) Here, There And Everywhere;
6) Yellow Submarine;
7) She Said She Said;
8) Good Day Sunshine;
9) And Your Bird Can Sing;
10) For No One;
11) Doctor Robert;
12) I Want To Tell You;
13) Got To Get You Into My Life;
14) Tommorrow Never Knows.

Empecemos con otra declaración de principios:
Revolver es, sin duda, uno de los dos o tres discos de rock
más inspirados de todos los tiempos.

¿Competencia? Sí claro, cómo no.

Nuevamente se abre el telón
y el aceitadísimo, insuperable,
universo pop de Rubber Soul
se reinventa milagrosamente
con crujientes guitarras eléctricas,
más orquestaciones de instrumentos raros
y una notable, paulatina,
aunque aún comedida, flema psicodélica.

El resultado es, simplemente,
uno de los cinco mejores (si no el mejor)
y más influyentes álbumes de rock
jamás grabados y lo digo en serio.

Es un disco que entrega algunos grandes clásicos de los Beatles,
pero aquellos que no han llegado a serlo no tienen nada que envidiarles;
no hay ninguna canción débil en este LP.

Lo digo literalmente: todos los temas son joyas:
aún en los mejores discos de la historia
hay algún que otro relleno,
pero acá NO HAY NINGUNO.

Poné el dedo aleatoriamente
sobre cualquier parte de la contracubierta del CD
y estarás señalando una canción genial.

Explicar la grandeza de Revolver
es, a priori, sencillo: para mí,
representa el más perfecto equilibrio
entre lo experimental y lo accesible;
entre lo innovador y lo placentero;
entre lo que rompe fronteras
y lo que deleita al oído.

Dos tendencias en apariencia opuestas,
de pronto sublimadas en una sola colección de temas
de una forma tan INVEROSÍMIL
que la fe en este caso no sirve para nada:
hay que escuchar para creer.

En superficie, la fórmula parece ser la misma:
catorce pequeñas canciones,
ninguna superando los tres minutos de duración,
que se suceden una detrás de otra
sin demasiada relación recíproca.

¡La misma descripción que se aplica
a TODOS los álbumes anteriores!

Sin embargo, la forma en que Revolver
utiliza esta vetusta plantilla
para hacer emerger una cantidad PASMOSA
de humores, sensaciones, melodías, trucos,
innovaciones, armonías vocales,
atmósferas, géneros y variantes
es algo que me deja SIN HABLA
todas y cada una de las veces que lo escucho.

TODAS Y CADA UNA DE LAS VECES QUE LO ESCUCHO.

Para sintetizarlo de alguna manera,
los Beatles escriben catorce EXCELENTES gemas pop
y las impregnan con un mosaico de arreglos DEMOLEDORES
que entretienen al máximo y al mismo tiempo empujan todo tipo de fronteras.

Y acá se me hace imprescindible aclarar una cosa:
cuando hablo de este "equilibrio"
alguno podrá pensar en términos de "a mitad de camino".

Es decir, como Revolver consigue un equilibrio
entre vanguardismo y calidad pop,
se puede concebir que,
a pesar de fundir iguales dosis de ambas cosas,
no sea especialmente sobresaliente en ninguna.

Craso error.

Si hablamos de calidad, accesiblidad, belleza, melodías, etc,
Revolver puede ser considerado TRANQUILAMENTE
como el mejor álbum pop de la historia (Pet Sounds tu vieja).

Si hablamos de innovación,
Revolver también puede ser caratulado
como uno de los discos más revolucionarios
y rompe-barreras de todos los tiempos.

Algunos críticos, para admitir
que una obra musical "empuja fronteras"
necesitan cosas totalmente bizarras,
extremas, inescuchables como, por ejemplo,
Trout Mask Replica de Captain Beefheart. Yo no.

Yo puedo decir que Revolver,
siendo como es un álbum de rock/pop
totalmente adictivo y pegadizo,
contiene más innovaciones compositivas
de las que muchos otros grupos podrían imaginar.

¿Pruebas? ¿PRUEBAS?
¿Qué más pruebas que la primera canción pop
íntegramente orquestada con un cuarteto de cuerdas? (Eleanor Rigby);

¿O preferís la primera canción pop
íntegramente arreglada con instrumentos hindúes? (Love You To);

¿Por qué no hablar del primer solo de guitarra al reverso jamás
grabado? (I'm Only Sleeping);

¿Qué decir de la primera canción para niños incluída en un álbum de
rock? (Yellow Submarine);

¿O querés escuchar a Lennon inventando a los Chemical Brothers en dos
minutos y medio? (Tomorrow Never Knows).

Creo que es suficiente.

Pero... Ay! Estas interesantes novedades técnicas
constituyen apenas la punta del iceberg.

La PUNTITA MUY CHIQUITA del iceberg.

Si Revolver fuera tan solo un vehículo
para cinco o seis innovaciones técnicas,
mi revisión sería mucho más fácil
y me iría a dormir ahora mismo.

Pero no; la cosa funciona en varios niveles.

En el plano emocional, el álbum otorga
una resonancia inédita para los Beatles,
transitando desde la más contagiosa alegría
de Good Day Sunshine y And Your Bird Can Sing
hasta la más deprimente oscuridad
de Eleanor Rigby y For No One,
pasando por la ira mordiente de Taxman,
el romanticismo llano de Here There And Everywhere,
la inocencia de Yellow Submarine
y la acidez incomparable de I'm Only Sleeping y Doctor Robert.

En el plano musical, los Beatles despliegan
un impresionante abanico de influencias, matices y arreglos,
tan impecablemente ejecutados
que, a diferencia de muchas obras contemporáneas
(incluyendo los dos siguientes LP's de los Beatles),
Revolver no suena NI UN ÁPICE
como "un producto de su época".

Es un producto moderno, universal, de todas las épocas,
y si me dicen que fue publicado ayer me lo podría creer sin problemas.

Acá los Beatles siguen intentando de todo y todo les sale bien...
el music-hall de Good Day Sunshine,
el soul de Got To Get You Into My Life,
el garage-rock de Taxman,
la psicodelia onírica de She Said She Said,
el clasisismo de Eleanor Rigby,
el proto-techno de Tomorrow Never Knows...

En fin, una verdadera proeza de le versatilidad.

La conclusión es que, si de saltos hablamos,
Revolver es, a mi entender,
un salto mucho más importante
que el de Rubber Soul y el de Sgt. Pepper's.

Vamos pues, tema por tema.

Revolver es el primer (y último) LP de los Beatles
que abre con un tema de GEORGE.

Y qué buena, buena, buena idea.

Los susurros extraños
y el conteo del comienzo de Taxman
transmiten ese tipo sensación
de que algo increíblemente
fresco, original y excitante está por ocurrir.

Y eso es justamente lo que ocurre:
se trata de la primera
(y casi la única) canción política de los Beatles,
alzándose en un brutal manifiesto
contra el sistema impositivo británico.

La rabia se siente en los surcos,
pero a través de ganchos increíbles
que sumergen al oyente en el goce total...
el magnífico ritmo funky,
la melodía simple pero punzante,
el abrasivo solo de guitarra de Paul
que entra pateando culos a granel,
las irresistibles vocecitas "Ahhh Mr. Wilson, ahhh Mr. Heath"
y el perfecto middle eight de "If you cross de street..."
con las voces de John y Paul de fondo.

Inspiradísimo inicio de álbum.

Pero queda mucho, mucho más.

En seguida aparece Paul con Eleanor Rigby,
un buen contraargumento para todos los estúpidos
que acusan a Paul de azucarado
y empalagoso compositor de cositas poppy.

Eleanor Rigby es, simplemente,
una de las canciones más deprimentes,
tristes y profundamente desesperanzadas
que se hayan hecho.

Su letra es sencillamente desgarradora
(sobre todo cuando uno puede sentirse identificado
con la soledad de los personajes creados por Paul)
y la melodía es hermosa
más allá de lo que las palabras puedan expresar.

Los arreglos de cuerda que la enmarcan son fenomenales
y transmiten muy bien la tristeza del tema
y todo cierra con uno de los golpes maestros
más memorables que hayan producido los Beatles:
juntar simultáneamente los temas
de "Ahhhhh look at all de lonely people"
con el de "All the lonely people, where do they all come from?"
en una gloriosa, celestial, culminación de tristeza y olvido
que pondría en la lista de cosas que me harían llorar si tuviera esa costumbre.

I'm Only Sleeping es una brillante canción de Lennon
sobre el ácido que bien puede tomarse por cómo nos sentimos
cuando estamos plácidamente durmiendo y algo chillón y molesto nos despierta.

La melodía es extraordinaria y los arreglos vocales que la respaldan
me dejan sin respiración, sobre todos los fantásticos
uuu, uuu, uuu que se escuchan mientras John canta
"Please, don't wake me / No, don't shake me / Leave me where I am /
I'm only sleeping)

¿Es posible que esos uuuuuu sean obra de seres humanos? Me temo que no.

Entonces llega otro tema de Harrison
en la forma de pastiche de sítaras y tablas en Love You To
y es aquí donde el consenso del álbum empieza a declinar.

Muchos han criticado la canción
como un aburrido y fallido experimento hindú de George.

Yo les diría a esos muchachos
que escuchen mejor la próxima vez,
que presten atención y que se den cuenta
cómo Love You To realmente
ROCKEA!!!! ROCKEA POR EL AMOR DE DIOS...
CON INSTRUMENTOS HINDÚES!!!!!!!

El tono que consigue George cuando canta
"Make love all day long, make love singing songs"
es absolutamente demoledor,
y solo se trata de un miserable conjunto de música hindú.

Demás está decir que lo considero lejos
la mejor incursión de George en este género.

Seguimos con Here There And Everywhere... y qué tenemos?

Una melodía espectacular,
una letra de amor sencilla pero hermosa
(como todas las letra de amor:
cuando son sencillas tienden a pegar más).

Y entonces llega uno de los dos temas del álbum
que no me dejan 100% satisfecho.

Yellow Submarine es una de las canciones más famosas del álbum
pero hay varias cosas que no terminan de convencerme de ella:
en primer lugar, la voz de Ringo suena demasiado torpe;
en segundo lugar la melodía y la letra son demasiado infantiles
y yo ya tengo veinte años, como que no me la banco mucho.

En todo caso debo admitir que el estribillo es sumamente pegadizo
y que como canción infantil, pues sí, funciona como otra genialidad.

She Said She Said
pasará a la historia como el primer "viaje" de John,
y lo más probable es que sea el mejor:
un tono de guitarra eléctrica increíble,
una melodía que llena los oídos de delicia y armonías
que ponen los pelos de punta.

Good Day Sunshine, abriendo la segunda parte,
no es peor: después de deprimirnos con Eleanor Rigby,
Paul nos levanta el ánimo con el tema más alegre que escuché en mi vida.

El que no tiene ganas de sonreír
y sentirse reconfortado con este piano-pop
es porque está por suicidarse.

Lo creo particularmente adecuado
para escuchar el día en que uno se pone de novio
con la chica que más ama en el mundo
(algo que por desgracia todavía no me ocurrió)...
creo que la combinación de ambas cosas sería para levitar.

And Your Bird Can Sing
fue condenada por John Lennon
como un relleno intrascendente...

¿Qué querés que diga John? ¡Qué boludo!

Quizá no se daba cuenta de que escuchándola
se atestiguan las más asombrosas
y perfectas armonías vocales jamás grabadas,
además de una de las más memorables líneas de guitarra de George.

De la mano de Paul, VOLVEMOS a terreno oscuro con For No One.

¿Qué decir de esta?
¿Qué es una de las canciones de amor más devastadoras que existen?
¿Que su melodía, sobre todo en el estribillo es tan hermosa que dan
ganas de llorar?

No sé, pero seguramente esté entre las cinco mejores canciones de Paul
de su vida.

¡Cuánta belleza, cuánta emoción en apenas dos minutos de música!

Doctor Robert es frecuentemente señalada
como uno de los rellenos del álbum, pero no veo por qué:
el mismo tono eléctrico fascinante de She Said She Said,
un riff de primera (similar al de Run For Your Life)
e insuperables armonías vocales,
aparte de una divertida letra irónica
sobre un doctor que trafica drogas.

Después de tanta genialidad
I Want To Tell You (de George, otra vez)
pareciera no sobresalir gran cosa,
pero de ninguna manera desentona,
sobre todo gracias su brillante, clásico riff
y las asombrosas disonancias en el piano
que convierten un número pop
tradicional y corriente en algo relativamente insólito.

El rocker con sabor a soul
Got To Get You Into My Life,
otra vez de Paul, es una de mis favoritas;
todo en ella funciona de maravilla.

La melodía es inolvidable,
la letra expresa con palabras sencillas
todo un mundo de sensaciones sobre el enamoramiento
(Aunque hace poco Paul admitió que la letra está referida a las drogas)
y los arreglos de bronces son magníficos,
pero cuando sobre el final entra la guitarra eléctrica
con un riff de la reputamadre,
ahí el tema me vuela la cabeza A PATADAS.

Para cerrar esta joya de disco,
como si todo lo anterior
no fuera suficiente como para pasar a la historia,
los Beatles nos guardan nada menos que Tomorrow Never Knows,
y acá sí los Beatles terminan de mandar todo a la m****.

A ver, a ver... ¿Cómo se define una cosa así?
¿Escucharon alguna vez LA LOCURA que es este tema? ¿No?

¿No se sentaron nunca a escuchar con detenimiento LO ENFERMO que es este tema?

Pues sepan que cualquier retórica que yo pueda ensayar
se revelaría totalmente inocua en este caso.

Es algo así como una mantra bíblica,
diabólica, furiosa e hinchada de ácido,
con una melodía monocorde TERRORÍFICA de Lennon,
un ritmo de Ringo que podría compararse
con un monstruo de siete cabezas
y una SINIESTRA masa de cacofonías circundantes
que ni siquiera puede explicarse... MAN!

¡Esto es lo más jugado que jamás hayan hecho los Beatles
o, para el caso, cualquier grupo del momento!

Esto, por si no lo recuerdan, es 1966!!!

Dos años antes estaban cantando
cosas como Tell Me Why
y ahora caen con este delirio terrible
que prácticamente inventa la música electrónica
y que suena intimidante, moderna, AUN HOY.

Quiero ver cómo ponen esta canción en alguna discoteca...
quiero ver esas desarticuladas muecas de asombro fascinado.

Debo confesar que Tomorrow Never Knows tardó bastante en cautivarme;
es que luego de haber pasado por Revolver tantas melodías excelentes
y tantas letras que me rompían el corazón,
esta canción puede antojársele a uno un experimento mesiánico
interesante y revolucionario, pero superficial
y no un gran entretenimiento ni una gran canción.

Es cuestión de sentarse a realmente escucharla y preguntarse
si alguna vez hubo algo similar. Nunca. La respuesta es: NUNCA.

¿Necesito decir algo más? Creo que no.

Andá a comprar esto y si no te gusta... macho... desaparecé.

Seargent Pepper's Lonely Hearts Club Band - 1967

1) Seargent Pepper's Lonely Heart's Club Band;
2) With A Little Help From My Friends;
3) Lucy In The Sky With Diamonds;
4) Getting Better;
5) Fixing A Hole;
6) She's Leaving Home;
7) Being For The Benefit Of Mr. Kite;
8) Within You Without You;
9) When I'm Sixty Four;
10) Lovely Rita;
11) Good Morning Good Morning;
12) Seargent Pepper's Lonely Hearts Club Band (Reprise);
13) A Day In The Life.

Damas y caballeros: la vaca más sagrada entre las vacas sagradas.

El álbum más paradigmático, influyente y legendario del siglo XX.

No se bien qué hago tratando de analizar este pedazo de plástico en
unos pocos párrafos.

En cualquier caso, deseenme suerte.

Publicado a mediados de 1967,
Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band
representó una verdadera revolución artística,
no sólo dentro de la carrera de los Beatles
sino en todo el ámbito de la música popular.

El álbum se transformó casi instantáneamente
en uno de los mayores hitos del rock
y universalmente es reconocido como el mejor
(o uno de los mejores) de los Beatles
y de cualquier grupo en general.

Y el tiempo, ya están
por cumplirse cuarenta años de su edición,
no ha hecho más que fortalecer el mito.

Sí, así de grande es esta cosa.

Más grande que Dark Side Of The Moon,
más grande que Led Zeppelin 4,
es el álbum de art-rock por autonomasia.

Lo primero que quiero establecer,
sobre todo para algún desprevenido
que no lo haya escuchado,
es que Sgt. Pepper’s es,
desde un punto de vista estrictamente musical,
un álbum soberbio, fresco, potente y profundamente innovador.

En efecto, uno de los mejores jamás hechos.

No creo que haya forma plausible de negar esto:
los Beatles se hallan en el pico de su audacia creativa,
experimentando con trucos y géneros (y ácido)
de una forma reveladora que virtualmente
transformó su música irreversiblemente,
sin contar que las melodías
son tan excelentes como siempre
y los arreglos tan rompe-esquemas
(o más) que en el álbum anterior.

Ahora bien... todo lo maravilloso que quieran,
todavía no puedo legitimar del todo
la mística que lo rodea,
ni comprender como en general
se lo valora mucho más que otros
que indiscutiblemente
se encuentran a la misma altura (o más)
que como por ejemplo Revolver o Abbey Road.

En palabras más simples:
como todo álbum de rock
que alcanza semejantes niveles de mitificación,
está sobravaluado.

Es un álbum extraordinario, indudablemente,
pero no más extraordinario
que cualquier álbum selecto de los Beatles
o de los mejores grupos que acompañaban en la escena.

Como cualquier otro,
es un disco que escuchamos un par de veces,
nos maravillamos, y nos cansamos un poco después de un tiempo.

No hay que esperar la Novena Sinfonía del siglo XX
ni nada por estilo, sólo otro GRAN álbum de los Beatles,
con lo que eso significa.

A pesar del halo que lo rodea, Sgt. Pepper’s es humano.

Pero claro, el “halo” está ahí y alguna razón tiene que haber.

Es que Sgt. Pepper’s fue y será mucho más que un álbum de rock.

Fue una rebelión artística, un mojón cultural, un manifiesto social.

Dudo que en las mentes de los Beatles
hubiera mayor pretensión
que hacer un álbum de música creativa e innovadora,
pero de alguna forma occidente
lo digirió como un emblema de cambio,
de ideales, de renacimiento y de transgresión...
y así el álbum dejó su formidable marca indeleble,
impregnando el subconsciente colectivo de la juventud
en todos sus niveles y saturando las emisoras de radio.

En el momento de su publicación
Sgt. Pepper’s literalmente tomó las vidas
de los jóvenes seguidores del rock,
al tiempo que convencía a los más escépticos
de que el rock también podía ser arte
si era tomado con la seriedad necesaria,
si eran incorporados otros géneros
y si se trataba de iluminar nuevas sendas musicales

¿Por qué el mundo lo tomó así? Dificil que lo adivine.

Los Beatles ya eran la banda de rock más importante del mundo,
y se podría decir que Sgt. Pepper’s, con su cubierta pretenciosa
repleta de personajes ilustres y sus ínfulas psicodélicas y pseudorreligiosas,
acarreó un aura revolucionaria desde su mismo nacimiento.

El resto de la construcción la hizo la sociedad.

No me pregunten a mí, pues en ese momento
yo era un castor envejeciendo
en algún planeta lejano, si mi memoria no me falla.

Simultáneamente, se podría decir que, en el plano artístico,
Sgt. Pepper’s concientizó al mundo del ex-rock & roll
de que ya no había reglas ni límites
para la creación musical contemporánea;
los álbumes ya no serían una mera colección
de singles correctos, pegadizos y esquemáticos,
sino una verdadera plataforma
donde se podía verter toda la creatividad e imaginación posible
para crear nuevos y excitantes sonidos;
una cocktelera donde se podían mezclar y fusionar
los más variados géneros musicales con los más variados instrumentos;
un cimiento desde el cual se podían estructurar
verdaderos manifiestos artístico-sociales
y... bla... bla... bla ya saben cuál es el chamullo.

Sgt. Pepper's, encapsulando de forma acabada
y casi perfecta las directrices
que estaba insinuando la música occidental,
representa más que ningún otro el momento
en el cual el rock reclama la aspiración
a ser un movimiento cultural serio
y rompe barreras más allá
de su valor meramente comercial y de entretenimiento.

Así es, una verdadera biblia de la música contemporánea.

Pero claro, con todo
lo importantes que pueden ser estos honores,
lo esencial siempre será la música;
quedarse solamente en dicha trascendencia,
desconociendo que antes que nada
esto es un álbum de rock, es un error;
si este álbum ocupa el lugar que ocupa
es, además, porque cuenta con excelentes canciones.

A mi juicio el principal triunfo de Pepper’s
como revolución artística
es su sublimación perfecta
entre innovación vanguardista
y accesibilidad a las masas.

Comparativamente es posible
que entre el 66 y el 67
hayan salido álbumes
mucho más experimentales y oscuros,
como el álbum debut de Pink Floyd
The Piper At The Gates Of Dawn, ç
o los trabajos de Frank Zappa
como Freak Out! y Absolutely Free;
sin embargo mientras aquellos discos
se apartaban deliberadamente
de los formatos tradicionales
en pos de oscuros e indigeribles experimentos,
Sgt. Peppers es un triunfo de la experimentación sonora
contextuada en un formato pop corriente
que mantiene intacta la seducción melódica de siempre.

Todo el cotillón sonoro y vanguardista
está inserto en composiciones y melodías sin fisuras
y eso, a mi juicio, resulta siempre más meritorio
y, por supuesto, más atractivo.

Párrafo aparte merece la cubierta.

Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band
llama la atención desde un principio
por su arte de tapa tan distintivo
e inmediatamente reconocible;
es ya todo un ícono universal.

La imagen los cuatro Beatles
rodeados por una parafernalia colorinche
y abigarrada sintetizan con acierto
el clima psicodélico y multifacético del álbum.

La cubierta es la analogía perfecta
para la música que descubrimos en el interior.

Se caracteriza por contener
dentro de aproximadamente cuarenta minutos de música
una variedad de sonidos, melodías y otros adornos estrambóticos
nunca hallados en disco alguno; pasajes psicodélicos,
rock duro, música hindú, melodías circenses,
crescendos orquestales, melodías empalagosas etc.

En conjunto resulta
una obra de innegable originalidad
y pionera del rock progresivo.

Los Beatles fueron los primeros en muchas cosas
y en este album podemos ver al embrión del rock progresivo
y el punto de partida para casi todo acto de art-rock de la siguiente década.

En conjunto general el álbum la rompe.

Canción por canción, sin embargo,
tengo la convicción de que Sgt. Pepper's
exhibe una calidad de composiciones
inferior a las de Revolver y Rubber Soul.

Sé que algunos disentirán,
pero mientras que en Revolver
realmente todas las canciones son excelentes,
aquí nos encontramos con algunos números
que, voy a ser hereje, podrían caratularse como "relleno".

Me estoy refiriendo a aquellos en los cuales
la sana intención de innovar e incorporar
elementos no convencionales
sacrifica el hincapié en los ganchos melódicos
y la dinámica compositiva.

La primera canción
que me viene a la cabeza en este sentido
es Being For The Benefit Of Mr. Kite.

Los arreglos de esta canción son impecables
(y complejos: órganos circences, acordeones
y demás cositas afloran por doquier),
pero la melodía carente
de ganchos verdaderamente atrapantes,
la falta de armonías vocales
y la música tienden a dejarme frío.

Algo similar sucede
con el opus de Harrison Withing You Without You,
aunque en este caso los arreglos hindúes INCREÍBLES
sirven para matizar más o menos un poco
el tedio que produce la inexistente melodía
y los versos ultra-lentos y funerarios.

Otros temas que no permanecerán en mi memoria
como clásicos imponentes son: When I'm sixty four,
sumamente melódica y fantástica en su ambiente de music-hall y clarinetes,
pero que por su falta de verdadera dinámica (los clarinetes y nada
más: muy plana)
me aburrió poco después de varias escuchas y Good Morning Good Morning,
un rocker atractivo pero de poco vuelo y demasiado empantanado
en sus efectos de animales de granja.

Lovely Rita, también pertenece al lote de canciones
leves e intrascendentes, pero es sensiblemente mejor
gracias a su INSUPERABLE melodía
(de hecho, puede ser la mejor melodía de todo el álbum)
y el cómico fade out repleto de cacofonías delirantes y entretenidas.

Pero por otro lado también hay en Sgt. Pepper's
clásicos instantáneos que se han ganado merecidamente un lugar en la historia.

De hecho, la primera mitad del álbum es virtualmente perfecta,
armonizando sonidos fantásticos con melodías increíbles
y hasta riffs eléctricos de primera calidad.

La apertura con la canción titular
muestra a la banda del Sargento Pimienta
rockeando como nunca antes lo había hecho,
With A Little Help From My Friends,
es con seguridad la mejor canción jamás cantada por Ringo,
también una de las más optimistas y saltarinas, con un estribillo superlativo.

Una de las mejores es sin lugar a discusión
Lucy In The Sky With Diamonds,
brillante, perfecta joya psicoldélica
con un perfecto estribillo,
una línea de bajo excelente del gran Paul
y una letra surrealista fantástica de John;
A Pink Floyd le hubiera venido bien una canción así para su Piper.

Después viene un trío de aportes de Paul que demuestran su genio absoluto.

Mi indiscutida favorita del álbum es Getting Better,
un orgasmo en forma de pop, una proeza de la creatividad,
con sublimes juegos de voces, una melodía vocal extraordinaria,
más espectaculares lineas de bajo y un sonido increible de piano
(martillando las cuerdas con un martillo, no tocando las teclas)
marcando el ritmo en el estribillo.

También adoro Fixing A Hole,
que gana con una de las mejores melodías vocales
de la historia de los Beatles,
una letra inteligente que captura el espíritu del álbum
mejor que ninguna otra y una formidable línea de guitarra eléctrica.

¡Cómo me gusta esa guitarra eléctrica!
Cuando la escuches la próxima vez prestale atención.

También está la hermosa She Is Leaving Home,
que narra la huída de una adolescente del hogar de sus padres,
siguiendo la línea clásica de Eleanor Rigby
con resultados levemente menos impresionantes
pero igualmente agradables (la melodía de los versos es sublime).

Luego el álbum entra en un breve bache de intrascendencia
con las canciones que ya mencioné para recuperarse sobre el final
con la antémica y sombría A Day In The Life.

¿Qué decir de esta gema?

Objetivamente puedo reconocerla como la mejor del disco,
aunque mi corazón prefiera Getting Better, Lucy o Fixing A Hole.

Su atmósfera es completamente diferente
al resto de Sgt. Pepper’s
al punto que hasta parece fuera de lugar.

Mientras que el álbum en general
era colorinche, alegre, optimista y veleidoso
A Day In The Life transmite
una fantástica atmósfera reflexiva,
depresiva y hasta aterradora,
realzado por esa tenue guitarra acústica
y, sobre todo, el piano tristón de Paul.

Sin embargo no comparto
la gran consideración
que se tiene de esta canción.

Son sentimientos encontrados.

Así como un día te puedo decir
que la melodía vocal de John
me pone los pelos de punta,
que el middle-eight de Paul
es un toque de genio
que cambia el espíritu de la canción
y la lleva a nuevas alturas
en milagrosa simbiosis
y que en conjunto suena como un final grandioso,
en otros momentos siento
que no es un gran entretenimiento,
que el truco del crescendo orquestal
es un tanto barato y que la letra
pretende significar más de lo que significa

(¿Qué me importan los agujeros de Blackburn?)

Digamos: está buena, pero no es necesariamente
superior a una selección de veinte o treinta clásicos de los Beatles.

Pero no hagan caso a estas tribulaciones personales.

La canción es un clásico
y cierra el álbum
como se lo merece; a todo culo.

Sgt. Pepper's es para muchos
el punto culminante de la carrera de los Beatles;
otros dirán que está sobrevalorado
y empezarán a hablar maravillas de Pet Sounds
como el verdadero mojón creativo de los 60.

Ambos puntos son comprensibles,
aunque yo jamás le negaría al álbum su calidad
y solo le quitaría una pizca de su trascendencia
(y jamás lo ubicaría en la misma liga que Pet Sounds).

Depués de todo
no deja de ser el punto más alto
en donde los cuatro se hallaban
en el pico de su capacidad creativa.

Personalmente prefiero Abbey Road,
Revolver y a veces hasta Rubber Soul,
debido a que no puedo superar
la falta de consistencia de la segunda mitad.

Pero, otra vez, es uno de los mejores álbumes jamás hechos. Suficiente.

Magical Mystery Tour - 1967

1) Magical Mystery Tour;
2) The Fool On The Hill;
3) Flying;
4) Blue Jay Way;
5) Your Mother Should Know;
6) I Am The Walrus;
7) Hello Goodbye;
8) Strawberry Fields Forever;
9) Penny Lane;
10) Baby You're A Rich Man;
11) All You Need Is Love.

En 1967 todos se volvieron psicodélicos.

Fue una moda cuyos profetas drogones
reclamaban como una revelación de vida,
una experiencia definitiva
y un montón de otras estupideces...
para un movimiento trascendental
con tanto bombo y platillo,
duró sumamente poco:
para 1968 nadie se acordaba
ya qué era la psicodelia
y todos se metieron de cabeza
en el revival del roots-rock.

Pero al menos quedaron algunos
grandes testamentos musicales
que demuestran (sí, aún hoy,
no digan que esto es anacrónico please)
la validez artística que el LSD escondía.

Magical Mystery Tour
es EL álbum psicodélico de los Beatles
y por lo tanto posiblemente
sea el mejor álbum psicodélico de todos los tiempos.

Nunca fue de mis favoritos,
y prefiero a Sgt. Pepper's
por su mayor coherencia conceptual,
pero man, ponés esto
y después ponés Satanic Majesties de los Stones
(un muy buen disco) y son mundos de calidad totalmente distintos.

Y ahora el detalle técnico de rigor
antes de entrar en la diversión:
en realidad este es un álbum bastardo,
el único que ha sobrevivido en CD
hasta el día de hoy.

Magical Mystery Tour fue publicado en 1967
como un EP de 6 temas pero en 1987
se reeditó agregando como bonus
los singles Strawberry Fields Forever /
Penny Lane y All You Need Is Love /
Baby You're A Rich Man
mas Hello Goodbye,
lado A de I Am The Walrus,
para convertirlo en un LP.

Y bueno, ese es el engendro que tengo entre manos.

No es un álbum LEGITIMO de los Beatles,
pero sí es un período de creación musical distintivo,
así que lo mismo da. Al diablo.

Algunos dicen que este álbum
es la segunda parte de Sgt. Pepper's
y realmente no voy a negar que hay parecidos;
se corresponde con el momento
de mayores excesos psicodélicos del grupo,
pero mientras que Pepper aportaba
cierta vena rockera aquí y allá,
Magical Mystery Tour
es seguramente
el álbum menos rockero de los Beatles
y el más pletórico
en climas extravagantes y pasajes psicodélicos
con mellotron e instrumentos bizarros,
lo cual no es intrínsecamente malo,
pero ayuda a no entusiasmarme gran cosa con él...
demasiado "trippy", caótico y desordenado para mi gusto:
a mí por favor tírenme algún riff.

Bueno, en realidad no es tan así;
puedo apreciar el estilo general psicodélico del álbum,
sobre todo si son los malditos Beatles los encargados de los arreglos,
pero hay un problema grave que no aparecía en discos anteriores:
INCONSISTENCIA.

Le pasa por ser un bastardo ilegítimo,
la cosa es que entre clásicos de inmensa calidad,
aparecen también otras canciones medio tontas de las cuales,
teniendo en cuenta que son los Beatles y no otra banda,
se podría haber esperado mucho más.

El producto global termina siendo irregular:
impresiona plenamente a veces,
agrada en otras y aburre ocasionalmente
y, contrariamente a lo que se viene insistiendo
en el ámbito de web-reviewers,
definitivamente es inferior a Sgt. Pepper's.

Tiene más clásicos, pero no fluye
con la misma genialidad que aquella obra.

Empecemos con los grandes clásicos,
que como todo álbum de los Beatles
que se precie de tal,
Magical Mystery Tour trae a granel.

El estándar beatle,
ultra conocido All You Need Is Love
es el epítome del sueño de los sesenta,
con una letra muy de la época sobre el amor
y todas esas cosas lindas e ingenuas
que hoy en día suena un poco superficial
(A pesar de que en general estoy a favor del amor).

Musicalmente tiene una melodía interesante,
especialmente hermosa y arrebatadora durante el estribillo,
y un increíble plagio del himno francés como introducción.

A pesar de todo no es de mis favoritas;
simplemente porque sus ganchos perezosos
no me clavan las garras en mi corazón
como lo harían Rain o Day Tripper.

Sinceramente me gusta bastante más
el tema de los Rolling Stones We Love You,
similar en vena pero con armonías vocales más interesantes
y un riff de piano asesino que empequeñece a All You Need Is Love.

Hay otro gran clásico que me gusta mucho más.

¿Y a quién no le gusta The Fool On The Hill?,
una reflexión bastante filosófica de Paul
con una melodía hermosa, una más
de esas MUY BUENAS melodías de Paul,
y deliciosos arreglos psicodélicos con oscuras flautas;
es uno de los puntos fuertes, y tristes, del disco,
que además le cierra la bocota a todos aquellos
que piensan que Paul no podía hacer
buenos temas psicodélicos ni letras profundas.

El famoso single Strawberry Fields Forever / Penny Lane,
en vez de aparecer en Sgt. Pepper's
como originalmente estaba programado,
termina apareciendo acá.

Se sabe que está considerado por algunos (muchos)
como el mejor single de todos los tiempos.

Naturalmente, no estoy para nada de acuerdo:
ese honor le corresponde claramente
a Hey Jude / Revolution e incluso los singles
Day Tripper / We Can Work It Out
y Paperback Writer / Rain
se me antojan más memorables,
si bien no tan experimentales o rompemoldes.

Igualmente, no negaré que ambas son grandes canciones,
sólo que subjetivamente no llego a disfrutarlas como supuestamente debería.

Contrariamente al 90% de la gente,
no me atrapa gran cosa Strawberry Fields Forever
cuyos efectos psicodélicos sobreproduciodos
aplastan los matices con los que la canción
podría haberse beneficiado
y la voz ralentizada de Lennon
en la segunda mitad de la canción

(Es una superposición de dos tomas distintas
y para que se acoplen hubo que ralentizar una de ellas)
me suena sumamente molesta.

Digo, es una bonita melodía cómo no,
pero nada particularmente memorable
y todos esos truquitos retorcidos
no son lo más entretenido de escuchar por cierto.

Rescato, eso sí, esas guitarras eléctricas CELESTIALES
que suenan al principio y ese instrumento oriental
tocado por Harrison un par de veces.

Ojo! Es una excelente canción,
y una de las mejores composiciones de John Lennon,
pero en general prefiero a Penny Lane
que, además de demostrar
como suena una perfecta melodía pop
con una secuencia de acordes brillante,
cuenta con un solo de trompeta inolvidable
(de hecho, es el mejor solo de trompeta de la historia...
tampoco es que escuché muchos),
aunque tampoco salto de alegría con ella...

¿Dónde están esas guitarras crujientes
y excitantes que hacían grandes a Revolver y Sgt. Pepper's?

Todo pianito, melotrón, pianito, melotrón, trompeta, pianito... ¡Diablos!

Dos pequeñas gemas de Paul más,
insustanciales y frecuentemente criticadas
por su superficialidad pero completamente adictivas;
Hello Goodbye, tiene una letra miserable
(chau / hola / hola / chau / te digo hola / me dices chau /
te digo chau / pero tu me dices hola) pero ¡AY!
esa melodía tan, tan, tan irresistible logra el milagro
de que, contra nuestra voluntad,
terminemos cantando y saltando
como si fuera la canción más emotiva del mundo;
algo similar sucede con el ultra poppy
Your Mother Should Know
con una melodía fantástica
aún más insanamente pegadiza.

Paul sí que tenía sentido de la melodía
y aunque esta vez no supo crear grandes canciones,
estas melodías te van a quedar enganchadas
en tu cabeza como una percha.

El tema de Lennon Baby You're A Rich Man
es otra cosa psicodélica y revuelta
que resulta medianamente atractiva
sin levantar mucho vuelo
con sus retorcidas gaitas sintetizadas
y otras cosillas, aunque debo recordar
que el bajo de McCartney acá es TREMEBUNDO:
tum, tutuTUM tutuTUM, hace.

Lo más descartable y penoso del disco es la aburridísima Flying,
el único intento instrumental de toda la carrera de los Beatles
y lo más cercano a un bodrio que han estado (¿Qué estaban pensando?)
y Blue Jay Way, el único tema de George en el álbum
que pese a una memorable atmósfera de psicodelia siniestra (Ese estribillo!!!),
peca de insustancial y no constituye un punto saliente
entre las canciones compuestas por Harrison.

La única de las rarezas deliberadas que funciona en un 100%
es la tremenda, demoledora y cuasi-zappaesca I am the walrus.
[De hecho, creo que en YouTube se puede ver y escuchar
una cercana y fidedigna versión por Zappa y asláteres.]

La visión subversiva de Lennon
continúa la tradición de Tomorrow Never Knows
con un collage de sonidos apabullante,
líricamente absurdo, psicodélico, venenoso, mordaz,
con una atmósfera que incluye orquestaciones alucinatorias,
gárgolas cantando, carcajadas chillonas,
una letra surrealista totalmente absurda,
un fragmento radiofónico de King Lear en la extensa coda
y líneas como "Sardinas de semolina trepando por la Torre Eiffel".

Pero aún en medio de todo este inclemente desconcierto,
la melodía es PEGADIZA. Muuuuuy pegadiza.

Seguramente uno de los opus más memorables y rompemoldes
que concebieran los Beatles y cualquier grupo en cualquier época.

Formidable experiencia, y CLARAMENTE
la mejor canción grabada por los Beatles en 1967.

Las seis primeras canciones, el EP original,
constituyen la banda sonora de un film homónimo
que fue el único verdadero fracaso de los Beatles;
la crítica la destrozó y el público la denostó.

Sin embargo el álbum, tratándose de música,
el arte que los Beatles sí dominan,
resulta, a pesar de todos sus avatares,
una pieza clave para comprender
el desarrollo artístico de la banda
y también para disfrutar de algunas de sus mejores canciones.

The Beatles (White Album) - 1968

1) Back In The USSR;
2) Dear Prudence;
3) Glass Onion;
4) Ob-la-di Ob-la-da;
5) Wild Honey Pie;
6) The Continuing Story Of Bungalow Bill;
7) While My Guitar Gently Weeps;
8) Happiness Is A Warm Gun;
9) Martha My Dear;
10) I'm So Tired;
11) Blackbird;
12) Piggies;
13) Rocky Raccoon;
14) Don't Pass Me By;
15) Why Don't We Do It In The Road?;
16) I Will;
17) Julia.

1) Birthday;
2) Yer Blues;
3) Mother Nature's Son;
4) Everybody's Got Something To Hide Except Me And My Monkey;
5) Sexy Sadie;
6) Helter Skelter;
7) Long Long Long;
8) Revolution 1;
9) Honey Pie;
10) Savoy Truffle;
11) Cry Baby Cry;
12) Revolution 9;
13) Good Night.

El White Album.

Uno de los álbumes más extraños,
más incatalogables y míticos de todos los tiempos.

Los Beatles dejan definitivamente atrás
la psicodelia pasatista de Magical Mystery Tour
y ensayan una huída hacia todas partes.

Vuelven a la carga con esta cosa zarpada,
monumental, variopinta, caótica y complicada
que extiende aún más las fronteras
de las aspiraciones artísticas de la banda.

Se trata de una obra inigualada en la historia del rock
que posiblemente le otorgue dolores de cabeza a más de un oyente.

¿Cómo describir este opus?
La verdad es que no sé.

Esencialmente se trata de un collage incoherente EN EXTREMO,
un rompecabezas de piezas que en principio no encajan ni por las tapas,
pero que milagrosamente terminan redondeando una unidad compacta.

Si les digo que es un álbum repleto
de infecciosas melodías e incontables trucos
no les estoy mintiendo.

Pero tampoco les estoy diciendo mucho,
ya que esto no tiene casi NADA que ver
con los Beatles que habíamos conocido hasta ahora.

Definiéndolo en pocas palabras:
los Beatles se sientan a plasmar en cinta
TODAS las cosas que les pasaban por la cabeza,
ya sin buscar la perfección enfermizamente
y sin escrúpulos para mezclar aceite con agua.

¿El resultado?

Una obra dispareja y ubicua,
un auténtico océano de profundidades oscuras e ilimitadas
en el cual cada vez que te hundas vas a encontrar algo diferente.

Llamarlo un disco de rock
es poco menos que un agravio:
esto es una enciclopedia.

Te lo digo de forma más o menos clara:
canción por canción The Beatles
es un álbum PLAGADO de canciones de relleno.

Plagado, infestado, repleto.

Claro: tratándose de un álbum DOBLE
de TREINTA canciones nadie puede pretender
treinta clásicos inmortales...
pero como estamos tratando
con una banda que en los dos o tres años anteriores
había grabado los cuatro discos virtualmente inmaculados,
esto sí que es novedad, esto sí que puede sorprender.

Viniendo de los Beatles
uno espera que cada una de las canciones
sea una joya como ocurre prácticamente
en todos los álbumes previos
con excepción quizá
de For Sale o Please Please Me.

No, aquí la mitad de las canciones
son evidente material de segunda
que no sobrevive al estándar
que los Beatles habían establecido desde Rubber Soul,
canciones que simplemente
no arden ese fuego creativo característico.

¿O alguien va a venir a decirme
que elementos como Glass Onion
o Don't Pass Me By
o Bungalow Bill son obras de genio?

¿Pero entonces qué?
¿Es el White Album una obra fallida?

NO! NO! y mil veces NO! Eso es lo curioso.

Eso es lo que fascina
a la mayoría de los oyentes de los Beatles:
es una pieza de música
que a pesar de la cantidad alarmante
de canciones de segunda línea,
logra salir parado
como uno de los manifiestos artísticos
más poderosos de todos los tiempos,
con una secuenciación casi perfecta
que le da un flujo sin costuras de canción a canción
y con una variedad de estilos y géneros
que hay que escuchar para poder creer.

Para mí, es en esa palabrita
donde radica el secreto
que le da al disco doble
su legítima grandeza: VARIEDAD.

Es, sin lugar a dudas y por lejos,
el álbum más versatil y variado
de la historia de la música.

En su hora y media de duración
los Beatles concentran
toda una verdadera enciclopedia de la música popular
que ningún otro artista ha podido siguiera imitar.

¿Qué te gusta? Escoje lo que quieras:
pop, rock and roll, psicodelia, heavy metal,
blues, music-hall, avant-garde,
canciones de cuna, música clásica,
piano pop, country, folk, ska,
jazz, acústico, eléctrico, suites multiparte,
riffs, armonías vocales, sexo, drogas, amor, comedia, muerte...

TODO, absolutamente
TODO lo que la música popular es
o intenta ser aparece encapsulado aquí,
como si fuera una maqueta de la vida misma.

Y para lograrlo ya no necesitan inventar
los mejores temas de la historia:
les basta con una serie de pequeñas viñetas de música
que estrictamente hablando no son gran cosa,
pero que tomadas en conjunto
hacen justicia al saber tradicional
de que "el todo es más que la suma de las partes".

Ahora bien: esta "gran variedad" no cosecha elogios unánimes.

¿No es acaso un cuento chino,
una pálida excusa para disimular
la irrelevancia de las canciones?

Existe una corriente de oyentes
que hubieran preferido un álbum simple,
dejando la mitad de las canciones
para que aparezcan en los Anthology
(Esto es lo que siempre quiso George Martin).

Según ellos The Beatles
es demasiado inconsistente
para ser considerado un clásico
y la profunda diferencia de estilo y forma
que hay entre tema y tema
no garantizan exactamente
la escucha más coherente y armónica.

Los defensores del álbum, en cambio,
argumentan que tomado en conjunto
es un maravilloso crisol
de sensaciones y estímulos
y que aunque los temas
no tienen NADA QUE VER entre ellos,
los Beatles logran, de alguna manera milagrosa,
darle al conjunto una unidad convincente
y un secuenciamiento notable
dónde cada canción
parece estar ubicada en el lugar justo.

¿En que grupo me ubico yo?

Pues no estoy muy seguro:
en principio tiendo a acordar
que, en efecto,
el conjunto desborda creatividad
y que las canciones fluyen
de una forma sorprendentemente amena
a pesar de su calidad y estilo dispares.

Sin embargo en ocasiones
pienso que muchas de estas canciones
son esencialmente prescindibles
y que no hubiera lastimado cortar algunas
y hacer un álbum de clásicos.

Esto ocurre porque en rigor
son muchos los números
que no excitan gran cosa mi imaginación,
aunque en definitiva estamos hablando de los Beatles.

La mediocridad de los Beatles
es un techo para otros grupos:
eso hace que aún las canciones más pobres
salgan a flote como algo que "tiene lo suyo".

Realmente muchas, muchísimas,
de las canciones de White Album
pueden llegar a ser decepcionantes
si uno las toma aisladamente
del contexto de parodia en el que se hayan.

Son como incursiones de los Beatles
en un terreno poco conocido: la mediocridad...
pero a largo plazo, después de varias escuchas,
uno termina dándose cuenta
de cuántos ribetes realmente interesantes
esconden tales temas y se hace difícil decir
"A esta habría que haberla tirado a la basura".

Por ejemplo Glass Onion es un tema menor,
de escasa gracia y definitivamente descartable
en comparación a las canciones de Revolver y Sgt. Pepper's.

Pero... ¡Ese final! con los cellos alucinatorios
desvaneciéndose sombríamente...

Suena genial, y termina por convencernos
de que el tema es más de lo que inicialmente creímos.

Cosas así pasan todo el tiempo acá.

Temas malos, malos pero MALOS hay muy pocos;
Wild Honey Pie, un experimento de Paul
donde las guitarras acústicas suenan RARAS,
parece un chiste patético...
pero a la larga no suena tan terrible.

Es una pieza curiosa, dura poco
y agrega al caos generalizado del disco.

Don't Pass Me By,
la primera canción que escribe Ringo,
también es muy floja;
la combinación entre esos sonoros pianos honky-tonk,
los violines, la torpe voz de Starkey
y la melodía empalagosa se revela sumamente desagradable...

Pero si la idea es aportar variedad al conjunto, la cancioncita esta lo hace.

Otro bodrio bastante llamativo, el último,
es la canción en solitario de Paul
Why Don't We Do It In The Road, que no suena mal,
pero está tan subdesarrollada
que se me pianta una risotada cada vez que la escucho...

Paul, el compositor pop más refinado e inventivo
nos ofrece una de las letras más estúpidas
(básicamente el título repetido una y otra vez)
con un trasfondo musical de blues PEDESTRE
que no tiene un solo ribete.

Lo hizo a propósito, seguro,
como probarse a sí mismo
que también podía ser
un compositor sumamente incompetente
si se lo proponía.

Otros temas que podrían considerarse mediocres
y faltos de interés para un álbum los Beatles: I'm So Tired,
un tema de Lennon que aunque transmite muy bien
la sensación de cansancio y abulia es musicalmente muy plana y gris;
Piggies, una pequeña canción de George que más allá
de su preciosa melodía no enciende nunca mi excitación;
Birthday con un riff poderoso y no mucho más;
Long Long Long, una balada de George Harrison
muy relajante pero insustancial;
Rocky Raccoon, un ejercicio exitoso
de country & western que suena agradable y placentero
y que ostenta el genio melódico de Paul en gran forma;
Bungalow Bill, una cosa demasiado repetitiva
y escuálida en ganchos memorables;
Honey Pie, despreciada injustamente por muchos oyentes...
y la lista sigue y sigue.

¿Cómo puede ser, me pregunto a veces,
que un álbum con tantos temas menores sea tan fascinante?

No hay respuestas; puede ser por lo que ya dije,
que lo importante no son las canciones como entes individuales
sino como se suceden y se complementan.

Un ejemplo de esto que me parece particularmente fuerte
tiene que ver con las las tres canciones del final.

Tanto la extraña balada Cry Baby Cry
como el collage avant-garde infame de Revolution 9
y el cierre con la canción de cuna Goodnight
son esfuerzos relativamente menores
sin mucha energía y solo discreta belleza,
siendo Revolution 9
una pieza demasiado pasada de la raya
que de indudablemente le quita muchísima fluidez
a la última cara del LP

¿Pero puede haber un final más facinante,
inquietante, alucinógeno, oscuro e intimidante para el álbum
que estas tres canciones juntas?

Con ese melancólico retazo
"Can you take me back where I belong"
entre la oscuridad de Cry Baby Cry y Revolution 9,
los sonidos absolutamente pesadillescos
y siniestros del inclasificable collage de Lennon y Yoko
y la dulce pero infinitamente triste
y deprimente despedida de Ringo en Goodnight.

Es algo raro, atmosférico, intangible...
pero hay ALGO especial detrás
de estos temas aparentemente mediocres.

Claro que si no hubiera una buena dosis
de grandes clásicos el álbum
no tendría el status que tiene
y, afortunadamente, la dosis de clásicos ç
y semi-clásicos es tan cuantiosa como los rellenos.

Una de mis absolutas favoritas
es el gran tema de apertura Back In The USSR,
la famosa parodia a los Beach Boys
que rockea pateando traseros
como hacía mucho los Beatles no lo hacían,
con un middle-eight inolvidable
y una fantástica fusión con Dear Prudence.

Esta es una joya absoluta,
con una intro de guitarra acústica sublime,
sin olvidar la manera sencillamente FORMIDABLE
en que va aumentando la tensión
hasta terminar en un himno potente y devastador.

El bajo suena especialmente BRUTAL acá.

Uno de los momentos más polémicos del disco
aparece con Ob-la-di Ob-la-da,
una cosa empalagosa y melosa que
ok, admito que no es algo
que haría escuchar a mis amigos para impresionarlos:
pero aún así me gusta, MUCHO.

La melodía suena tonta y predecible,
pero es tan condenadamente INTOXICANTE
que se codea con la genialidad;
los arreglos circenses son excelentes,
especialmente por el saxofón ese que no para.

Lennon habrá puteado lo suyo contra este tema de Paul,
pero en la pista suena como si se estuviera divirtiendo bastante eh?

Ahora, si de potente y devastador hablamos,
nada mejor que While My Guitar Gently Weeps,
una de las mejores composiciones de Harrison
que incluye un majestuoso solo de Eric Clapton
(invitado por George, su gran amigo y proveedor de esposas)
que corta la respiración y una de las atmósferas
más hermosamente opresivas y oscuras
que jamás escuché en un tema pop.

Quizás el tema de George sea el momento cumbre del álbum,
pero personalmente me inclino por la espectacular Happiness Is A Warm Gun;
tres pequeños retazos amalgamados, una letra surrealista
con los mejores arreglos de voces de todo el disco,
y un final estupendo ofrendando
uno de los más grandes estribillos de la historia de los Beatles.
Y ese falseto de John al final... "BRRR".

También me agrada Blackbird,
una simple y hermosa melodía de Paul
acompañada de una pista acústica
levemente oscura pero espectacular
y cómo olvidar a Sexy Sadie
con una de las más bellas melodías del álbum
y fantásticos breaks instrumentales.

Hay más. Tenemos aquí también
una de las más polémicas canciones Beatles
en la mastodóntica Helter Skelter,
un despiadado tour-de-force eléctrico,
sanguinariamente tortuoso,
que empequeñece al mismo Jimi Hendrix
con sus riffs inusualmente bestiales,
escrita por Paul como para enterrar el mito
de su “pop sensiblero” y demostrar
que no solo le salían cosas como Ob-la-di Ob-la-da.

Helter Skelter demuestra que,
si se lo proponían, podían rockear
con más vena y energía que cualquier otro grupo,
pero a la vez el sonido general
se revela demasiado amateur y primitivo.

Ellos mismos se superarían
con I Want You al año siguiente,
pero eso no quita que sea genial,
con un tono de bajo REALMENTE MALIGNO
y una banda que se suelta en serio
a incendiar toda la casa,
sobre todo en el jam del final
que asustaría aún hoy a cualquier párvulo
fanático de los grupos heavy actuales.

También me considero un gran fanático
de la estupenda Martha My Dear,
un pop excelente con una melodía ejemplar
y arreglos vocales que inspiran belleza.

Lennon decía que este tipo de canciones de Paul
era pop para abuelitas; pues en ese caso soy una abuelita.
¡Demen más pop para abuelitas!

Y no me quiero olvidar de la susurrante,
etérea y extremadamente hermosa Julia,
de la descerebrada y maravillosamente maníaca
Everybody's Got Something To Hide Except Me And My Monkey,
con su riff espectacular, su cencerro enloquecido
y ese INFERNAL, DEMOLEDOR ataque de bajo bien al final,
antes de que explote la guitarra eléctrica
(¿Lo habían notado? Ah Paul, qué bajista!).

Tampoco del desgarrador Yer Blues,
con ese riff de guitarra que exuda rabia e ira,
la dulce y melódica Mother's Nature Son,
Savoy Truffle, un potente rocker de George
con formidables bronces que entra
entre las más infravaloradas del álbum
y Revolution 1, una versión más blusera y ralentizada
de su inovlidable single Revolution; no tan buena, claro,
pero de primera calidad igualmente.

White Album es otro de los álbumes inmortales de los Beatles.

Sin dudas el más difícil, el más complejo... discutible también,
pero que constituye una de las más increíbles obras de música popular,
sumamente abarcativa, con enormes canciones
y que en definitiva encapsula como ningún otro álbum
las tendencias para la toda la música de la década siguiente.

Yellow Submarine - 1969

1) Yellow Submarine;
2) Only A Northern Song;
3) All Together Now;
4) Hey Bulldog;
5) It's All Too Much;
6) All You Need Is Love;
7) Pepperland;
8) Sea Of Time;
9) Sea Of Holes;
10) Sea Of Monsters;
11) March Of The Meanies;
12) Pepperland Laid Waste;
13) Yellow Submarine In Pepperland.

Cuando ví por primera vez este disco en los estantes de la disquería
(hace ya muchísimo tiempo, en las épocas en las que se conseguían discos)
no pude menos que hesitar; ¡Miren esa cubierta por favor!

Obviamente, por ese entonces yo no tenía idea
que existía un film animado con las caricaturas de los Beatles,
por lo tanto ya el dibujito de la tapa donde John
le hace cuernitos a Paul se me hacía poco serio.

Igualmente me tomé el trabajo de mirar
la selección de temas
y la cosa no terminó de convencerme;
porque ¿Qué hacía el tema Yellow Submarine
cuando ya había salido en Revolver?

Y todos esos títulos raros
en la segunda mitad
me inspiraban desconfianza.

En fin, a lo que quiero llegar
es que solo viendo todo el envoltorio,
uno ya sospecha de que se trata de una rareza,
y una rareza no demasiado esencial, por cierto.

Sorpresivamente, Yellow Submarine
no fue el último disco que tuve de los Beatles,
tal como había planeado,
ya que mi padre me lo regaló
de improviso para una Navidad.

Cuando lo fui a escuchar
supe que mis sospechas
esa vez habían sido acertadas.

El disco se trata de un híbrido,
concebido más que nada
como soundtrack
de la película animada homónima
(la cual aún el día de hoy no he visto completa).

Como todo híbrido,
los resultados son bastante disparejos
y realmente hay muy poco material
interesante al que aferrarse.

Puntualmente, aparecen aquí
sólo CUATRO canciones nuevas de los Beatles;
el resto consiste puramente en instrumentales cinematrográficos,
música atmosférica de película escrita por George Martin y grabada por
una orquesta.

Además aparecen las ya conocidas
Yellow Submearine y All You Need Is Love
abriendo y cerrando el segmento "Beatle" del álbum,
antes de que llegue la parte de George Martin.

Como verán, en rigor no es un álbum legítimo de los Beatles,
pero tiene esos cuatro originales que no se hallan en ningún otro lado,
así que si sos completista o fanático, habrá que comprarlo.

Igual, no es que estas cuatro canciones nuevas sean la gran maravilla.

Tengo entendido que fueron grabadas
en la época de Magical Mystery Tour e incluso antes,
y no me soprende que hayan venido a parar aquí.

All Together Now es divertida e inocua,
con una letra muy tonta de Paul y una melodía pegadiza.

Vale mencionar que se trata de la primera aparición
de la armónica en una canción de los Beatles después de mucho tiempo...

Sin contar el White Album ¿No?
(¿Qué instrumento NO aparece en el White Album diablos?).

Evidentemente All Together Now
no está muy desarrollada como canción
y realmente no tiene la calidad
que uno espera de los Beatles,
pero quizá podría haber aparecido
en el álbum anterior sin problemas.

Otros dos temas son de Harrison
(Jaja; ¡¡¡George aportando
la mitad del material original para un álbum!!!),
It's All Too Much y Only A Northern Song
son canciones de muy buenas intenciones
pero ambas están sepultadas
bajo una capa de innecesario cotillón sonoro psicodélico
que se vuelve muy irritante y contituye
una barrera insoslayable para disfrutar
de sus increíblemente pegadizas melodías.

Es decir, son buenas viñetas psicodélicas
casi dignas de Magical Mystery Tour,
ambas con melodías vocales de calidad superior;
sin embargo los arreglos instrumentales
son demasiado crudos, caóticos y poco ajustados,
con todo tipo de organitos, cornetitas, trompetitas
y demás sonidos a lo Pink Floyd.

Son interesantes, sin duda,
pero no las contaría
entre las grandes composiciones de George.

Una mejor producción habría ayudado a convertitlas en clásicos.

Dejo para lo último la única grata sorpresa de Yellow Submarine...

No lo había dicho antes,
pero aún este álbum olvidado y prescindible
ofrece un CLÁSICO ABSOLUTO del rock...

¿Qué me dicen?

Estoy hablando de Hey Bulldog,
un hard rocker ácido infernal
desde la primera hasta la última nota,
punteado por un espectacular riff
de piano, bajo y guitarra distorsionada a lo Cream
que no tiene desperdicio.

Los Beatles rara vez concentraban todo su talento
en crear grandes riffs, pero cuando lo hacían
lo hacían a lo grande, y Hey Bulldog
es una de las más concluyentes pruebas.

Pero además de eso hay un PERFORADOR
solo de guitarra de antología, una letra insana,
una melodía vocal increíble y un freak-out final
con ladridos y aullidos enloquecidos que merece una escucha.

En realidad no sé cómo
no se incluyó tamaña joya
en Magical Mystery Tour,
o porqué no fue publicado como single...

Apareciendo aquí en este álbum marginal
está bastante oculta al oído del oyente común,
lo cual es una tremenda injusticia.

Lo nombro el máximo clásico perdido del grupo.

Por último tenemos las viñetas sinfónicas de George Martin,
que realmente son admirables como música de película
pero que no tienen demasiado sentido como piezas independientes.

Aún así, las considero agradables
y en general cuando escucho el álbum
(algo que ocurre muy de vez en cuando,
y casi siempre con el pretexto de escuchar Hey Bulldog),
suelo dejarlo hasta el final.

La mejor de todas ellas es Pepperland,
que cuenta con un motivo melódico bellísimo
y totalmente satisfactorio.

No tendrá la complejidad de un Beethoven o un Brahms,
pero sigue siendo evocativa y agradable al oído.

Los demás temas son más truculentos
y están repletos de atmósferas misteriosas,
pasajes disonantes y demás variedades psicodélicas
que cada tanto despiertan la duda
sobre si Martin probó o no unas tacitas de ácido en su vida.

Les aseguro que no son ningún desperdicio;
si algún día quieren una experiencia musical distinta,
pongan desde el tema siete en adelante y vuelen.

Recientemente se ha editado
una nueva versión compilatoria
con todos los temas incluidos en el film
y omitidos en el original.

Puedes comprarla si quieres,
pero no es más que una compilación;
el álbum genuino es éste.

*Abbey Road* - 1969

1) Come Together;
2) Something;
3) Maxwell's Silver Hammer;
4) Oh! Darling;
5) Octopus's Garden;
6) I Want you (She's So Heavy);
7) Here Comes The Sun;
8) Because;
9) You Never Give Me Your Money;
10) Sun King;
11) Mean Mr. Mustard;
12) Polythene Pam;
13) She came In Through The Bathroom Window;
14) Golden Slumbers;
15) Carry That Weigh;
16) The End;
17) Her Majesty.

Abbey Road fue publicado en el 69
(un año flojito para la música rock:
Let It Bleed, Crimson King, Led Zeppelin,
Tommy, Arthur... muy bajo nivel)
y fue el último que los Beatles grabaron juntos.

A estas alturas la banda se encontraba en plena ruptura,
las relaciones entre los cuatro estaban deterioradas,
John y Paul apenas soportaban oir hablar del otro
y de alguna manera se palpaba un fin cercano.

Uno podría pensar que un disco grabado
en tan desalentador contexto daría resultados pobres.

Error, curiosamente Abbey Road
es tal vez el mejor, el más potente,
el más emocional de todos los álbumes
que los Beatles hayan concebido,
y me atrevería a decir sin temblor de pulso
que es el mejor disco de rock
de TODOS LOS MALDITOS TIEMPOS.

Es el favorito de George Martin, y el mío también,
y el de cualquier persona con un mínimo de gusto y criterio.

El porqué las discordias y roces internos
no afectaron en absoluto la calidad artística de los Beatles
(como sí sucedió en Let It Be), no importa demasiado,
lo que sí importa es que Abbey Road,
definitivamente uno de los mejores discos de la historia del rock,
se publicó para suerte de todos.

Porque los Beatles sin Abbey Road
hubieran sido otra cosa. Otra cosa peor.

Para ser tan mítico y tan alabado,
Abbey Road no es de ninguna manera
un álbum revolucionario,
aventurero y rompemoldes
como los brillantes Rubber Soul,
Revolver y Sgt. Pepper's.

Esta vez vale decir que las fronteras
se quedan más o menos quietas
y los Beatles no tienen intención
de hacer saltar todos los tapones
de la música contemporánea.

Se trata, simplemente,
de música rock compuesta,
interpretada y arreglada
como JAMÁS NADIE
pudo ni podrá interpretar
y arreglar música rock.

Una de sus mejores características
es que tiene un tratamiento
mucho más duro y heavy
que cualquier otro álbum del grupo
y eso es bueno, porque demuestra
que, aunque el público en general
habla de los Beatles como un grupo pop,
podían rockear como la putamadre
y patear una buena cantidad de culos
con sus riffs y jams;
canciones como Come Together,
I Want You, Oh! Darling y The End
ostentan marcados tintes de heavy rock y blues
que en discos anteriores solo aparecían ocasionalmente
y nunca con tanta justeza.

Si se quieren encontrar audacias,

hay que citar principalmente
el tremendo riff inacabable de I Want You
y el famoso medley de quince minutos
que se inicia con You Never Give Me Your Money
y que se compone de pequeños retazos de canciones inacabadas,
pero que juntas logran un momento musical difícil de olvidar.

En estas pequeñas concesiones de vanguardismo,
pueden hallarse gérmenes del rock progresivo de la siguiente década.

Paradójicamente, si consideramos tema por tema,
no puede decirse que Abbey Road
marque el pico compositivo de los Beatles.

Sólo George Harrison entrega
las que seguramente sean las mejores canciones de su vida;
la irresistible Something y la brillante Here Comes The Sun;
pero es fácil argumentar que las mejores canciones de John y Paul
se encuentran en otros álbumes.

No es que no haya grandes canciones Lennon / McCartney aquí:
Come Together, You Never Give Me Your Money, Oh! Darling y The End
califican como joyas imperdibles, pero aún así,
no se trata de sus más importantes clásicos
y sus letras son poco menos que decentes
si se las compara con otras de la época de Revolver y Pepper.

Lo que realza al disco por sobre los demás
es entonces la música, tocada con una fuerza,
una profesionalidad y una producción que no tiene par.

Las imposibles armonías de Because,
la progresión demoledora, oscura,
portentosa del jam I Want You
(La prueba más clara de que los Beatles
podían rockear incluso más oscuramente que Led Zeppelin),
el estribillo instantáneamente memorable de Come Together,
la dulzura irresistible de Something, la vitalidad de Here Comes The Sun,
la eterna melodía de Golden Slumbers,
la desgarradora vocalización de Paul en Oh! Darling,
la perfecta suite de You Never Give Me Your Money
y el crisol inagotable del popurrí con el que acaba el disco
resumen algunos de los momentos más gloriosos de toda la música rock.

Un disco que abre con Come Together tiene destinos de grandeza.

Uno de los temas de blues más originales,
memorables y bizarros de toda la historia.

Los primeros segundos de la canción son pura magia:
solo cuatro sonidos; el bajo de un Paul
que está en su mejor momento
y que, más que tocar, gatilla las notas;
la batería de Ringo
en una de las mejores performances de su carrera,
un sonido extraño que parece el de una flecha
clávandose justo en el blanco
y Lennon musitando en voz muy baja
"Shoot me, shoot me" (dispárame, dispárame);
¡Siniestro! el ritmo repta y se mete en nuestros poros
hasta que el estribillo, uno de los más instantáneamente
pegadizos y memorables de todos los tiempos,
entra con todo con esas guitarras pesadas
que aplastan como cien mastodontes.

El solo de guitarra de George es impactante
y la banda suena más profesional y ajustada que NUNCA.

Si pensamos que hacía apenas CINCO años
estaban haciendo cosas como A Hard Day's Night...
ni siquiera parecen la misma banda.

Denle Come Together a cualquier otro grupo
y sonará rutinaria (ahem, Aerosmith, ahem),
pero los Beatles sí que saben
cómo transformar cualquier cosa
en una experiencia de otro planeta.

Aunque la majestuosa, gloriosa Something, de George,
es aún mejor, con la melodía romántica más perfecta
y hermosa jamás soñada por un hombre,
unas líneas de bajo que parecen una canción en sí misma
y un arreglo de cuerdas que suena bien,
ni demasiado dulce, ni demasiado pomposo.

Un tema perfecto, diría que el tema de amor definitivo
para cuando nos enamoramos de alguien (preferentemente de una chica).

Después vienen las dos canciones más injustamente defenestradas aquí.

Por un lado tenemos a la inexplicablemente infravalorada Maxwell's
Silver Hammer,
un saltarín pop de Paul a la cual se la acusa de ser dulzona,
comercial y estúpida,
cuando únicamente se trata de una brillante, BRILLANTE canción melódico
- rítmica, repleta de ritmos excelentes y ganchos inmaculadamente producidos
(Al igual que Hello Goodbye, Penny Lane, Yesterday y tantas otras).

Obviamente fue Lennon quien promulgó el odio a Maxwell's,
ya que al parecer Paul quería que fuera un single
y les rompió las pelotas a todos para grabarla una y otra vez.

Es entendible su fastidio, pero eso no justifica deplorar esta joya,
que tiene una línea de guitarra FENOMENAL en el estribillo
y una letra sanguinaria que nada tiene que ver con la música.

Por su parte Octopus's Garden es la mejor canción de Ringo de todos los tiempos.

Admito que no es decir mucho, pero es ciertamente una gran canción;
es síntoma de genio que Ringo cante acerca de estar bajo el mar
y el tono de la guitarra de efectivamente esa impresión,
como que se está tocando debajo del agua a través de burbujas.

En el medio tenemos a Oh! Darling,
un brillante número de soul cantado por McCartney.

Pues bien ¿Puede Paul cantar bien el blues? ¡Claro que sí!,
y esta canción lo prueba con creces: más que cantarlo lo aulla,
un poco exageradamente, pero el efecto es apabullante.

Todos los estúpidos que insisten
con que "debería haberla cantado John"
pueden irse al infierno:
obviamente Lennon la hubiera descosido,
pero Paul no está UN SOLO PASO ATRAS
en cuanto a poder vocal, y también la descose.

Para cerrar la primera parte tenemos
la que yo considero la definiva experiencia Beatle.

Muchos le achacan a I Want You (She's So Heavy)
su excesiva longitud y la acusan de repetitiva,
pero la verdad es que yo no me aburro ni por un segundo,
ni siquiera en la traumática progresión final.

El riff de bajo y guitarra, oscuro, amenazante y heavy
está entre las mejores creaciones de los Beatles
y la forma en que va progresando, creciendo y acumulando potencia
hasta transformarse en una portentosa tormenta eléctrica de sonido
(donde creo oír el germen de buena parte de King Crimson)
es sencillamente shockeante, sin contar que los Beatles como banda
superan sin mayor esfuerzo a todas las bandas de hard-rock y prog-rock juntas
en la creación de un jam agobiante, rockero y ajustado a la vez;
los Beatles NUNCA tocaban así y aquí, de repente,
lo hacen y mejor que cualquier otro: inolvidable.

Francamente, si eres uno de los que no disfruta con esta canción
mi veredicto es no te gusta el rock,
escuchá YA un álbum de Mariah Carey o Phil Collins y tené un orgasmo.

La transición hacia lo que era el lado dos del vinilo funciona
mágicamente en el CD.

I Want You termina abruptamente como si la cinta se cortara
(que fue exactamente lo que ocurrió, pero no por accidente)
y enseguida se deslizan con una fluidez impresionante
los primeros y gentiles acordes de Here Comes The Sun,
dándonos la sensación de que, tras el invierno ártico de I Want You,
llega una primavera cálida y soleada, y con ella la más profunda felicidad.

Se trata de la otra gema de George
que combina una melodía llena de vida
y arreglos acústicos de primer nivel.

Particularmente no soy TAN devoto de esta canción
como otros oyentes, pero realmente me gusta
y siempre me quedo pegado
a ese fantástico buen humor que transmite.

Todo cambia de nuevo con la etérea y oscura Because
cuya introducción parece la sonata para piano 14 de Beethoven
(claro, es la sonata 14 de Beethoven tocada al revés)
y armonías vocales de tres partes casi inhumanas. Clásico total.

Después empieza, ahora sí, la famosa suite
que nos conduce como una montaña rusa
de sensaciones inigualables hacia el final de Abbey Road;
You Never Give Your Money es la más larga
y sin dudas la más acabada de todas piezas
que componen esta "sinfonía pop";
es una suite en sí misma,
con increíbles pasajes de hard rock, balada
y crescendos corales espectaculares.

Hay un solo de guitarra
aquí que me vuela el cerebelo...
dale una buena oída a buen volumen;
es mejor que el sexo, creánme.

Sun King es pura atmósfera, pero muy buena
y funciona de maravillas en el contexto del pupurrí
gracias a sus orgásmicas líneas de guitarra eléctrica
que se derriten como tibia miel en las orejas.

Mean Mr. Mustard y Polythene Pam
son pequeñas melodías adictivas pero breves,
la primera con pegadizas armonías vocales
y la segunda con un riff acústico totalmente clásico.

La siguiente "centerpiece" de la suite
es She Came In Through The Bathroom Window,
otro número blusero de Paul con buena melodía y contrapuntos.

Aquí el popurrí hace una pausa
(que siginifica que en realidad hay DOS suites distintas)
antes de entrar en la sublime Golden Slumbers,
con una de las melodías vocales más afectivas
y conmovedoras de los Beatles,
que salta de pronto a Carry That Weight,
un canto antémico con referencias melódicas
a You Never Give Me Your Money
que acentúan la "conceptualidad" de la suite.

Para cerrar el álbum (y la carrera de los Beatles) llega The End.

Un sobrio, casi paródico,
pero increíblemente penetrante solo de Ringo
abre el verdadero clímax del álbum:
John, Paul y George saben que ya se acaba,
que esta es su última vez...
y por eso la espectacular catarata de solos
al final transmite la sensación que los tipos
se estaban tocando la vida,
una sensación muy poderosa por cierto,
que te tendrá bailando y cantando
"love ya, love ya" en uno de los finales de álbum
de más adrenalina que conozco.

La canción termina como una soberbia balada
que pretende resumir la carrera de los Beatles
en un par de frases de Paul:
"The love you take is equal to the love you make".

La magia ha acabado, pero no de cualquier forma:
con el álbum de rock más grande de todos los tiempos.

¡Ah! para no traicionar la cuota de humor
que caracterizó buena parte del genio de los Beatles,
alguien introdujo una última canción
de veintités segundos llamada Her Majesty.

Demás está decir que se trata de un poderoso anteclímax;
quizá este y no The End, sea el cierre dorado de la historia de los Beatles;
una inofensiva e intrascendente nota de humor.

Un cierre perfecto para la carrera de los Beatles

¿Qué otra cosa se podía pedir?

Lo cierto es que, se sea fanático de los Beatles o no,
este álbum debe estar en cualquier colección de rock que se precie,
en cualquier hogar de familia que se precie,
en cualquier lugar del mundo que se precie.

El mejor álbum de rock jamás grabado.

Let It Be - 1970

1) Two Of Us;
2) Dig A Pony;
3) Across The Universe;
4) I Me Mine;
5) Dig It;
6) Let It Be;
7) Maggie Mae;
8) I've Got A Feeling;
9) One After 909;
10) The Long And Winding Road;
11) For You Blue;
12) Get Back.

Producto de las tristes desavenencias
que los Beatles sufrieron durante 1969,
cuando ya no paraban de pelearse y serrucharse el piso.

Let It Be nació como un intento de filmar
un simpático documental sobre la actividad de los Beatles en el estudio
y durante mucho tiempo el proyecto se llamó Get Back,
tomando el nombre de una de las canciones del setlist.

La idea era que los Beatles,
alejándose de los excesos de sobreproducción
de Sgt. Pepper's y Magical Mystery Tour y The Beatles,
volvieran a ser una banda rockera simple y básica
y así poder volver a tocar en vivo.

El documental se editó en video
y la verdad es que no resultó tan simpático;
todos coincidimos que es bastante aburrido,
con minutos eternos e inútiles de grabaciones sin destino.

En cuanto al set de canciones preparadas para el proyecto...
son muy buenas, no puedo negar eso,
y el producto final que aquí reviso ostenta sin duda
un puñado de indiscutibles clásicos de los Beatles.

El problema es que,
más allá de la calidad individual de las canciones,
la atmósfera que se respira en todo el disco
es de hastío, cansancio y frustración,
y dista de contener la vida y consistencia de los demás trabajos.

El oyente lo nota... nota que algo se ha perdido en el camino.
Los vínculos entre los Beatles se están desvaneciendo.

¿Qué pasó? ¿Por qué un álbum
que tiene himnos inolvidables como Let It Be
o Across The Universe tiene tan mala prensa
en comparación a otros álbumes de la banda?

Para 1969, los Beatles ya estaban al borde de la separación.

El White Album había sido un tour-de-force tremendo
en el cual los egos de los integrantes
habían quedado completamente limados
a fuerza de asperezas y choques frontales.

Y claro, el proyecto Get Back se reveló para los Beatles
como una experiencia claustrofóbica y sombría
donde los momentos de verdadera sinergía en el seno de la banda
se podían contar con los dedos de una mano.

¿Qué se yo qué carajo les pasaba?

Supongo que estaban hartos
de estar para limitarse y reprocharse mutuamente.

En otras épocas las personalidades de Paul y John
se complementaban de forma maravillosa;
ahora cada uno parecía andar su propio camino
y cuando estos se cruzaban
solo era para sacarse chispas y producir cortocircuitos.

Es decir, la experiencia fue para los Beatles
una verdadera porquería
y más o menos fue aquí donde se gestó el final.

Luego de estas pesadillescas sesiones,
el grupo dejó el proyecto de lado,
inconcluso y olvidado,
para recomenzar de cero
y grabar más tarde el superior Abbey Road
como una forma arrolladora de despedirse para siempre.

Con Abbey Road la historia parecía haber acabado.

Pero en 1970, cuando los Beatles
estaban virtualmente desaparecidos,
alguien se acordó de las canciones de Get Back
y contrató al infausto productor Phil Spector,
quien al parecer lo único sabe producir
es la famosa "pared de sonido",
para dar los retoques necesarios
y publicar el material
como despedida definitiva del grupo.

Spector tomó las cintas,
les introdujo notables cambios
y el álbum fue finalmente publicado
bajo el nombre de Let It Be.

Todo perfecto, pero el producto final
tiene unos cuantos problemas
que no han pasado desapercibidos.

En primer lugar, las canciones
no tienen la consistencia
que uno espera de los Beatles.

Juro que no hay ninguna cosa horrenda, todo lo contrario:
todos los temas son decentes, solo que la mitad
suenan más como viñetas forzadas
que no hacen mucho mérito para convertirse en clásicos.

Para colmo, la atmósfera general,
tan gris, tan pálida, no le da un impacto adicional al álbum,
como sí ocurría con White Album.

Es una atmósfera cansina
que en todo momento denuncia
que los Beatles no parecían muy entusiasmados
con lo que estaban haciendo.

Está claro que los problemas internos
repercutieron en la calidad de los temas aportados.

Pero el verdadero eje de la polémica,
una polémica que continúa
y continuará por los siglos de los siglos,
pasa por la producción de Spector.

Mucha gente, Paul McCartney incluido,
ha discutido fuertemente los retoques de Phil
considerándolos bochornosos, de mal gusto
y traidores del espíritu del proyecto original.

¡Coros angelicales y pomposos totalmente desubicados!

¡Aparatosas murallas de sonido
que aplastan por completo cualquier matiz!...
son los clásicos reproches que se hacen.

Confieso que alguna vez me sumé a este coro de indignación...
pero últimamente caí en la cuenta de que en realidad
Phil Spector utiliza esta producción lujuriosa y bombástica
en solo CUATRO canciones, dejando el resto tal como estaba.

Y que encima
en al menos una de ellas (I Me Mine)
la cosa funciona a la perfección.

O sea: puede ser que sus arreglos no sean los más felices,
pero en ninguna manera estos exesos
son la causa principal de la irregularidad del álbum.

Tiene más relleno que el álbum Beatle estándar
y una atmósfera muy chata, triste y muerta:
esas son para mí las razones para darle solo un ocho.

La primera canción, el tema de McCartney
Two Of Us se ha convertido con el tiempo
en mi favorita de todo el álbum.

No tiene la grandilocuencia de los grandes himnos
como Let It Be y Across The Universe,
pero es cálida y nostálgica,
gracias a una melodía hermosa
donde John y Paul cantan juntos en armonía,
una pista acústica country perfecta
y un middle eight memorable
donde Paul canta una letra
que de alguna forma anuncia
el inminente final de los Beatles:
“You and I have memories /
Longer than the road that stretches out ahead”,
demás de tirar unas líneas de bajo sencillamente increíbles.

La siguiente, Dig A Pony es un estupendo
e infravalorado rocker de John
con uno de los mejores riffs
de la historia de los Beatles
y una melodía intensa, blusera
y rebosante de sentimiento.

¿Qué quiere decir John con cavar un pony?

No tengo la más pálida idea,
pero la canción es excelente de cabo a rabo.

El primer gran clásico llega con Across The Universe,
una balada acústica casi épica que seguramente debes conocer:
empieza con John cantando una melodía hermosa hasta las lágrimas,
diciendo que “Nothing’s gonna change my world” en el estribillo.

Debo admitir que no soy fanático de la canción,
en parte porque los arreglos corales de Phil Spector
son demasiado empalagosos,
sin contar la innecesaria reveraberación de las guitarras,
y opacan todos los matices que la hermosa pista musical podría ofrecer;
igualmente la canción tiende una hipnótica atmosfera de relajación
y trascendencia que la hace muy especial.

Seguimos volando muy alto con el himno al egocentrismo
I Me Mine, de George Harrison, que es un formidable vals pesado,
con un IMPONENTE riff de apertura y una melodía de otro planeta.

Aquí también metió mano Phil con sus arreglos de cuerdas y órganos,
pero esta vez está claro que hizo un estupendo trabajo,
sin adulterar la potencia rockera del estribillo
ni la belleza inmortal de los versos.

Luego de Dig It, un jam intrascendente
de un puñado de segundos
que originalmente duraba bastante más
(suerte que nunca lo escuché entero)
llega la que seguramente es la mejor canción del álbum
y uno de los himnos eternos e inmortales de la música rock: Let It Be.

Nuevamente debo confesar
que no soy un devoto absoluto de la canción,
en parte quizá porque está demasiado quemada,
quizá porque Phil Spector vuelve a aparecer inoportunamente,
esta vez con trompetas y coros.

Pero no teman: no voy a cometer la estupidez
de negar esa melodía atemporal,
ni ese bestial solo de guitarra,
ni esa letra humana y esperanzada
que ocasionalmente me llena los ojos de lágrimas.

Un clásico, de esas canciones que todo el mundo conoce y ama.

Maggie Mae, un temita de menos de un minuto
que grita “MÍRENME, SOY RELLENO”
es el primer cover que hacen los Beatles
desde Dizzy Miss Lizzy, y el último.

Otra de mis favoritas es la frecuentemente olvidada I’ve Got A Feeling,
donde dos canciones diferentes, una rockera de Paul y otra más poppy de John
se unen exitosamente creando la pieza más extraña del álbum
y demostrando que aún a estas alturas los Beatles
estaban dispuestos a experimentar e innovar, y que les salía bien.

El tema incluye un riff excelente,
una parte deliberadamente desafinada
y un final digno de mención donde las pistas vocales
de John y Paul se superponen para gran efecto.

One After 909 es un simpático rescate
de los primeros años de los Beatles,
un rock n’ roll pegadizo realzado
por los teclados de Billy Preston.

La canción más polémica del álbum,
sin dudas, es The Long And Winding Road,
otra antémica balada de Paul,
con una de las melodías mas hermosas
y devastadoras de su carrera,
ideal para escuchar
en noches otoñales grises y sin sentido,
ideal para llorar por amores perdidos
y días felices demasiado lejanos en el pasado.

El problema es que aquí
la mano mugrienta de Spector se nota DEMASIADO,
gracias a un inflado arreglo de cuerdas hollywoodenses
y masas corales exageradísimas
que si bien por momentos le agregan dramatismo,
por otros como que dan ganas de agarrar
un bate de baseball y darle a Spector en la cabeza.

El mismo Paul McCartney se espantó tanto
al escuchar lo que Spector había hecho
con su joyita que casi le hace un juicio.

Igualmente, en defensa de Phil
(o de Paul mejor dicho)
la canción no pierde nunca su majestuosidad.

Unas notas bluseras abren el fuego para For You Blue,
un atípico blues de George que, si bien no deja de ser relleno,
es totalmente disfrutable gracias al creativo arreglo de guitarras
liderado por un fenomenal slide y una cosa que parece
como una guitarrita de juguete saltando en el otro parlante.

¿Y qué mejor manera de cerrar definitivamente
el catálogo regular de los Beatles con un buen rocker?

Get Back es un fantástico rocker, retumbante, pegadizo,
con un gran solo de teclado, una excelente guitarra slide
y una infecciosa pista rítmica.

Quizá no sea muy original ni muy potente,
y quizá me guste más su lado B Don’t Let Me Down
(que no aparece aquí), pero no tengo ninguna queja contra Get Back.

El disco termina apropiadamente con la voz de Lennon
agradeciendo a los oyentes y deseando en broma
“haber pasado la audición”.

Si yo soy el juez, John, diría lisa y llanamente que sí.

Past Masters vol. 1 - 1988

1) Love Me Do;
2) From Me To You;
3) Thank You Girl;
4) She Loves You;
5) I'll Get You;
6) I Want To Hold Your Hand;
7) This Boy;
8) Sie Liebt Dich;
9) Komm Giv Me Deine Hand;
10) Long Tall Sally;
11) I Call Your Name;
12) Slowdown;
13) Matchbox;
14) I Feel Fine;
15) She's A Woman;
16) Bad Boy;
17) Yes It Is;
18) I'm Down.

Esta excelente colección contiene
todo el material grabado y publicado por los Beatles
que no aparece en ninguno de sus LP's.

Verán, en aquellas épocas
muchas de las canciones más comerciales y vendibles
de los grupos eran sacadas de los proyectos largos y publicadas como simples,
con una cara A y una cara B, como para "entretener"
a los oyentes mientras se preparaba el plato fuerte.

En algunas bandas el material de este tipo es prescindible y decorativo.

En el caso de los Beatles se trata de una colección vital e imprescindible
para el colector que quiera tener lo más importante de la banda
y por eso resulta curioso que se haya tenido que esperar dieciocho años
desde la separación del grupo para tenerla.

Past Masters 1 abarca los primeros dos años y medio
de la carrera del grupo y recopila el siguiente material:
cuatro singles con sus respectivas caras A y B,
dos caras B cuyas caras A están disponibles en el LP Help!,
cuatro temas pertenecientes al EP de 1964 Long Tall Sally,
dos grabaciones monoaurales en alemán
(Los Beatles también robaban un poco),
el single original de Love Me Do
y una canción que apareció solo
en un compilado de 1966, Bad Boy.

Son canciones esenciales,
pero también hay ciertos lados B
que no impresionan tanto,
por eso solo le pongo el 8,
no es la etapa de los Beatles más genial.

De los cuatro singles incluidos íntegramente,
al menos tres son claves: She Loves You,
I Want To Hold Your Hand y I Feel Fine.

She Loves You cansa un poco después de un tiempo
pero que aún así no deja de ser una canción notable,
con una innovadora y caótica batería de Ringo
y una melodía vocal arremolinada, impetuosa,
más pegadiza que las tostadas con miel.

El nivel de energía y vida que hay en She Loves You,
comparado con las somnolientas performances
de muchos grupos del momento,
da una clave acerca de la revolución
que significaron los Beatles
en esta etapa de su carrera.

I Want To Hold Your Hand,
es otro fantástico y simple número pop,
muy asociado con la Beatlemanía
por ser su single más exitoso y vendido de la época.

La letra es realmente tonta; algunos de ríen de su ingenuidad.

Claro, sí, cómo no, tenés veinte años
y lo único que querés hacer
con una chica es “tomarle la mano” JA JA JA.

Para mí la inocencia de la letra es una artimaña,
la energía sexual está muy presente en la música,
el frenesí con el que Paul y John cantan
“¡I can’t hide!” (que suena como “I get high”).

Nadie que quiere tomarle la mano a una chica
canta con esa vorágine sexual irreprimida...
para eso está Sam Cooke.

Volviendo a la música,
mi gancho favorito de I Want To Hold Your Hand
es la guitarra de George
y ese firulete con clase que tira al final de cada verso.

Mi favorita sin embargo es la magnífica I Feel Fine,
con un riff de guitarras de antología,
con feedback y todo, y una IRRESISTIBLE melodía pop.

El otro single, From Me To You es un poco menos atractivo.

Todavía suena MUY amateur,
aunque también fue número uno en su momento,
de hecho, es el segundo número 1 del grupo.

Las caras B de estos singles son claramente inferiores
aunque This Boy, contracara de I Wanna Hold Your Hand
es una pequeña joya que prueba que aún en esos primeros pasos
los Beatles eran capaces de crear tríos vocales de inusitada exquisitez.

Por otra parte, Thank You Girl me gusta más que su lado A (From Me To You)
y el lado B de She Loves You, I’ll Get You no es más
que un agradable número pop corriente que los Beatles
ni siquiera tuvieron tiempo de aprenderse bien,
a juzgar por los errores en la letra que uno de ellos comete al cantar.

El lado B de I Feel Fine
es una de las canciones más infravaloradas de los Beatles;
hablo del simple pero agradable blues She’s A Woman,
relevada por una excelente interpretación vocal de Paul,
con una voz blusera absolutamente adictiva.

El material del EP de Long Tall Sally,
un aperitivo previo al álbum de A Hard Days Night,
contiene algunas cosas interesantes y olvidadas,
como la muy melódica I Call Your Name
o el furibundo cover de Long Tall Sally,
en donde Paul McCartney
presenta una vocalización ardiente
que compite con la de John en Twist And Shout
(pero no logra lo mismo, en mi opinión).

Matchbox solo me produce bostezos...
ese Carl Perkins, si compuso Blue Suede Shoes,
pero después se dedicó a sacar
estas cancioncillas genéricas y olvidables
que no sé qué demonios
tiene que hacer interpretada por los Beatles

¡Y cantada por Ringo! ¡BOSTEZO!

Slowdown muerde un poco más,
gracias a un recio riff de piano...
pero tampoco digo ¡WAW!

Los dos singles de la época del álbum Help!
fueron incluidos en dicho LP,
no así sus respectivas caras B:
Yes It Is es agradable y relajante,
sobre todo por el fantástico
tono de guitarra conseguido por George;
me recuerda un poco a This Boy.

Pero es I'm down, lado B de Help!
el GRAN highlight de esta colección,
siendo seguramente la canción más rockera
y desenfrenada de los Beatles
hasta la época de Helter Skelter.

Paul vuelve a demostrar que ROCKEA!
con una performance vocal que bordea lo perfecto,
mientas la banda acompaña con riffs,
incendiarias armonías vocales
y un órgano enloquecido tocado por John.

Los puntos bajos de Past Masters 1
son las grabaciones en alemán
de She Loves You y I Want To Hold Your Hand,
que demuestran que a veces los Beatles la pifiaban,
en este caso cayendo en esa práctica
tan detestable y salvajemente comercial
de traducir a otras lenguas los éxitos más importantes,
dignísimo de Roxette, Enrique Iglesias o Abba Teens.

El único tema que me queda descolgado es el rocker Bad Boy,
un cover que no fue NI single, NI tema de LP británico,
sino que fue grabada para un álbum bastardo americano
y no apareció en el mercado británico
hasta el recopilatorio A Collection Of Beatles Oldies.

Bad Boy demuestra que, si se lo proponían,
los Beatles podían rockear tan duro como los Stones
y que hubiera sido preferible esta fresca y fantástica canción
como cierre para Help! en vez de la genérica
y ordinaria Dizzy Miss Lizzy, grabada en la misma sesión.

Por su carácter recopilatorio Past Masters 1
no es consistente en todos sus flancos
pero tiene al menos cinco o seis temas
que realmente no pueden faltar en una colección digna.

Past Masters vol. 2 - 1988

1) Day Tripper;
2) We Can Work It Out;
3) Paperback Writer;
4) Rain;
5) Lady Madonna;
6) The Inner Light;
7) Hey Jude;
8) Revolution;
9) Get Back;
10) Don't Let Me Down;
11) The Ballad Of John And Yoko;
12) Old Brown Shoe;
13) Across The Universe;
14) Let It Be;
15) You Know My Name (Look Up The Number).

Segunda parte de la colección que reune
todo el material publicado de los Beatles
que no aparece en ninguno de sus trece LP's.

Este disco abarca desde el año 1965 hasta 1970,
un período mayor que el de la primera parte
en menor cantidad de canciones:
esto se debe a que en estos años
buena parte de los singles,
como por ejemplo Eleanor Rigby / Yellow Submarine,
estaban disponibles en los mismos LP's;
además, otros simples de la época
como Strawberry Fields y Penny Lane
fueron agregados definitivamente
al EP Magical Mystery Tour en 1987,
por lo que se hacía redundante publicarlos todos aquí.

Past Masters 2 contiene siete singles
con su respectivas caras A y B
más una versión temprana
de Across The Universe
publicada a beneficio
en un álbum de la Fundación Vida Silvestre.

Con ambos Past Masters más los trece LP's de estudio,
tendrás absolutamente TODO
lo que los Beatles publicaron oficialmente durante su carrera.

¿Y los singles de esta segunda parte qué tal están?

Seré claro: salvo por contadísimas excepciones,
este disco es una impresionante maratón
de singles MARAVILLOSOS
marcados con una calidad atípica e insuperable
que por momentos corta la respiración.

Tan apabullante es la calidad de estos singles
que ya no hay diferencias entre caras A y B;
ambos lados de cada sencillo
cuentan entre las mejores canciones JAMÁS ESCRITAS
y en algunos casos hasta se etiquetaron ambas caras como "A",
ante la imposibilidad de determinar la superioridad de un tema sobre otro.

Un rápido repaso por las primeras diez canciones del disco
basta para concluir de que los Beatles fueron POR LEJOS
la mejor banda de singles de la historia.

El período cubierto por estos singles
corresponde al que inició Rubber Soul,
y la sucesión de cambios trascendentales que aquel álbum
desencadenó se manifiesta abiertamente también en estas canciones,
que acumulan un nivel de melodía, creatividad, originalidad y diversidad
simplemente PASMOSO, superando con amplitud
al entretenido pero irregular Past Masters 1.

Las mejores baladas, los mejores rockers,
las mejores letras del grupo aparecen aquí mismo... en fin;
no existe mayor diferencia entre esto
y una recopilación de grandes himnos del rock.

Es con colecciones como esta
que uno cae en la cuenta
de que NO SE PODÍA competir con los Beatles.

¡Por favor, observen un momento los títulos!

We Can Work It Out, Paperback Writer,
Day Tripper, Rain, Lady Madonna, Hey Jude, Revolution...
más otros singles como I Am The Walrus,
Strawberry Fields Forever y Penny Lane que no aparecen aquí...

Esta lista de temazos absolutamente descomunales
que otros bien remunerados artistas
ni soñarían con componer en cien años
fueron tan solo UNA PARTE
de lo que los Beatles grabaron y publicaron
entre 1965 y 1968, o sea, en tres años.

Hoy en día tres años es el tiempo
que se demora un grupo como Radiohead
para grabar un solo maldito álbum
de doce o trece canciones. Im-pre-sio-nan-te.

Para mí los momentos más impresionantes de Past Masters 2
se agrupan en la primera mitad,
donde el desfile de clásicos que se desencadena ante nuestros oídos
es quizá el más aplastante jamás pensado;
si las primeras diez canciones hubieran consituído un álbum,
estaríamos hablando de un diez absoluto,
del mejor disco de rock de toda la historia de la Tierra.

Abrimos de la mejor forma posible
con el rocker de Lennon Day Tripper,
que brilla con un riff instantáneamente clásico:
para mí se trata, fácil, del mejor riff de toda la historia del rock,
o en todo caso del más característico,
con esas once notas tan naturales
que casi parece como que existen desde siempre,
a las que se la van agregando panderetas,
rasgueos acústicos y el bajo de Paul.

Que es mejor que los riffs
de Satisfaction o Smoke On The Water,
no me queda ninguna duda,
y viene a ser la prueba
de cómo los Beatles PODIAN
hacer excelentes riffs de guitarra
si así se lo proponían.

En definitiva Day Tripper
es uno de mis temas favoritos de los Beatles,
a tal punto que la primera vez que escuché el Past Masters 2
se me dio por repetir un par de veces la canción
antes de pasar al siguiente tema:
tan hechizado estaba que tenía
que escucharlo varias veces para poder creer a mis oídos.

Aún así, con el tiempo me he inclinado más
por su compañera de single We Can Work It Out,
un genial número pop de Paul,
con una de las mejores melodías jamás creadas
y una letra optimista acerca de peleas y reconciliaciones.

Cuando estés en discordia con tu novia o tus amigos,
quizá una escucha a We Can Work It Out te levante un poco el ánimo.

De hecho, Paul y John deberían haber recordado frases
como "Life is very short and there's no time for fighting and fussing,
my friend"
cuando más adelante comenzaron a pelear por cualquier cosa,
a hacer competencias absurdas sobre quién se separaba primero de los Beatles
o quién publicaba primero su álbum solitario y a escribir cosas como
How Do You Sleep.

Más allá de su letra, los arreglos de la canción están llenos de vida y genio,
con una de esas melodías típicamente exuberantes de Paul
más algunos lujosos toques de armonio y un middle eight espectacular
donde el tema adquiere tempo de vals durante unos instantes mágicos.

El single de los días de Revolver también está integrado
por un tema de Paul y otro de John
y ambos portan el espiritu de aquel álbum de 1966.

La trepidante Paperback Writer
es una de las mejores y más rockeras composiciones de Paul,
gracias a otro gran riff distorsionado,
armonías de contrapunto fenomenales
(epitomizadas por la maravillosa introducción a capella)
y esas perfectas notitas de bajo que Paul introduce velozmente
y casi a hurtadillas antes de cada verso.

Es curioso y didáctico comprobar como Paperback Writer
es prácticamente el mismo acorde todo el tiempo
y aún así es de lo más pegadiza y memorable,
algo que también ocurre
con temas de la misma época
como Taxman y Tomorrow Never Knows.

La canción de John, Rain, es otra obra maestra,
una composición psicodélica notable y ácida
donde aparece ese tono de guitarra denso
de She Said She Said, sumado a las
excelentes performances instrumentales de Paul y Ringo.

La melodía de Rain es nuevamente soberbia
y el estribillo hipnótico de "Raaaaaaaaain"
no tiene tiempo ni lugar.

El combo de canciones geniales
continúa con Lady Madonna de Paul;
un boogie-woogie de brillante competencia rockera
y otro más en la larga lista de estribillos memorables:
"See how they run" cantan a coro y es inevitable sentir
que nuestros oídos se derriten de deleite.

Mientras tanto, los enérgicos bronces,
el veloz piano de Paul
y los excitantes riffs de George
completan una de las canciones top 5 del grupo,
definitivamente, una de esas que nos hacen
subir el volumen si las pescamos en la radio.

La gran cantidad de ignorantes que insisten
con que Paul no era más que un compositor
de baladas azucaradas y sensibleras
debería callarse la boca
después de escuchar un tema como éste,
cuya letra trata de forma magistral
los incontables problemas domésticos
de una madre soltera.

Su lado B, The Inner Light,
aunque no está entre
las más competentes
composiciones de Harrison,
es su mejor incursión en la música hindú
(mucho más melódica y brillante que Within You Without You)
y la primera canción del guitarrista que aparece como single.

Nunca fui un gran fanático de los experimentos hindúes de George,
pero al menos no se puede decir que The Inner Light carezca de belleza.

De un salto y sin escalas pasamos
al MAS GRANDE SINGLE POP DE TODOS LOS TIEMPOS.

¿Acaso puede pensarse en una dupla mejor que Hey Jude y Revolution?

¿Acaso la competencia Lennon / McCartney ha tenido
un manifiesto más aplastante y convincente que éste?

La voz del pueblo dice
Strawberry Fields / Penny Lane,
pero yo digo ¡Pamplinas!

Quizá estemos hablando
de las dos mejores canciones de los Beatles...
¡Y están juntas!

Primero McCartney nos ofrece la MONUMENTAL Hey Jude,
tal vez la más grande canción jamás compuesta,
con esa melodía eterna y profundamente HERMOSA;
con esa letra sencilla y apasionada
que es una invitación a vivir, a intentar,
a tener confianza en uno mismo
y arriesgarse por las cosas que uno ama.

Maldición, cada vez que escucho a Paul
cantar la preciosa melodía
con ese sentimiento y esa sencillez sin pretenciones
me asaltan escalofríos de emoción y se humedecen mis ojos.

Los arreglos son sencillísimos, pero pegan sin piedad;
no se necesitan demasiadas sofisticaciones extra
cuando se tiene tanta belleza y tanto sentimiento.

Una vez, un amigo mío osó descalificar a Hey Jude
como una mera "canción de fogón"
y nunca pude olvidar tamaño atropello a la razón;
claro, es el mismo que reivindica atrocidades
como Dream Theatre o Yngwie Malmsteen
solo porque pueden tocar 600 notas por segundo.

Hey Jude no se trata de eso:
su letra y su melodía apuntan
directo al corazón y dan en el blanco;
llamarla "balada" sería una falta de respeto
para este himno, un himno que el mismo John Lennon,
según confesó, siempre admiró profundamente,
a tal punto que defendió a rajatabla
algunas frases de la letra que Paul planeaba cambiar.

Ciertos oyentes suelen criticar su extensa coda,
que se extiende con esos infaustos "na-na-na-na"
repetidos ad infinitum, pero para mí no hay nada
que transmita tanto PODER, ALEGRIA y PASION
como ese gigantesco final,
que alcanza proporciones aplastantes
a medida que se agrega la orquesta
y Paul lanza esos tartamudeos maníacos
que coronan una de sus performances vocales definitivas.

Hey Jude no será musicalmente
lo más meritorio de los Beatles,
pero en cuanto a INTENSIDAD, BELLEZA y RESONANCIA,
no tiene rival en ninguna otra canción de ningún otro grupo. Punto final.

¿Y qué decir de su lado B Revolution?
¿Exagero si digo que se trata del mejor rocker de los Beatles?

John Lennon escupe algunas de sus letras
más politizadas y retorcidas hasta la fecha
a través de una melodía contagiosa,
mientras George se manda un riff
que es una BESTIALIDAD ASESINA,
tan sucio y distorsionado que lastima los tímpanos.

La cosa retumba y machaca
con una fuerza incontenible de principio a fin,
y después entran los brillantes teclados jazzeros de Billy Preston
para arrancarle más jugo a la brillante composición.

¿Y la cumbre de los Beatles estaba en A Day In The Life?
Esteeee... digamos queeee... NO! Claramente no.

A continuación tenemos la versión
para single del clásico Get Back,
que no difiere mucho
de la que escuchamos en Let It Be,
salvo que ésta ofrece
una coda excelente que la original omite.

Siempre me gustó Get Back pues demuestra
que Paul también podía hacer temas rockeros,
pero esta vez tengo que quedarme con John
y su hermoso lado B Don't Let Me Down,
una balada dedicada a su novia japonesa
que exuda una pasión
y una humanidad sencillamente aplastantes,
ayudada, claro está, por una melodía atemporal,
un memorable dueto vocal de John y Paul
y unos arreglos perfectos
entre los que sobresale
la tarea del tecladista Billy Preston.

Piel de gallina es lo que me da cada vez que la escucho.

Después de Don't Let Me Down
la calidad del compilado
empieza a mostrar algunas hilachas;
no quiero decir que lo que sigue
no sea digno de los Beatles,
pero comparativamente
siempre se me hizo
bastante menos impresionante
que los primeros singles.

The Ballad Of John And Yoko,
grabada solo por John y Paul
a espaldas de los otros dos
que andaban de vacaciones,
es otro buen single dylanesco
que narra las ajetreadas vicencias
de la boda de Lennon con Yoko Ono.

Su pista es puramente rítmica
y los arreglos musicales
carecen de ornamentación;
para mí el mejor momento de la canción
está al final, donde la voz de Paul
se une a la de John
ensayando armonías vocales sobre la marcha,
a veces sonando muy desafinadas, dándole una crudeza sublime.

La canción realmente me encanta;
a pesar de lo que dice su título
no es una balada, sino un muy buen rocker.

La que no me parece tan buena
es su lado B Old Brown Shoe,
una composición semi-rockera de George
bastante extraña que a pesar
de sus originales arreglos de piano
y su atmósfera entretenida,
nunca se me hizo gran cosa como canción.

El final del álbum
no guarda demasiadas sorpresas
para quien haya escuchado los álbumes de la banda,
ya que solo nos queda una nueva versión del clásico Let it be,
que no difiere mucho a la publicada en el LP del mismo nombre,
y una buena versión de Across The Universe,
adornada con cantos y aleteos de pájaros,
que gracias a la ausencia de corillos ampulosos innecesarios,
al sonido más puro y claro de las guitarras acústicas
y a la presencia de nuevas armonías vocales,
termino prefiriendo a la original.

El álbum cierra con la bizarra
y prescindible You Know My Name (Look Up The Number),
una especie de suite / jam de jazz
que parece grabada puramente por motivos recreativos
y que incluye la participación de Brian Jones tocando el saxofón.

El hecho de que una mera recopilación
de singles parezca un álbum de himnos inmortales
que nos conmueven hasta el fondo del alma
y hacen que nuestro corazón se encoja
es bastante elocuente acerca genio ilimitado de los Beatles.

Imprescindible colección de clásicos y melodías fantásticas
que marcarán tu vida de una u otra forma.

Si esta colección no te convence de la genialidad de los Beatles
simplemente algo inhumano y anormal ocurre en tu cerebro.

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