Con el tiempo uno se va poniendo muy mañoso,
Pero todo se le perdona por esos momentos.
con todo, hasta con la música que más le gusta.
De hecho puedo pasar mucho tiempo sin escuchar nada.
Sin embargo, de improviso, uno escucha algo al pasar,
un fragmento de los numerosos conciertos de Keith Jarrett,
solo al piano, tocando e improvisando...y allí se queda.
Hay momentos sublimes...no todo.
Me gusta escuchar sus dedos, no su voz,
ni tampoco soporto cuando se contorsiona
o se pone muy reiterativo.
Pero todo se le perdona por esos momentos.
Los momentos de Keith Jarrett, en La Scala de Milán,
en París, en Viena, en Londres, en Bremen, en Lausana,
en el Carnegie Hall, en Colonia, en Río, en su casa, donde sea...
Algo de eso se le puede encontrar en YouTube,
aunque se le puede adquirir en varios sitios
de esta prolífica discrografía:
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