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"El más mejol




¿Quién bautizó como "Pitbull" a Gary Medel, jugador chileno del Sevilla de España? ¿O quién le puso "Superman" a Vargas, afamado arquero de la U. de Chile? Es posible que los seguidores de la U. Católica o del equipo azul tengan la respuesta en la punta de la lengua, pero, por lo general, ignoramos a la persona que, con ojo certero, puso un sobrenombre a un jugador y, tal vez, jamás imaginó que ese nombre perduraría a lo largo de los años.
Óscar Vásquez, periodista de larga trayectoria, fue una de esas personas. Cuando se desempeñaba como reportero deportivo, llamó "Tribilín" a Ignacio Prieto, jugador de la UC, y hasta hoy, que yo sepa, le siguen diciendo así. Otro de sus aciertos fue llamar "Siete Pulmones" a Rubén Marcos, recordado futbolista del exitoso Ballet Azul. Tuvo otros, algunos de ellos, como "Chupete de Fierro", más cerca de la farándula que del deporte.
Evoco a Óscar Vásquez, hijo del gran escritor Nicomedes Guzmán, ahora que ha partido para siempre. Nos reuníamos día a día en el restaurante de la esquina a compartir anécdotas literarias. Lo vi por última vez este 8 de octubre. Nos mostró ahí dos fotos del año 62 que su hijo le había enviado desde Ecuador. En una de ellas aparecía entrevistando a Jorge Toro y en la otra a Leonel Sánchez. Nos contó: "Aquí fue cuando Leonel, poco antes del partido Chile-Rusia, me dijo 'Y que gane el más mejol'. El Gato Gamboa leyó lo que escribí y tituló, tal cual, con esa frase que se hizo famosa hasta hoy".
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A propósito de Tribilín, fue Elisa Serrana
quien bautizó 
al entrañable pero impronunciable Goofy
y simpático y recordable nombre de Tribilín.

Creo más en el trabajo que en el talento
Elisa Serrana, cuyo verdadero nombre es Elisa Pérez Walker, nació en el año 1930. Desde muy pequeña, impulsada por su familia, se interesó por la lectura y el conocimiento. A temprana edad ya escribía poesía, diarios de vidas y proyectos de novelas.

Fue alumna de los Sagrados Corazones de Santiago (Monjas Francesas) y posteriormente ingresó la carrera de pedagogía en religión en la Universidad Católica de Chile, tras lo cual se desempeñó como profesora en el Saint George's College de Santiago. Fue recién en 1955, cuando comenzó con la publicación de cuentos en diversos diarios y revistas nacionales, donde firmaba con el apellido el de su esposo, Serrano, el cual modificó levemente poniéndole una “a” final. Posteriormente, en 1961 con su libro Las tres caras de un sello, se ganó el reconocimiento de la crítica nacional. Este mérito la ayudó para ser acogida, al año siguiente, como directora del departamento infantil de Revista Disney, enEditorial Zig-Zag, donde trabajó hasta 1976.

Perteneció a la Generación Literaria de 1950, junto con Mercedes Valdivieso, María Elena Gertner y María Carolina Geel. Algunas constantes en su obra fueron: mostrar un enfoque de género en la construcción de los mundos literarios; presentar la institución familiar como un centro productor de conflictos y caracterizar los personajes femeninos como habitantes de un espacio vital restringido. Elisa Serrana no intentó efectuar una crítica explícita a las instituciones patriarcales, sino más bien, poner en evidencia la necesidad de un cambio en las relaciones de género en la sociedad chilena. Del mismo modo, privilegió su atención en la mujer burguesa terrateniente, del mismo modo que su coetánea María Luisa Bombal.

En 1963, publicó su libro más controversial: Chilena, casada, sin profesión, donde creó un retrato del mundo diplomático, revelando una vasta gama de personajes cuyos vínculos estaban dados por la política, las finanzas y el poder. Su tercera novela, Una, considerada por la crítica nacional como su mejor novela, abordó la historia de una mujer de los años 20 que no puede adaptarse al período de post-guerra. En blanco y negro, se sumergió en el irreal mundo de una joven ciega y por último en A cual de ellas quiere usted, "mandandirumdirunda", abordó el tema de la maternidad y la familia como institución disfuncional.

Entre los sueños que le faltó realizar, fue escribir una obra cumbre: el libro de su vida. Elisa Serrana esperaba contar en éste la historia de tres generaciones: la de su madre, la de ella y la de sus hijas. Las tres con sus dramas y virtudes y con sus dificultades de adaptación.

La totalidad de su narrativa fue recuperada por la editorial Andrés Bello en noviembre del 2002, bajo el título de Obras selectas.

La autora murió en sepriembre de 2012, a los 82 años de edad.

Elisa Pérez Walker de Serrano es la madre de la conocida escritora Marcela, de la historiadora Sol, de la periodista Margarita, de la psicóloga Paula y de la abogada Elena (Nena)
Creo más en el trabajo que en el talento

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