Ese engaste de nieve, viento y mar...‏

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Teatro Municipal de Punta Arenas

por Corusco

Diario El Mercurio, Martes 10 de Julio de 2012

En la mayoría de las ciudades chilenas los teatros municipales han sido tradicionales centros de promoción de la cultura nacional y local. Durante años fueron, además, marcos de la actividad social y de encuentros políticos. El desarrollo de espacios más atractivos y funcionales los fue desperfilando y, tras reducirse a simples cinematógrafos, concluyeron cerrando sus puertas, deteriorando sus instalaciones y sirviendo de acogida de mendigos, cuando no de roedores.

Meritoriamente, varios de estos teatros son ahora reacondicionados, restituyéndoles su dignidad antigua, adicionada con los avances de la técnica escenográfica. Así ha ocurrido recién con el Teatro Municipal de Punta Arenas, instalado desde 1899 en noble edificio en pleno centro de la ciudad, donado por el pionero magallánico don José Menéndez, sede de espectáculos notables, desaparecidos a su cierre hace algunos años.

Es una buena noticia que debe reconocerse, en primer término, a la municipalidad encabezada por su alcalde, Vladimiro Mimica. Así se revive, además, el homenaje rendido cuando se le puso el nombre de José Bohr, ciudadano del mundo pero especialmente ligado a Punta Arenas, ciudad en la que vivió y maduró su multiplicidad creadora. En el himno que le escribiera la calificó como "perla entre las perlas, cruz del sur", y afirmó que quien comiera calafate volvería a ese engaste de "nieve, viento y mar".