Hermanos:
Yo, que estoy preso por el Señor,
los exhorto a comportarse
de una manera digna
de la vocación que han recibido.
Con mucha humildad,
mansedumbre y paciencia,
sopórtense mutuamente por amor.
Traten de conservar
la unidad del Espíritu,
mediante el vínculo de la paz.
Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu,
así como hay una misma esperanza,
a la que ustedes han sido llamados,
de acuerdo con la vocación recibida.
Hay un solo Señor,
una sola fe, un solo bautismo.
Hay un solo Dios
y Padre de todos,
que está sobre todos,
lo penetra todo
y está en todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS