Maletitas con ruedas
por Antonio Gil
Diario Las Últimas Noticias
Jueves 12 de Julio de 2012
La pasada semana,
con bombos y platillos,
en las dependencias del GAM,
se anunció la nómina
que representará a Chile
como invitado de honor
en la versión número 26
de la Feria del Libro de Guadalajara,
la que se desplegará
entre el 24 de noviembre
y el 2 de diciembre.
Existía, naturalmente,
gran expectación entre los autores,
muchos que imaginan,
en su provinciano candor,
que la condición de "feriantes"
los consagra en el canon
de la literatura chilena.
Se vivía un clima
como el de los orfanatos
en vísperas del inolvidable
"paseo de los huerfanitos".
Pues bien: orejas y rabo
para el gran Beltrán Mena,
médico, hombre culto
y aplicado escritor y viajero,
quien afortunadamente aceptó
el odioso cometido de redactar
la "lista de Mena", ya que,
de no ser él, no faltan los mal hablados
que afirman que la señorita Paz Balmaceda,
secretaria ejecutiva del Consejo del Libro,
habría mandado a Emilio Salgari,
Marta Brunet p Enrique Campos Menéndez,
quienes hoy por hoy hasta los alumnos
de octavo básico del liceo 282 de La Granja
tienen claro que abonan el jardín del Edén.
Gracias a Mena ya el panorama está claro:
la delegación nacional la constituye
un contingente de 350 personas,
entre quienes se cuentan artistas varios,
intelectuales y ese parasitario enjambre
de gestores culturales que siempre revolotean
detrás de las prebendas y el guacamole.
Escritores, de verdad, viajarán casi setenta,
siguiendo las guaripolas de Jorge Edwards,
quien va a mostrar al mundo sus inquietantes
Círculos morados (¿será dermatológico?),
y Raúl Zurita, ambos premios nacionales de literatura.
Además contamos en el equipo
con ese goleador ferial que es Jodorowsky,
secundado por el eternamente sonriente Skármeta,
el amable Poli Délano y nuestro pampino
y agudo amigo Hernán Rivera Letelier.
Luego Mena estibó el avión con Germán Marín,
Diamela Eltit, Alberto Fuguet y Rafael Gumucio.
Agarraron maleta con reeditas, entre otros,
Álvaro Bisama, Alejandro Zambra, Nona Fernández,
Leonardo Sanhueza, Andrea Jeftanovic, Mónica González,
Óscar Contardo, Marcelo Rioseco, Francisco Mouat,
Roberto Brodsky, Matías Rivas, Alejandra Costamagna,
Diego Zúñiga, Ascanio Cavallo, Lina Meruane y Héctor Soto.
Todos ellos escritores de los que escriben.
O que, cuando menos, por empeño no se quedan.
Felicitaciones para todos ellos.
Olímpicamente se restaron dos créditos de nivel mundial:
Isabel Allende y Marcela Serrano. Ellas saben.
El ministro de Cultura no tanto,
ya que se nos anduvo pasando de revoluciones
al declarar: "Estamos en un momento en el que
la industria del libro en castellano
podría cambiar sus ejes históricos
y producir un nuevo escenario ante la crisis,
lo que abre la posibilidad de tener
un rol preponderante como región y como país".
Como sea: bravo, otra vez, Beltrán Mena,
aunque en tu "lista de Schindler", inexplicablemente,
se extraña el nombre de la excelsa y sublime
poetisa María Inés Zaldívar, quien para algunos iniciados
es una innata maestra en el uso de la lengua.
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Una Antología Esencial de María Inés Zaldívar
se encuentra disponible en la web:
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