El gol de Alexis Sánchez
en el duelo reciente contra el Real Madrid
no sólo destaca por la genialidad y habilidad del chileno
y por los vitales puntos conseguidos ante su archi rival
en el «derby» de la liga española de fútbol de primera división,
sino porque es reveladora de esa aceitada, hábil y precisa máquina,
que con gran visión de campo y no por casualidad,
conforma la exitosa escuadra del Barcelona F. C.
La jugada se gesta en el mediocampo,
no sé bien si fue un cabezazo de un jugador
del Real o del Barça. El hecho es que
después de picar en el campo del Barcelona
es respondida por un cabezazo con intención ofensiva,
posiblemente por Mascherano hacia Xavi
quien con visión de campo, la peina en dirección
de Neymar, quien se encontraba en el centro del campo
y, a pesar de estar bien custodiado
por dos jugadores madrileños,
la baja con el pecho con su clase acostumbrada
y dirige un certero pase en profundidad
para que la reciba Alexis quien,
antes incluso de que recibiera Neymar el balón,
pica y comienza a correr a toda velocidad
hacia el campo rival dejando atrás a su custodio, Marcelo.
Después viene la jugada de antología:
el último hombre del Real, Varane,
es quien le sale al paso
pero sigue de largo por inercia,
tras la gambeta que ejecuta el tocopillano
casi al recibir la pelota,
y mientras el defensa del Madrid
se recupera y gira para enfrentarlo,
el «Niño Maravilla», con borde externo,
desplaza la pelota hacia la derecha con intención
de abrirse un espacio para poder disparar
al arco cuando ya se acercaba Marcelo a obstruirlo.
Es tan vertiginoso todo
que Alexis al aproximarse ya al arco
tuvo que haberse percatado
que el arquero estaba algo adelantado,
-parado sobre la línea que demarca el área chica-.
Es así como el crack de nuestra selección nacional
y oriundo de Tocopilla
intenta exitosamente la «vaselina»
un tiro suave por sobre la cabeza del arquero
que a pesar de su estirada plástica
hace inútil el esfuerzo de Diego López,
los dedos estirados de su guante azul
no logran detener la trayectoria del balón amarillo
y ésta vuela dulcemente hasta el fondo de las mallas
desatando el asombro
de los cien mil espectadores del Camp Neu
y de los quinientos millones
que lo presenciaban por televisión.
(En YouTube, en una semana
las visitas deben estar rondando los dos millones),
momento en que se desata la euforia
y la fiesta en el Camp Nou.
¡Qué golazo! ¡Cuánta distinción, Alexis!, dijeron los comentaristas.
Así se escriben las leyendas que no se olvidan más...
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