Ucrania

Para comprender el presente, es necesario analizar el pasado sine ira et studio. En el siglo VIII, los vikingos suecos llamados en su idioma rus (remeros) comerciaban con Constantinopla navegando los ríos de la llanura poblada por eslavos, que abarca a las actuales Rusia, Bielorrusia, y Ucrania. A lo largo de ese corredor comercial aparecieron ciudades, atrayendo a tribus eslavas que buscaban sus productos o su protección. Novgorod creció hasta convertirse en un vasto Estado gobernado por el vikingo Rurik. Oleg, su sucesor, trasladó la capital a Kiev, por su posición central, constituyendo el Kievan Rus. Aunque en 1240 este fue destruido por los mongoles, la dinastía Rurik continuó en el poder hasta 1598, en que murió Feodor I.

En 1610 los nobles rusos eligieron como Zar a Vladislav, hijo del rey Segismundo III de la dinastía sueca Vasa, que reinaba sobre la comunidad polaco-lituana. Ello produjo una integración que se mantuvo hasta el fin de la URSS en 1991. Dentro de ella Ucrania disfrutaba de identidad propia, al punto que en 1945 fue uno de los Estados fundadores de la ONU. Tras su independencia adoptó políticas de mercado que fracasaron. Agravada su situación por la crisis mundial del 2008, el gobierno solicitó ayuda extranjera. Todos pusieron como condición que adhiriera a su sector. Ello revivió la disputa entre pro rusos y nacionalistas, ahora pro Comunidad Europea.

Rusia y Ucrania sufren periódicas sequías, que han causado millones de muertes. La de 1922 fue atribuida a la Revolución Rusa, y la de 1932, a Stalin. Indudablemente la actitud de campesinos que esperaban el reparto de la tierra, y en cambio fueron colectivizados bajo la dirección de burócratas, tiene que haber influido enormemente. También cabe recordar que en ambas guerras mundiales hubo ucranianos que lucharon por Rusia, y contra Rusia. Financiados por los países de la actual OTAN, entre ambas guerras y hasta 1950 los nacionalistas lucharon como guerrilleros contra los bolcheviques. Abandonados cuando dejaron de ser útiles, terminaron en campos de concentración o muertos.

Quienes recuerdan que Putin fue funcionario del KGB, generalmente olvidan que Bush padre fue director de la CIA.

Jorge Schaerer Contreras