Mequetrefe, mentecato, gaznápiro, pelafustán,
majadero, insistente, pintamonos, irredento,
bobalicón, papanatas, ignorante, limitado,
sabandija, sanguijuela, despreciable, ladillento,
babosiento, caradura, carepalo, carerraja,
mentiroso, envidioso, resentido, traicionero,
arrastrado, estropajo, pendenciero, cahuinero,
alcahuete, asopado, curagüilla, proxeneta,
maletero, estafador, malaspulgas, ladronzuelo,
botarate, tarambana, renegado, insidioso,
desabrido, estúpido, mategüevas, hinchapelots…
Son decidoras y hasta divertidas algunas de las muchas palabras de cuatro sílabas: Alaraco, desabrido, pendenciero, saltimbanqui, buscavidas, trotamundos, vagabundo, palaciego, mujeriego, intrigante, zalamero, cancerbero, palitroque, cocinero, bucanero, navegante, elegante, atorrante, bienpensante, cantimplora, guaripola, coscoroba, cocacola, colocolo, pestilente, putamadre, gorosito, golosina, sinsabores, zopilote, despelote, papelucho, conconina, catilina, aguafuerte, pederasta, california, compensado, sanatorio, velatorio, sinalefa, sinedoque, abalorio, penitencia, palimpsesto, catalina, carolina, verónica, apestado, aforrado, ahorrado, alegado, apanado, apenado, estatuilla, cantinfleo, noveuna, ninguneo, vaticano, castellano, telescopio, microscopio, tecnólogo, pedagogo, arquitecto, ingeniero, decatleta, montañismo, velerista, escalador, escritorio, petitorio... un-dos-tres-cua...
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