MARÍA PAZ ARZOLA, DIARIO LA TERCERA, MIÉRCOLES 5 DE MARZO DE 2014HTTP://VOCES.LATERCERA.COM/2014/03/05/MARIA-PAZ-ARZOLA/DESAFIOS-PARA-EL-NUEVO-GOBIERNO-EN-EDUCACION-ESCOLAR/

Desafíos para el nuevo gobierno en educación escolar

Durante estos días comienza un nuevo año escolar para los más de tres millones de alumnos de escuelas y liceos del país, inicio que supone una serie de metas y desafíos para este 2014. Del mismo modo, en unos días más asume el nuevo gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, que tiene también la oportunidad de llevar a cabo las iniciativas pendientes para mejorar el sistema escolar chileno.

La administración anterior de Sebastián Piñera aumentó notablemente los recursos para este nivel educativo: el monto de la subvención regular y escolar preferencial, los recursos para programas de integración, fondos exclusivos para la educación municipal, y también para la infraestructura y equipamiento de los liceos técnico profesionales, a los que asiste la mayor parte de los jóvenes de los hogares más pobres del país. Del mismo modo, para cautelar el buen uso de los recursos, se desarrolló e implementó el Sistema de Aseguramiento de la Calidad, conformado por la Agencia de Calidad y Superintendencia de Educación.

En cuanto al objetivo de fortalecer la profesión docente, se creó la beca vocación de profesor, se aumentó el monto de la asignación de excelencia pedagógica, y por primera vez, gracias a la ley de calidad y equidad del 2011, que establece la posibilidad de desvincular al 5% de los profesores mal evaluados, se terminó con la inamovilidad de los profesores de mal desempeño.

Si bien las medidas anteriores constituyen un avance, el gobierno entrante debiera hacerse cargo de asuntos pendientes que resultarán clave para que nuestro sistema escolar siga avanzando y se acerque a los países desarrollados.

En primer lugar, se debe dar tiempo al Sistema de Aseguramiento de la Calidad. Los mejores sistemas educativos del mundo mantienen un equilibrio entre autonomía de las escuelas y rendición de cuentas.Esto significa que dan espacio para que los sostenedores gestionen sus recursos y tomen las medidas que consideran necesarias para mejorar le calidad educativa de sus escuelas,pero que a su vez se deben hacer cargo de las consecuencias de sus decisiones y rendir cuenta de su cometido. El sistema de aseguramiento recién instaurado, justamente lo que busca es fortalecer el rol del Estado como fiscalizador, de manera de permitir que la mayor autonomía se dé en el marco de la ley. Sin embargo, aún está en rodaje, y la tentación de querer cambiarlo antes de ver su impacto puede ser grande si tenemos en cuenta que el gobierno entrante prometió mucho y necesitará resultados rápidos.

En segundo lugar, está la necesidad de modernizar, de una vez por todas, la carrera docente. La evidencia en este tema es clara en sostener que los docentes son el principal factor que influye en un sistema escolar: “el techo de un sistema educativo es la calidad de sus profesores” . Es así como los mejores sistemas escolares del mundo reclutan a sus estudiantes de pedagogía del 30% de mejor desempeño, mientras que en Chile es una carrera muy poco selectiva. Hay, además, buena evidencia que señala que los aumentos de recursos sin un cambio en las prácticas pedagógicas o administrativas, tienen un impacto despreciable en el desempeño de los alumnos, mientras que adaptar métodos de enseñanza y usar la tecnología para mejorar las prácticas pedagógicas y los sistemas de rendición de cuentas, resultan ser medidas altamente efectivas .

Por eso, si queremos que Chile siga avanzando, y en especial si queremos que el sector municipal prospere, además de fortalecer y aumentar las exigencias de las carreras de pedagogía, se debe avanzar en una profesión docente atractiva, en que se premie el buen desempeño, y se dé espacio para innovar en mejores prácticas pedagógicas. El actual estatuto docente establece rigideces que limitan lo anterior, y si bien la ley de Calidad y Equidad introdujo la posibilidad de despedir al 5% de profesores mal evaluados, es necesario dar un paso más allá. Si el próximo gobierno quiere que los alumnos del país progresen, debiera buscar la forma de modernizar la legislación al respecto.

Por último, un aspecto que debiera preocuparnos, es el hecho de que existan hoy más de cien mil niños y jóvenes en edad escolar que no tienen cabida en el sistema, para quienes no existe una oferta educativa que se adapte a sus necesidades, ya sea porque tienen alguna discapacidad que los restringe o porque vienen de familias disfuncionales y de sectores marginados, muchas veces estigmatizados por la delincuencia. Ni las escuelas municipales ni las privadas tienen la capacidad de integrarlos completamente; no sólo por falta de recursos, sino también de profesionales preparados para acoger, guiar y enseñar a estos niños. Sin duda, junto con buscar que nuestro sistema educativo y los alumnos que forman parte de éste, progresen, el próximo gobierno debiera hacerse cargo de la situación de estos niños y jóvenes, que son hoy los verdaderos excluidos.