El actor y director de 76 años se ha convertido en uno de los principales líderes del cine independiente estadounidense. Su nueva película como intérprete es un desafío: no tiene diálogos. Mientras, su gran creación, el Festival de Cine de Sundance, acaba de anunciar una programación que incluye a varios chilenos. Parte el próximo 17 de enero.
Eduardo Fernández Madrid, El Mundo de España
Reproducido en el diario El Mercurio, 2 de diciembre de 2012
http://diario.elmercurio.com/2012/12/02/espectaculos/mas/noticias/AC3507DF-CACD-45E5-8FC8-21D3A8456294.htm?id={AC3507DF-CACD-45E5-8FC8-21D3A8456294}
La puerta del ascensor se abre y aparece Robert Redford. Al salir, deja a su paso un reguero de sonrisas bobaliconas entre quienes han llegado a un lujoso hotel madrileño. El resto de estrellas se apaga en el recuerdo cuando el actor californiano titila. ¿Actor, sin más? "Me considero actor. Es mi profesión. He sido muchas cosas, pero me gusta pensar que soy actor, porque así fue como empecé y eso me ha dado la oportunidad de hacer todo lo demás", resume.
Redford omite en su presentación que a principios de los 80 comenzó a dirigir -se llevó el Oscar por su opera prima, "Gente como uno"- y a cimentar la verdadera meca del cine independiente: Sundance, con su instituto y el influyente festival cuya nueva versión parte el próximo 17 de enero.
Con la mandíbula marcada, la piel tostada y los cabellos dorados ajenos a eso de haber cumplido 76 años, él ha huido toda su vida del papel del galán que hacía temblar las rodillas de las mujeres. Redford dice: "La verdad es que era muy frustrante cuando actuaba. Poco después de alcanzar el éxito, noté que me estaban encasillando. Se me juzgaba por mi apariencia, no por mi versatilidad. No paraba de leer noticias sobre mi aspecto y eso hacía que me sintiera incómodo. Tuve que sobrepasar ese umbral y espero haberlo conseguido. Por eso empecé a dirigir: no estás tú en la pantalla, sino tu trabajo, tus sentimientos, tu forma de narrar la historia, sin que la apariencia se entremezcle. Si interpretas un papel y estás orgulloso de tu trabajo, bien; si se valora sólo tu apariencia, te sientes frustrado".
-¿Por qué preferiría que se recordara a Robert Redford?
"Me gustaría que por el trabajo como actor y director, porque es algo que se queda para siempre, mientras exista la posibilidad de almacenar cine. Lo demás... Bueno, unos vienen y otros se van".
-Una vez dijo que a Estados Unidos sólo le preocupa ganar. ¿Es usted un ganador?
"Si usted lo piensa, póngalo. Yo no he dicho eso (ríe). Lo de mi país y los ganadores es verdad. Cuando era pequeño, había muchísimos eslóganes con motivo de la II Guerra Mundial, para que la gente se entusiasmara y se sintiese muy patriótica. Un cartel que recuerdo decía que da igual que ganes o pierdas, sino cómo juegues. Pero con el tiempo me he dado cuenta de que en mi país sólo importa si ganas o pierdes, por lo que merece la pena olvidarse de como juegues. Quiero hacer una película sobre este tema".
Al protagonista de "Nuestros años felices" y "El golpe" no le preocupa envejecer, asegura, pero teme la pérdida de la forma física, necesaria, entre otras funciones básicas, para actuar. Su última película como intérprete es "All is lost" -descrita por él como "un proyecto fascinante"-, rodada en México y sin diálogos. Programada para debutar el próximo año, narra la supervivencia en solitario de un marinero que se enfrenta a una devastadora tormenta en pleno océano Índico. La dirección es de J. C. Chandor, que conquistó a Redford al llevar a Sundance su ópera prima, "El precio de la codicia".
El hombre ante la naturaleza está presente en muchos de los trabajos de Redford, así como la justicia, la política, el periodismo y las relaciones de pareja. "All is lost" se rodó en los mismos tanques de agua en los que se filmó "Titanic", a pesar de que Redford ha tratado casi siempre de bucear en las antípodas de James Cameron.
-Con tanto remake da la impresión de que esa industria no para de contar las mismas historias. ¿Es Sundance y la televisión una alternativa al cine de Hollywood?
"Esa es en realidad la declaración de principios del canal de TV Sundance Channel: ofrecer una alternativa al público que no sea el cine comercial. En Sundance nos gusta centrarnos en el aspecto humano de las películas, frente a la vertiente del cómic que impera en Hollywood, con esas historias de superhéroes y las películas de animación. Algunas de esas películas de Hollywood son buenas, claro, pero no es ése el cine que me interesa. Hollywood ya no se fija en la vida real, la de las emociones y los sentimientos, la que a mí me importa".
El Festival de Sundance revela su programación
Existente desde 1978, pero administrado por el instituto Sundance desde 1984, el festival liderado por Redford se ha convertido en el más importante del mundo en cuanto a cine independiente. Siempre en busca de nuevos talentos y propuestas que escapen de la norma, este año el tema de la sexualidad acaparó la atención en la programación oficial, anunciada esta semana. "Estas películas no temen en tratar la compleja naturaleza del sexo en nuestra sociedad", dijo John Cooper, director del certamen que se realizará entre los días 17 y 27 de enero.
Entre los títulos en competencia hay varios rostros destacados. Están, por ejemplo, "Kill your darlings", con Daniel Radcliffe; "Afternoon delight", con Juno Temple y Jane Lynch; y "The lifeguard", con Mamie Gummer, hija de Meryl Streep. Jessica Biel y Alfred Molina protagonizan "Emanuel and the truth about fishes"; y Rooney Mara encabeza el elenco de "Ain't them bodies saints".
La competencia internacional tendrá a chilenos presentando sus últimas películas. En la sección World Cinema Dramatic estarán Sebastián Silva con "Crystal fairy", la cinta que rodó en Chile con Michael Cera; y Alicia Scherson llevará "El futuro", con Manuela Martelli y Rutger Hauer. Fuera de competencia irá Pablo Larraín con "No". En la edición anterior, nuestro país tuvo una buena cosecha: "Violeta se fue a los cielos" y "Joven y alocada" fueron premiadas.
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