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Un Bond viejo que aporta espesor y complejidad‏



Bond al desnudo

por Yenny Cáceres
http://www.quepasa.cl/articulo/guia-del-ocio/cine/2012/11/243-10430-9-bond-al-desnudo.shtml
© Archivo
Un Bond viejo, al borde del retiro, que limpia sus heridas. Esa imagen, que cruza la primera parte de Operación Skyfall, resume el espíritu de esta nueva entrega del agente 007. Esta vez Bond (Daniel Craig) debe enfrentar a un peligroso hacker (Javier Bardem), un ex agente del servicio secreto que se convierte en una amenaza terrorista para Inglaterra.
No es raro que bajo la dirección de Sam Mendes (Belleza americana, Revolutionary Road), la película a ratos parezca un drama familiar. Incluso puede ser una desilusión que la chica Bond más importante en el relato no sea la francesa Bérénice Marlohe (guapísima, casi a la altura de la infartante Eva Green en Casino Royale), sino que M (Judi Dench), la jefa de Bond en el servicio secreto, al punto que la relación entre ambos se vuelve bastante edípica.
Este Bond abre su intimidad y su pasado como pocas veces se ha visto en la saga, lo cual parece un paso inevitable tras el espesor y la complejidad que Daniel Craig le ha entregado al personaje desde Casino Royale.
Los seguidores fieles de la saga tampoco tienen que espantarse. La película parte con la secuencia de acción de rigor, con una persecución en los bazares de Estambul, y cumple con su cuota de exotismo con escenas en Shanghái y Macao.
Con innegables toques de El caballero de la noche de Nolan en las secuencias de Shanghái y en el villano (imposible no recordar al Guasón de Heath Ledger), lo mejor de la cinta son las actuaciones. Craig parece haber nacido para encarnar a Bond, el oficio de Dench aporta los matices y el villano de Bardem resulta exquisitamente perverso.
“Operación Skyfall”, de Sam Mendes.

1 comentario:

  1. 007 en terapia

    por Antonio Martínez
    Diario El Mercurio, Wikén, viernes 2 de 2012

    Esta nueva aventura de James Bond (Daniel Craig) alcanza su mejor tensión dramática sólo después de una hora y algo. Y no es por los efectos especiales, un par de persecuciones y peleas, y tampoco por la fotografía, sino por un gran actor español: Javier Bardem.

    Bardem es el enemigo de Bond y de M (Judi Dench), pero, sobre todo, de Inglaterra y de su campeón: el agente 007.

    Su personaje De Silva es un hombre de sexualidad ambigua. Alguien afectado, teatral y ampuloso, que en la sobreactuación encuentra un perfil peligroso y demente, porque exacerba la crueldad, alienta la traición y no distingue el fondo de la maldad.

    Lo de Bardem y su histrionismo hermafrodita se luce en dos secuencias: cuando ingresa al escenario y aparece en la historia; y cuando muestra en su rostro las huellas de la profesión, esto es, el trabajo de espías, las traiciones y esas cosas terribles que se hacen por la patria.

    "007 - Operación Skyfall" está recorrida por alusiones al tiempo y a la vejez, y por eso es una película donde las ideas de retiro, lealtad, resurrección y jubilación están siempre rondando.

    El origen de la historia se hunde en el pasado remoto de M.

    Bond, en el presente, debe demostrar que aún está apto para el oficio, pero las pruebas físicas lo agobian y sus cicatrices son incurables.

    Para subrayar el cambio generacional, el nuevo Q (Ben Whishaw) es un funcionario que podría ser el hijo de Bond, y una joven amante describe al agente inglés como un caballo viejo que busca nuevo trote, que es como decir: a buey viejo, el pasto tierno.

    Lo que está en cuestión son los métodos y el sistema de MI6, el servicio secreto exterior británico, y, por tanto, la vigencia de James Bond. Los enemigos han mutado y ya no hay naciones específicas, sino que los contrincantes están en las sombras, que es la frase repetida de M.

    Las numerosas alusiones a las películas antiguas apuntan en la misma dirección y destacan la longevidad de la serie.

    Y la reducción de los armamentos aleja a Bond de la época actual: ni inventos sofisticados y tampoco autos acorazados.

    "007 - Operación Skyfall" despoja a Bond de sus elementos naturales y cuando ya no hay imaginería tecnológica, lo único que queda es el pasado y psicología del agente 007: recuerdos del hogar y la infancia, la escopeta de su padre y un atado de cartuchos.

    Y algo de psicología básica en M y hasta en el personaje De Silva, que a medida que avanza la intriga se vuela y desinfla.

    Esta es una aventura con un sobrepeso de larga media hora, cuyo interés es por cuestiones puntuales y además curiosas: el ruido que provoca el personaje de Bardem, las posibilidades del nuevo Q, la gran Chica Bond no es más que una burócrata y hay una corriente homosexual que roza el pecho de 007.

    "Skyfall". EE.UU.-Gran Bretaña. 2012. Director: Sam Mendes. Con: Daniel Craig, Judi Dench, Javier Bardem. 143 minutos. Mayores de 14 años.

    http://diario.elmercurio.com/2012/11/02/wiken/lascriticas/noticias/86A0198E-C1AD-4725-9E39-418112AB2E80.htm?id={86A0198E-C1AD-4725-9E39-418112AB2E80}

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