Moderno banco de semillas ya conserva 155 especies de plantas

Centro del SAG en Magallanes destaca en el país:
por Rolando Martínez Vergara
Diario El Mercurio, lunes 11 de junio de 2012
http://diario.elmercurio.com/2012/06/11/ciencia_y_tecnologia/ciencia_y_tecnologia/noticias/B2211D95-E0D6-4867-9D49-D1F109997138.htm?id={B2211D95-E0D6-4867-9D49-D1F109997138}

A partir de las primeras recolecciones, en enero de 2010, el SAG ha
logrado almacenar hasta ahora 5.300 sobres con semillas de las
especies vegetales nativas de la región austral.

Un trabajo silencioso e importante para las futuras generaciones se
concentra en la Unidad de Germoplasma del laboratorio del Servicio
Agrícola y Ganadero (SAG) en Punta Arenas. Es el más moderno de su
tipo en el país, en el que se conservan 5.300 sobres con semillas de
155 especies nativas de la región austral.
En el mediano plazo, desde la zona central al extremo sur se
trasladarán también semillas de dos mil especies de variedades
comerciales protegidas por el SAG.
Roberto Niculcar, ingeniero agrónomo y jefe de la Unidad de
Germoplasma del laboratorio del SAG en Punta Arenas, explica que la
idea es conservar semillas o tejidos de vegetales ex situ , es decir
fuera de su hábitat natural, para así preservar su material genético o
ADN.
"Lo más básico del germoplasma son las semillas, pero también a través
de otras técnicas de cultivo in vitro se puede obtener germoplasma de
tejido a través del cual se clonan plantas in vitro ", explica
Niculcar.
Innovación clave
Aníbal Ariztía, director nacional del SAG, señala que al visualizar
que el patrimonio genético de Chile puede verse amenazado por factores
como el cambio climático, plagas o enfermedades, se activó este
proyecto que comenzó en 2010 y a la fecha ha permitido conservar 155
especies. "En total han sido 5.300 sobres con semillas los que han
ingresado al banco y este año esperamos llegar a los 10 mil", cuenta
Ariztía.
"La innovación es un tema clave para nosotros y en este sentido el
banco de germoplasma del SAG marca un gran avance", destaca el
ministro de Agricultura, Luis Mayol, quien admite que este trabajo
cobró mayor importancia tras el incendio ocurrido en el parque Torres
del Paine.
"En él se perdió una cantidad importante de semillas e individuos de
especies que afortunadamente estaban conservadas en este banco, lo que
hace posible que hoy estemos trabajando en su recuperación", señala el
secretario de Estado.
Afortunadamente, reafirma Roberto Niculcar, han ido a Torres del Paine
en los últimos cuatro años para recolectar semillas de diferentes
especies vegetales de esa zona, como también en otras reservas de la
región.
"Una de las grandes ventajas de este banco es que hacemos conservación
fuera del lugar natural donde crecen estas plantas. Si hay un incendio
en una reserva, se pierde material vegetal, pero nosotros lo tenemos
guardado. Quizás no tenemos las semillas para reforestar todas las
hectáreas dañadas, pero sí podemos iniciar un plan de vivero y después
reinsertarlas en el campo", explica el ingeniero agrónomo.
Las recolecciones de semillas las realizan preferentemente en
primavera y verano. Luego las secan y clasifican, para luego
almacenarlas y dejarlas registradas en el computador, donde disponen
de una completa ficha del material recolectado.
"Trabajamos en bajar el porcentaje (7%) de humedad de las semillas y
conservarlas a baja temperatura. Las secamos y las guardamos en sobres
sellados herméticamente. En el tiempo vamos monitoreando que las
semillas no pierdan su capacidad para germinar".
Las semillas conservadas pueden ser insertadas en plantaciones que
impulsen las generaciones del futuro, como también al disponer de
material genético almacenado se podrán mejorar las especies.
FINANCIAMIENTO
La implementación del banco de germoplasma fue financiada con fondos
del gobierno regional que aportó $270 millones, mientras el SAG sumó
otros $70 millones para la edificación de las dependencias en el
laboratorio.
Bajo cero
La unidad de germoplasma puede conservar hasta 100 mil sobres con
semillas recolectadas en una fecha y lugar determinado, manteniéndose
en cámaras de frío a -18 grados. Además, tiene estanques con nitrógeno
líquido donde se pueden guardar hasta 21 mil crioviales (tubos de
almacenamiento) con tejido vegetal.
"Unas semillas de nothofagus (especie arbórea) a -4 grados pueden
durar 80 años y a -18, 800 años, por ejemplo", dice Roberto Niculcar.