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Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino

Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino

Historia general de las cosas de Nueva España es una obra enciclopédica sobre la gente y la cultura del centro de México compilada por el fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), un misionero franciscano que llegó a México en 1529, ocho años después de que Hernán Cortés finalizara la conquista española. El manuscrito, al que comúnmente se llama Códice Florentino, llegó a manos de los Médici a más tardar en 1588 y ahora se encuentra en la Biblioteca Laurenciana de Florencia. Sahagún comenzó a realizar investigaciones sobre las culturas indígenas en la década de 1540, utilizando una metodología que, en opinión de los estudiosos, es precursora de la técnica moderna en el campo antropológico. Sus motivos eran principalmente religiosos: creía que, para convertir a los nativos al cristianismo y erradicar su devoción a los dioses falsos, era necesario entender esos dioses y la influencia que tenían en el pueblo azteca. Si bien gran parte de la cultura nativa le producía rechazo llegó a admirar muchas cualidades de los aztecas. Según lo que expresa en el prólogo al Libro I de su obra, los mexicanos eran considerados bárbaros, gente de muy poco valor; sin embargo, él consideraba que, en materia de cultura y refinamiento, estaban un paso adelante de otras naciones que presumían de ser muy diplomáticas. Sahagún obtuvo la ayuda de dos grupos indígenas importantes: los ancianos (principales) de numerosas ciudades de México central y los estudiantes nahuas y exalumnos del Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, donde Sahagún trabajó durante gran parte de su estadía en México. Los principales respondían cuestionarios que preparaba Sahagún sobre la cultura y la religión, y sus respuestas eran registradas en su propia forma pictórica de escritura. Los estudiantes nahuas interpretaban las imágenes y ampliaban las respuestas, transcribiendo fonéticamente el náhuatl con caracteres latinos. Sahagún luego revisaba el texto en náhuatl y agregaba su propia traducción al español. Todo el proceso llevó casi 30 años y finalmente se completó entre 1575 y 1577 con una copia nueva y completa del manuscrito preparado. Este manuscrito fue llevado a España por el fray Rodrigo de Sequera, comisario general de los franciscanos y partidario de la obra de Sahagún. Los 12 libros del códice se encuadernaron originalmente en cuatro volúmenes, aunque más adelante se volvieron a encuadernar en tres. La obra está organizada en dos columnas: a la derecha está el texto original en náhuatl y a la izquierda, la traducción de Sahagún al español. La mayoría de las magníficas 2468 ilustraciones, realizadas por los alumnos, están en la columna de la izquierda, cuyo texto es más corto. Las ilustraciones combinan los rasgos sintácticos y simbólicos de la antigua tradición nahua de pintura-escritura con las cualidades formales de la pintura renacentista europea.

26 de octubre de 2012

Comentarios de Domizio Calderini sobre obras de Juvenal, Estacio, Ovidio y Propercio

Comentarios de Domizio Calderini sobre obras de Juvenal, Estacio, Ovidio y Propercio

Bajo la influencia del humanismo italiano y de su tutor y coleccionista de libros, János Vitéz, el arzobispo de Esztergom, Matías Corvino de Hungría (1443-1490), desarrolló una pasión por los libros y el aprendizaje. Elegido rey de Hungría en 1458 a la edad de 14 años, Matías recibió grandes elogios por sus batallas contra los turcos otomanos y su patrocinio de la educación y la ciencia. Creó la Biblioteca Corviniana, que en su momento fue una de las mejores bibliotecas de Europa. Después de su muerte, y sobre todo después de la conquista de Buda por los turcos en 1541, la biblioteca se disgregó y gran parte de la colección fue destruida; los volúmenes sobrevivientes quedaron diseminados por toda Europa. Este códice, que en un principio estaba en la Biblioteca Corviniana y ahora se conserva en la Biblioteca Laurenciana, data de finales de la década de 1480. Contiene obras que escribió a mediados de la década de 1470 Domizio Calderini (1447-1478), cortesano, erudito, humanista y polémico comentarista literario, que nació en la provincia de Verona y murió en Roma. Aquí se incluyen sus comentarios sobre las Sátirasde Juvenal, Silvas de Publio Papinio Estacio, Carta de Safo de Ovidio y obras del poeta elegíaco Sexto Propercio. La Colección de la Biblioteca Corviniana fue inscrita en el registro de «Memoria del Mundo» de la UNESCO, en 2005.
Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Introducción, índices y Libro I: de los dioses

Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Introducción, índices y Libro I: de los dioses

Historia general de las cosas de Nueva España es una obra enciclopédica sobre la gente y la cultura del centro de México compilada por el fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), un misionero franciscano que llegó a México en 1529, ocho años después de que Hernán Cortés finalizara la conquista española. El manuscrito, al que comúnmente se llama Códice Florentino, consta de 12 libros dedicados a diferentes temas. Sahagún siguió la tipología de obras medievales anteriores y organizó su investigación en «lo divino, lo humano y lo natural» de Nueva España y abordó estos temas en orden. Por lo tanto, el Libro I trata de los dioses. En él se describen las principales deidades del panteón azteca y se enumeran las características físicas particulares, la vestimenta, las funciones principales y las fiestas que se dedican a cada deidad. Para que estos dioses sean más comprensibles para los lectores europeos, Sahagún a veces los compara con figuras de la mitología griega y romana. A Huitzilopochtli («Uitzilobuchtli» en el códice) lo llama «otro Hércules»; a Tezcatlipoca, «otro Júpiter». Huitzilopochtli era el dios patrono de los aztecas, quien los guio en su peregrinación desde Aztlán, la mítica «tierra blanca» de sus orígenes, hasta la «tierra prometida», donde fundaron en 1325 la ciudad de Tenochtitlan. Era el dios de la guerra y del Sol, enorme, muy fuerte y belicoso, y se le dedicó uno de los dos santuarios del Templo Mayor (Gran Pirámide) de Tenochtitlan. El otro santuario estaba dedicado a Tláloc, el señor de la lluvia, que vivía en las montañas más altas donde se forman las nubes, y se lo asociaba con el mundo de la agricultura y con la fertilidad de la tierra. Huitzilopochtli, Tláloc y otros dos dioses principales están representados en el folio 10, reverso. Para Sahagún, la religión era la clave para entender a la civilización azteca. Según lo que expresa en el prólogo al Libro I, en la religión y la adoración de sus dioses, no creía que alguna vez hubiera habido idólatras más fieles a sus dioses, ni a un costo tan grande para sí mismos, que aquellos pueblos de Nueva España.
Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro II: de las ceremonias

Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro II: de las ceremonias

Historia general de las cosas de Nueva España es una obra enciclopédica sobre la gente y la cultura del centro de México compilada por el fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), un misionero franciscano que llegó a México en 1529, ocho años después de que Hernán Cortés finalizara la conquista española. El manuscrito, al que comúnmente se llama Códice Florentino, consta de 12 libros dedicados a diferentes temas. El Libro II trata de las festividades y los sacrificios a los dioses, realizados de acuerdo con el calendario ritual de 20 días. Incluye los 20 cánticos sagrados o himnos a los dioses, que Sahagún reunió a partir de testimonios orales en la etapa inicial de su investigación. Este libro también describe las ceremonias que conllevaban sacrificios humanos, que tanto conmocionaron a los españoles cuando llegaron a México. Se ofrecían sacrificios para que el ciclo cósmico pudiera continuar y el Sol saliera cada mañana. En un eterno proceso de regeneración, se creía que los dioses aztecas morían y volvían a la vida con más fuerza que antes, y era su muerte la que se «revivía» en el sacrificio. Los dioses estaban personificados en sus víctimas sacrificiales –sus ixiptla (imágenes) o representantes– y recibían sustento de la sangre y los corazones humanos. La ilustración en el folio 84, verso, representa el sacrificio del ixiptla de Tezcatlipoca, dios del cielo nocturno y la memoria. La víctima tenía que ser un hombre joven con buen estado físico, sin imperfecciones físicas, a quien se le concedía un año para llevar una vida de ocio, en el que aprendía a tocar la flauta, y a usar una especie de pipa (artefacto parecido a un canuto) de la misma manera que los jefes y nobles. Al terminar el año, se lo vestía y adornaba con detalle y, después de varias ceremonias, se lo llevaba al pie de la pirámide, en donde se lo sacrificaba. Las víctimas sacrificiales solían ser soldados capturados en batalla, aunque también podrían ser esclavos, hombres declarados culpables de algún delito, o bien mujeres jóvenes o niños (ofrecidos a las deidades de la lluvia y las aguas). En la batalla, el objetivo no era matar al enemigo sino tomar prisioneros, a quienes se los agarraba por el pelo y se los destinaba a ser sacrificados. La guerra con el fin de capturar víctimas sacrificiales se muestra en las ilustraciones del folio 74, reverso, y del folio 74, verso, de este libro.
Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro XII: de la conquista de México

Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro XII: de la conquista de México

Historia general de las cosas de Nueva España es una obra enciclopédica sobre la gente y la cultura del centro de México compilada por el fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), un misionero franciscano que llegó a México en 1529, ocho años después de que Hernán Cortés finalizara la conquista española. El manuscrito, al que comúnmente se llama el Códice Florentino, consta de 12 libros dedicados a diferentes temas. El Libro XII narra la conquista española de México, que tuvo lugar entre 1519 (cuando Cortés desembarcó en la costa con poco más de 100 hombres y unos cuantos caballos) y 1521, cuando se tomó Tenochtitlan y se subyugó a los aztecas. La historia es contada desde la perspectiva de los ancianos indígenas que vivían en Tenochtitlan en el momento de la conquista y presenciaron los acontecimientos descritos. Sahagún reunió estos relatos entre 1553 y 1555, aproximadamente, cuando estaba trabajando en el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco. La narrativa náhuatl comienza con una evocación de «las señales y los presagios» que, se decía, habían aparecido antes de la llegada de los españoles, y concluye con la rendición de Tenochtitlan después de un sitio de 80 días. Al recurrir a testimonios de primera mano, Sahagún fue capaz de capturar el asombro que sentían los aztecas y el trauma posterior a su derrota a manos de los españoles. Entre los principales factores que determinaron la victoria española estuvieron la implacabilidad de los soldados españoles y de Cortés en particular, el uso de caballos y armas de fuego, que los mesoamericanos nunca había visto, y la intuición de Cortés de que los pueblos del Imperio azteca estaban dispuestos a unir fuerzas con él para deshacerse del dominio azteca. El Libro XII contiene numerosas ilustraciones que representan escenas de la conquista, como la llegada de Cortés, una imagen del Templo Mayor (Gran Pirámide) en Tenochtitlan, batallas entre los indígenas y los españoles y la destrucción de los templos aztecas a manos de los españoles.
Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro X: del pueblo, sus virtudes y vicios, y otras naciones

Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro X: del pueblo, sus virtudes y vicios, y otras naciones

Historia general de las cosas de Nueva España es una obra enciclopédica sobre la gente y la cultura del centro de México compilada por el fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), un misionero franciscano que llegó a México en 1529, ocho años después de que Hernán Cortés finalizara la conquista española. El manuscrito, al que comúnmente se llama Códice Florentino, consta de 12 libros dedicados a diferentes temas. El Libro X trata acerca de la sociedad azteca y abarca temas como las virtudes y los vicios de la gente, la comida y la bebida, las partes del cuerpo humano, y las enfermedades y los remedios. En este libro, Sahagún describe el proceso de fabricación del chocolate a partir de granos de cacao, que también está representado en el folio 71, verso. La bebida hecha de cacao puro y especias se consideraba la mayor exquisitez y estaba reservada solo para los nobles. El Libro X trata también sobre la agricultura y la preparación de alimentos. La economía azteca se basaba principalmente en la agricultura. La agricultura era responsabilidad de los plebeyos, que cultivaban la tierra que se les asignaba y la tierra de los nobles y los gobernantes. El cultivo principal era el maíz, con el cual los aztecas hacían una especie de pan. La preparación de los alimentos era una tarea de mujeres y está representada en el folio 315, reverso. Los plebeyos tenían una dieta muy simple, pero la élite comía alimentos más ricos y abundantes. Sahagún incluye una larga lista de platos condimentados con diferentes salsas. El último capítulo del Libro X, sobre «las naciones que han venido a habitar esta tierra», incluye dos textos largos, que derivan de las preguntas que Sahagún hizo a los ancianos nahuas sobre la historia de Mesoamérica. Uno habla de Quetzalcóatl y los toltecas; el otro ofrece un repaso de la evolución cultural de los pueblos nahuas.
Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro VII: el Sol, la Luna y las estrellas, y la unión de los años

Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro VII: el Sol, la Luna y las estrellas, y la unión de los años

Historia general de las cosas de Nueva España es una obra enciclopédica sobre la gente y la cultura del centro de México compilada por el fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), un misionero franciscano que llegó a México en 1529, ocho años después de que Hernán Cortés finalizara la conquista española. El manuscrito, al que comúnmente se llama Códice Florentino, consta de 12 libros dedicados a diferentes temas. El Libro VII trata sobre el Sol, la Luna y las estrellas. Contiene un relato de la creación del Sol y de la Luna durante lo que los aztecas llamaban la «quinta edad del mundo», que Sahagún extrajo de poemas y leyendas antiguas que los ancianos compartieron con él. La ilustración en el folio 228, verso, representa al conejo en la Luna. Los antiguos mesoamericanos afirmaban que en la Luna llena se podía ver el contorno de un conejo: un efecto visual que resulta de la combinación de las manchas oscuras causadas por la apariencia de las elevaciones y los cráteres en la superficie de la Luna, pero a la que ellos le adjudicaban una razón mitológica. En el relato de los aztecas, antes de la creación del día, los dioses se reunieron en Teotihuacán a crear el Sol para que pudiera iluminar el mundo. Para que esto sucediera, alguien se tenía que sacrificar. El dios Tezcuciztécatl (también conocido como Tecciztécatl) se ofreció de voluntario, pero también era necesario otro dios. Todos tenían miedo y nadie más se ofreció, entonces recurrieron a Nanahuatzin, que estaba cubierto de pústulas, y él aceptó con dignidad. Ambos dioses se prepararon para el sacrificio haciendo penitencia durante cuatro días. Tezcuciztécatl utilizó plumas, oro y fragmentos afilados de piedras preciosas y de coral, mientras que Nanahuatzin utilizó materiales humildes y ofreció su sangre y pus. Se encendió una gran hoguera y todos los dioses se reunieron a su alrededor a medianoche, pero cuando llegó el momento de que Tezcuciztécatl se arrojara al fuego para transformarse en el Sol, vaciló y se detuvo. Nanahuatzin, en cambio, se arrojó valientemente al fuego y comenzó a brillar. Solo entonces Tezcuciztécatl, que era envidioso, hizo lo mismo para transformarse en un segundo Sol. Los dioses no habían contado con que hubiera dos luces de igual brillo en el cielo, por lo que uno de ellos tomó un conejo y lo lanzó al segundo Sol para disminuir su brillo: así es cómo la Luna llego a ser lo que es, con la visible forma de un conejo en su cara.
Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro VIII: de los reyes y señores

Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro VIII: de los reyes y señores

Historia general de las cosas de Nueva España es una obra enciclopédica sobre la gente y la cultura del centro de México compilada por el fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), un misionero franciscano que llegó a México en 1529, ocho años después de que Hernán Cortés finalizara la conquista española. El manuscrito, al que comúnmente se llama Códice Florentino, consta de 12 libros dedicados a diferentes temas. El Libro VIII se refiere a los reyes y nobles, las formas de gobierno, las elecciones de los gobernantes, y las costumbres y los pasatiempos de la nobleza. Además de estar interesado en estos temas en sí mismos, las motivaciones de Sahagún tenían que ver con consideraciones lingüísticas que le permitieran describir tantos aspectos de la vida azteca como pudiera. Explicó que solo de esta manera podía traer a la luz todas las palabras de este lenguaje con sus significados literales y metafóricos, y todas sus formas de hablar y la mayor parte de sus antigüedades, buenas y malas. El Libro VIII está repleto de ilustraciones relacionadas con el estilo de vida azteca. Las pinturas de los folios 219, 261 y 280–281 están relacionadas con la vestimenta. Muestran el telar, cómo se hacían las vestimentas y los diseños textiles usados ​​por la nobleza. La mayoría de la población azteca solo podía usar ropa hecha de hilo de pita, sin teñir y sin adornos, pero los nobles usaban ropa de algodón de colores, decorada con parches de conchas o de hueso y plumas. La ilustración en el folio 269, reverso, muestra un juego llamado patolli (que Sahagún describe como parecido a los dados) en el que los jugadores apostaban joyas y otras pertenencias, dejando caer tres frijoles de gran tamaño en una gran cruz pintada sobre una estera. La ilustración en el folio 292, verso, muestra el juego denominado tlachtli, un juego de pelota que en un principio se vinculaba con el concepto mesoamericano del cosmos como el producto de un enfrentamiento entre fuerzas opuestas pero complementarias como, por ejemplo, la vida y la muerte, el día y la noche, la fertilidad y la esterilidad, y la luz y la oscuridad. La lucha se reproducía en el juego, donde dos equipos que representaban a las fuerzas cósmicas opuestas se enfrentaban en una cancha tratando de hacer rebotar una pelota de goma pesada tantas veces como fuera posible contra las paredes laterales de la cancha. Según Sahagún, el juego era un divertimento de la nobleza, que había perdido su anterior significado religioso.
Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro IX: de los mercaderes

Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro IX: de los mercaderes

Historia general de las cosas de Nueva España es una obra enciclopédica sobre la gente y la cultura del centro de México compilada por el fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), un misionero franciscano que llegó a México en 1529, ocho años después de que Hernán Cortés finalizara la conquista española. El manuscrito, al que comúnmente se llama Códice Florentino, consta de 12 libros dedicados a diferentes temas. El Libro IX se trata de comerciantes, funcionarios encargados del oro y las piedras preciosas, y del trabajo en plumas. Los pochteca(comerciantes) eran un grupo importante en la sociedad azteca. Emprendían largos viajes en busca de mercancías y productos preciosos, y eran valorados por la información que reunían en las tierras que visitaban, que los aztecas a menudo utilizaban para planificar las guerras de conquista. En Mesoamérica no se conocían los animales de carga ni la rueda, por lo que las mercancías eran llevadas a pie por los tlameme (cargadores), que colocaban su carga en unacacaxtli (estructura de madera), sostenida por una cuerda que rodeaba los hombros y la frente del cargador. El folio 316, reverso, tiene una ilustración que muestra a los cargadores con sus cargas. El Arte plumario era una de las artes menores que se practicaban en la Mesoamérica precolombina. Los productos del arte plumario estaban reservados para la élite azteca (el rey, los nobles, los sacerdotes y los guerreros), que usaban elementos como capas, abanicos y tocados principalmente en las ceremonias. El folio 370, reverso, tiene una ilustración que muestra a artesanos trabajando en un tocado. En el Libro IX también se habla del fumar, práctica que los mesoamericanos hacían durante los banquetes y las ceremonias religiosas, con dos pipas llenas de hierbas y pastos o con puros hechos de hojas de tabaco enrolladas. La práctica de fumar está representada en el folio 336, reverso.
Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro XI: de las cosas naturales

Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro XI: de las cosas naturales

Historia general de las cosas de Nueva España es una obra enciclopédica sobre la gente y la cultura del centro de México compilada por el fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), un misionero franciscano que llegó a México en 1529, ocho años después de que Hernán Cortés finalizara la conquista española. El manuscrito, al que comúnmente se llama Códice Florentino, consta de 12 libros dedicados a diferentes temas. El libro XI, el más largo del códice, es un tratado de historia natural. Siguiendo la división tradicional de conocimiento común en muchas obras enciclopédicas europeas, el Códice Florentino trata sobre «todo lo divino (o más bien idólatra), humano y natural de Nueva España». Por lo tanto, después haber hablado de seres superiores y de seres humanos, Sahagún examina los animales, las plantas y todos los tipos de minerales. Para el análisis de las hierbas medicinales y los minerales, Sahagún se basó en el conocimiento de los médicos indígenas, y creó lo que el erudito Miguel León-Portilla ha llamado una especie de farmacología prehispánica. El análisis de los animales se basa en leyendas aztecas sobre varios animales, tanto reales como míticos. El libro es una fuente de especial importancia para comprender cómo los mesoamericanos usaban los recursos naturales antes de la llegada de los europeos. Muchos animales criados en Europa, como vacas, cerdos, pollos y caballos, eran desconocidos para los pueblos mesoamericanos. En su lugar, criaban conejos,xoloitzcuintle (una raza de perro sin pelo), aves y, en particular, pavos. Complementaban su dieta con jabalíes, ciervos, tapires, aves, ranas, hormigas, grillos y serpientes. Se cazaban otros animales principalmente por su piel, como el jaguar y otros felinos, o por sus plumas. El Libro XI contiene numerosas ilustraciones de animales, incluidos mamíferos (el jaguar y el armadillo), aves, reptiles, anfibios, peces e insectos.
Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro III: del principio que tuvieron los dioses

Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro III: del principio que tuvieron los dioses

Historia general de las cosas de Nueva España es una obra enciclopédica sobre la gente y la cultura del centro de México compilada por el fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), un misionero franciscano que llegó a México en 1529, ocho años después de que Hernán Cortés finalizara la conquista española. El manuscrito, al que comúnmente se llama Códice Florentino, consta de 12 libros dedicados a diferentes temas. El Libro III trata sobre el origen de los dioses, en particular de Tezcatlipoca y Quetzalcóatl, e incluye apéndices sobre la vida después de la muerte y la educación. La religión azteca estaba impregnada de historias sobre el nacimiento, la muerte y el regreso a la vida de los dioses. Este eterno proceso de regeneración se reflejaba en las ceremonias que implicaban el sacrificio de humanos y de otro tipo, así como en la arquitectura de Tenochtitlan. El Templo Mayor (Gran Pirámide) estaba dedicado a Huitzilopochtli y Tláloc y tenía santuarios separados para cada uno de estos dioses. Esta construcción dual tuvo una gran importancia en cosmología mesoamericana, ya que simbolizaba las dos montañas sagradas: Tonacatépetl (la colina del sustento), y Coatepec (la colina de la serpiente). El santuario dedicado a Tláloc, el dios de la lluvia, representaba la montaña que guarbaba el maíz y otras cosas que Quetzalcóatl robaba a los dioses para dar a la humanidad. El santuario dedicado a Huitzilopochtli, el dios de la guerra y del Sol, representaba la montaña en la que él nació, ya adulto y vestido como un guerrero: su madre Coatlicue lo engendró cuando una bola de plumas entró en su vientre y la fecundó. En la montaña, el dios derrotó a su hermana Coyolxauhqui (la diosa de la Luna) y a sus 400 hermanos que estaban celosos de su nacimiento. Cuando murieron, pasaron a formar la Vía Láctea. Entre las ilustraciones dignas de mención en el Libro III se encuentra, en el folio 232, verso, en el apéndice sobre la educación, la representación de padres que llevan a sus hijos a la escuela. Los nobles enviaban a sus hijos al calmécac (fila de casas), una escuela sumamente estricta que estaba reservada para la élite, en donde recibían instrucciones sobre cómo llegar a ser «los que mandan, los jefes, los senadores y los nobles,… los que tienen puestos militares».
Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro IV: de la astrología judiciaria o arte adivinatoria indiana

Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro IV: de la astrología judiciaria o arte adivinatoria indiana

Historia general de las cosas de Nueva España es una obra enciclopédica sobre la gente y la cultura del centro de México compilada por el fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), un misionero franciscano que llegó a México en 1529, ocho años después de que Hernán Cortés finalizara la conquista española. El manuscrito, al que comúnmente se llama Códice Florentino, consta de 12 libros dedicados a diferentes temas. El Libro IV trata sobre el arte de la adivinación, o la astrología judiciaria que practicaban los aztecas, y, en particular, sobre el Tonalpohualli (calendario ritual). Los mesoamericanos usaban dos calendarios: uno solar y otro ritual. El Xiuhpohualli (calendario solar) tenía un ciclo de 365 días divididos en 18 meses de 20 días cada uno, más cinco días considerados desfavorables. El calendario ritual consistía en 260 días y estaba formado por la asociación de los números del 1 al 13 con 20 signos diferentes. En los folios 329, verso y reverso, se reproduce, con impresionante detalle, un cuadro utilizado principalmente por los sacerdotes para la adivinación. Entre otras ilustraciones en el Libro IV, hay una representación horripilante de la antropofagia o canibalismo ritual, que a menudo se practicaba como parte del rito de sacrificio humano. Sahagún describe el sacrificio en relación con las fiestas de Xipe Tótec, dios de la primavera y la regeneración, y de Huitzilopochtli, el dios de la guerra y del Sol (folio 268, reverso). Los prisioneros eran llevados al templo de Huitzilopochtli, sacrificados, y su carne era consumida por las personas importantes. Por medio de esta práctica, los captores consumían y adquirían la fuerza del enemigo, en una especie de comunión con la persona fallecida y con los dioses.
Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro V: de los agüeros y pronósticos

Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro V: de los agüeros y pronósticos

Historia general de las cosas de Nueva España es una obra enciclopédica sobre la gente y la cultura del centro de México compilada por el fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), un misionero franciscano que llegó a México en 1529, ocho años después de que Hernán Cortés finalizara la conquista española. El manuscrito, al que comúnmente se llama Códice Florentino, consta de 12 libros dedicados a diferentes temas. El Libro V trata de los presagios, los augurios y las supersticiones. Al igual que en el Libro IV, que trata sobre adivinación, Sahagún cita antiguas tradiciones nativas extraídas de los cuestionarios y las interacciones con los ancianos nahuas. El interés permanente de Sahagún en este tema era académico y etnográfico, aunque su motivación fundamental era la religión. Creía que muchas de las conversiones al cristianismo que alegaban haber logrado los sacerdotes católicos en México eran superficiales y enmascaraban una persistente adhesión a las creencias paganas. Según lo que expresaba en el prólogo de su obra, los pecados de la idolatría y los ritos idolátricos, las supersticiones y los presagios, y las supersticiones y las ceremonias idolátricas no habían desaparecido por completo. El prólogo también establecía que para predicar contra estas cosas, o incluso para estar al tanto de su existencia, era necesario estar familiarizado con la forma en que se practicaban en los tiempos paganos, porque, a expensas de su ignorancia, los indígenas realizaban muchas acciones idolátricas que escapaban a su entendimiento.
Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro VI: retórica y filosofía moral

Historia general de las cosas de Nueva España por el fray Bernardino de Sahagún: el Códice Florentino. Libro VI: retórica y filosofía moral

Historia general de las cosas de Nueva España es una obra enciclopédica sobre la gente y la cultura del centro de México compilada por el fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), un misionero franciscano que llegó a México en 1529, ocho años después de que Hernán Cortés finalizara la conquista española. El manuscrito, al que comúnmente se llama Códice Florentino, consta de 12 libros dedicados a diferentes temas. El Libro VI se ocupa de la retórica y la filosofía moral. Contiene textos que Sahagún recolectó alrededor de 1547, en la primera etapa de su investigación de la cultura indígena, a partir de recitaciones orales de los ancianos nahuas. Según Sahagún, estos textos, conocidos como Huehuetlahtolli (palabra antigua), encarnaban: la retórica, la filosofía moral y la teología del pueblo mexicano, en las que hay muchas características curiosas que muestran las bellezas del lenguaje y las muy delicadas cuestiones relativas a las virtudes morales. Si bien le provocaba rechazo la religión azteca, la sabiduría y la belleza de los textos antiguos impresionó en gran medida a Sahagún, quien cita extensamente, por ejemplo, las palabras de un padre nahua a una hija que ha alcanzado la edad de la razón. En el folio 80, reverso, hay una ilustración de padres aconsejando a sus hijos. En la encuadernación original, el Libro VI estaba al comienzo del segundo volumen. Por eso empieza con una dedicatoria a Rodrigo de Sequera, comisario general de la orden franciscana y gran admirador de la obra de Sahagún. Originalmente el Libro I contenía una dedicatoria similar al comienzo, más tarde esa dedicatoria fue arrancada, por lo que la única versión sobreviviente puede hallarse en una copia posterior del códice.
Antigüedades de Samarcanda. Madraza de terracota (Tillia Kari). Plano, elevación y secciones

Antigüedades de Samarcanda. Madraza de terracota (Tillia Kari). Plano, elevación y secciones

Estos dibujos de los planos del primero y segundo piso, secciones y elevaciones frontales de la madraza de terracota (Tillia Kari) en Samarcanda (Uzbekistán) provienen de la parte arqueológica del Álbum de Turquestán. El estudio fotográfico en seis volúmenes se produjo entre 1871 y 1872, bajo el patrocinio del general Konstantín P. von Kaufman, el primer gobernador general (1867-1886) de Turquestán, como se conocían a los territorios del Imperio ruso en Asia Central. En el álbum se presta especial atención a la arquitectura islámica de Samarcanda, como los monumentos del siglo XIV y XV del reinado de Tamerlán y sus sucesores. En el centro de Samarcanda está el conjunto de Registán, compuesto por tres grandes ejemplos de unamadraza (escuela religiosa). El tercer componente del conjunto de Registán, la madraza de Tillia Kari, se construyó entre 1646 y 1660, en donde antiguamente se encontraba un caravasar. Al igual que otros ejemplos de madrazas en esta región, su planta básica está formada por un patio rectangular. Tillia Kari es poco común ya que su entrada principal se encuentra en la fachada «lateral», en lugar de estar en el mismo eje que su mezquita, en el centro del muro oriental. También es atípica la reducción de la fachada principal de dos pisos a una arcada de un piso en los otros tres muros. Aunque es menos florida que otras madrazas en su ornamentación decorativa, tiene gran maestría en el rigor geométrico de su forma, especialmente en el diseño de la mezquita.
Antigüedades de Samarcanda. Sala de instrucción de la madraza de Shir Dar (lado oriental). Inscripciones alrededor de la hornacina interior y sus secciones superiores. Final

Antigüedades de Samarcanda. Sala de instrucción de la madraza de Shir Dar (lado oriental). Inscripciones alrededor de la hornacina interior y sus secciones superiores. Final

Esta fotografía de la sala de instrucción de la madraza de Shir Dar en Samarcanda (Uzbekistán) proviene de la parte arqueológica del Álbum de Turquestán. El estudio fotográfico en seis volúmenes se produjo entre 1871 y 1872, bajo el patrocinio del general Konstantín P. von Kaufman, el primer gobernador general (1867-1886) de Turquestán, como se conocían a los territorios del Imperio ruso en Asia Central. En el álbum se presta especial atención a la arquitectura islámica de Samarcanda, como los monumentos del siglo XIV y XV del reinado de Tamerlán y sus sucesores. En el centro de Samarcanda está el conjunto de Registán, compuesto por tres grandes ejemplos de una madraza (escuela religiosa). La segunda madraza del conjunto, Shir Dar, fue construida entre 1619 y 1636, durante la dinastía astrajánida. A pesar de un daño significativo que sufrió a través de los siglos, sigue siendo uno de los monumentos más profusamente decorados de Asia Central. La forma de esta madraza es típica de la región, con un patio rectangular rodeado por una arcada de dos pisos. Esta vista de una hornacina en arco en medio de la pared oriental muestra la complejidad del trabajo en cerámica, compuesto por mayólicas policromáticas con intrincados motivos geométricos y florales. El panel con un arco en punta lleva una tira horizontal con inscripción en estilo de caligrafía cursiva thuluth. Los paneles están enmarcados por franjas decorativas en relieve. En la parte superior, debajo de la bóveda en arco, hay una fila de paneles.
Vista del Departamento para los niños de raza negra de la Casa de Refugio

Vista del Departamento para los niños de raza negra de la Casa de Refugio

Este grabado muestra los edificios del Departamento para niños de raza negra de la Casa de Refugio en Filadelfia, incluidos los dormitorios, el comedor y las salas de costura para niñas, las habitaciones de los supervisores y la entrada principal, los dormitorios y las salas de educación de los varones. Una pared alta de ladrillo rodea las partes trasera y laterales del complejo de edificios, y se ve a dos hombres y un niño conversando en primer plano. La litografía también formó parte de un par de ilustraciones impresas sobre tela en 1858, y también fue utilizada como el frontispicio del Trigésimo informe anual del directorio de la Casa de Refugio, la otra correspondiente al par es la «Vista del Departamento para los niños blancos de la Casa de Refugio». La Casa de Refugio, fundada en 1828, fue la primera institución en Pensilvania encargada de reformar y educar a los menores acusados ​​de delincuencia y ofrecerles una alternativa a la prisión. Estos edificios, que ocupan las calles Parrish y Brown entre las calles 22ndy 24th, abrieron sus puertas en 1850.
Instituto para sordomudos de Pensilvania

Instituto para sordomudos de Pensilvania

Esta litografía muestra una vista exterior del Instituto para sordomudos de Pensilvania ubicado en la esquina noroeste de las calles Broad y Pine en Filadelfia. El edificio, diseñado por el arquitecto John Haviland de Filadelfia, fue construido entre 1824 y 1826, poco después de la fundación de la escuela. La ilustración fue creada por el artista Albert Newsam (1809-1864) y se utilizó como frontispicio del informe anual del directorio de la institución para el año 1850. Newsam, sordomudo desde la cuna, nació en Steubenville, Ohio. Mostró talento artístico desde que era niño. A los 11 años, un hombre que se hizo pasar por un hermano sordomudo lo llevó a Filadelfia e intentó explotar las habilidades artísticas del niño para su propio beneficio. Newsam tuvo un refugio seguro en el Instituto para sordomudos, donde fue educado. En 1827, se convirtió en aprendiz en la empresa de grabado de Cephas G. Childs y en 1829 ya abastecía a Childs de muchos de los grabados que su compañía ofrecía al público. Newsam, más conocido por sus retratos, luego se convirtió en el artista principal de la empresa de Peter S. Duval.
En conmemoración del gran desfile del departamento de bomberos de Filadelfia, 16 de octubre de 1865

En conmemoración del gran desfile del departamento de bomberos de Filadelfia, 16 de octubre de 1865

Este grabado coloreado conmemora el gran desfile del departamento de bomberos de Filadelfia del 16 de octubre de 1865, y está dedicado a los bomberos de Filadelfia y sus «hermanos de visita». En el texto en la parte inferior se enumeran los cuarteles de bomberos que participaron en el desfile, principalmente de Pensilvania, Nueva Jersey y Nueva York, pero también de lugares tan lejanos como Massachusetts y el Distrito de Columbia. El grabado se basa en una ilustración de Francis H. Schell (1834-1909), artista, ilustrador y litógrafo de Filadelfia, que luego trabajó en Nueva York para el Frank Leslie’s Illustrated Newspaper como «artista especial». El litógrafo fue James Queen (circa 1820-1886), nacido en Filadelfia, quien fue aprendiz en la empresa de Duval y Lehman en 1835 e hizo la mayor parte de su trabajo para la empresa de P. S. Duval.
Cementerio de Laurel Hill, Filadelfia

Cementerio de Laurel Hill, Filadelfia

En la década de 1830, un grupo de influyentes ciudadanos de Filadelfia quiso establecer un cementerio rural que fuera naturalista, sereno y se encontrara en un sitio retirado pero elegante. Se establecieron en Laurel Hill, en el número 3822 de la avenida Ridge, la antigua finca del comerciante Joseph Sims, que tenía acantilados rocosos y espectaculares vistas y estaba a unos seis kilómetros del centro de la ciudad. El cementerio fue construido entre 1836 y 1839 a partir de los diseños del arquitecto y paisajista de origen escocés John Notman. Esta vista muestra la puerta principal. Un hombre a caballo pasa por el cementerio, y en el fondo se ve la capilla funeraria de estilo gótico. El campo y los árboles dominan el primer plano. La ilustración es de John Caspar Wild (circa 1804-1846), un artista y litógrafo nacido en Suiza, que en 1832 llegó a Filadelfia desde París. Realizó pinturas y grabados de Filadelfia y otras ciudades estadounidenses, como Cincinnati, Saint Louis y Davenport, Iowa. Sus obras son importantes registros históricos de estas ciudades antes de la era de la industrialización a gran escala y del crecimiento urbano acelerado.

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