Ruinas modernas

El Observador Urbano 

por Miguel Laborde 

Diario El Mercurio, sábado 21 de julio de 2012

La televisión británica hizo lo suyo con un documental extraordinario sobre el lugar de Londres que concentrará en estos días el mayor número de pruebas deportivas: una ribera del Támesis habitada hace miles de años, y que ahora los arqueólogos, gracias a las excavaciones olímpicas, han podido explorar como nunca antes. No fue fácil. Por décadas cumplió un rol de vertedero de la ciudad, el que ahora se recicló por completo.

Es un lugar donde, en el pasado, un escaso grupo de personas, muy tenaces, se estableció contra viento y marea, ya que los suelos eran cenagosos y se inundaban con las crecidas. Sin embargo, se supieron adaptar, soportando, además, invasiones de otras tribus, fuera de las consabidas de los romanos y normandos... una tras otra sin cesar, incluyendo -en tiempos más recientes- los bombardeos de la aviación alemana. En esas tierras históricas corren ahora los atletas y, en el logrado centro acuático diseñado por Zaha Hadid, los nadadores celebrarán el triunfo de la especie en el manejo del agua: la obra simula una ola gigante, pero esas aguas ya no son peligrosas como lo eran antes.

Miles de trabajadores salieron de la cesantía con estas obras, lo que también aportó su dosis de optimismo a la ciudad.

El único temor, muy propio de esta época crítica, es que las enormes inversiones en infraestructura deportiva no tengan, una vez terminados los Juegos, un uso real. No es la primera vez que Londres es el anfitrión olímpico y en el pasado ya hubo instalaciones que terminaron abandonadas.

Nosotros en Chile, cautelosos por tradición, no caemos con frecuencia en esos excesos, pero en Europa son bastante frecuentes. Ahora que está de moda llorar por la leche derramada, es un éxito el libro "Ruinas modernas: una topografía del lucro", de la arquitecta alemana Julia Schulz-Dornburg, en que ironiza con casos de los últimos veinte años. En él se entretiene detallando operaciones inmobiliarias que abusaron de nuevos ricos ansiosos de mostrar estatus, los que debieron pagar con dureza sus sueños glamorosos, como los de comprar mansiones en la urbanización española Campo de Vuelo Residencial, de las cuales 166 incluían en sus jardines un espacio para el avión privado...

El gimnasio techado del Parque O'Higgins es uno de los pocos fantasmas que hemos tenido en Santiago -a gran escala- abandonado por más de medio siglo, pero ya vemos que ha ido encontrando, como Movistar Arena, un destino necesario para la capital, ciudad necesitada de lugares para eventos masivos.

Eso sí, se nota que su destino era otro. Cuando se acerca la hora de los espectáculos, en plena autopista empiezan a aglomerarse los vehículos que, todos en simultáneo, intentan entrar al estacionamiento por una vía única y angosta. Pero, en comparación, es un mal harto discreto. La cautela, algunas veces, es una solución si se trata de proyectos urbanos, que ahí quedarán, aportando o alterando el paisaje, por toda su larga vida.

Para conocer infraestructura olímpica:www.altonivel.com.mx