La autoridad reconoció, además, que la crisis fiscal de la Eurozona y la situación presupuestaria interna son las grandes amenazas para la economía de ese país.
Nicolás Marticorena
Diario El Mercurio, miércoles 18 de julio de 2012
Muy esperado era el discurso que tenía que ofrecer ayer el presidente la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Ben Bernanke. Finalmente no hubo anuncios rimbombantes, pero sí muestras de apoyo a la difícil situación económica que atraviesa Estados Unidos, afirmando que la entidad está preparada para ofrecer un apoyo monetario adicional.
"Como reflejo de su preocupación por el lento progreso en la reducción del desempleo y ante los riesgos a la baja de las perspectivas económicas, el Comité de la Fed dejó claro en su reunión de junio que está dispuesto a tomar las medidas que correspondan con el objetivo de promover aún más una recuperación económica más fuerte, así como la mejora sostenida de las condiciones del mercado laboral en un contexto de estabilidad de precios", apuntó Bernanke en una presentación ante la Comisión de Bancos del Senado.
La autoridad sostuvo que la recuperación de Estados Unidos estaba siendo contenida y amenazada por condiciones financieras más ajustadas debido a la crisis europea y a la incertidumbre que rodea a la política fiscal estadounidense. En ese sentido, instó a los miembros del Congreso estadounidense a actuar de inmediato para hacer frente a los problemas de deuda que se avecinan en ese país.
"Los mercados financieros y la economía de Europa siguen bajo una tensión significativa, con efectos de derrame sobre las condiciones financieras y económicas en el resto del mundo, incluyendo a Estados Unidos", agregó.
La Reserva Federal ha mantenido el costo interbancario del crédito cerca del 0% desde diciembre del 2008. Asimismo, compró deuda gubernamental y relacionada con hipotecas en un esfuerzo para bajar tasas de largo plazo.
Buena recepción
Esta "puerta abierta" que dejó Bernanke para estrenar nuevas medidas dejó ponderaciones divididas por la mayoría de los mercados internacionales. La Bolsa de Nueva York tomó la mejor parte del discurso y subió 0,62%, apoyada además por resultados corporativos. El S&P 500 escaló 0,74%. El IPSA en Chile trepó un 0,41%, en línea con Wall Street.
En Europa, en tanto, las señales desde Estados Unidos no fueron satisfactorias en un día de bajos volúmenes de negocios. El CAC 40 francés cayó 0,09% y el FTSEurofirst 300 -que agrupa a las principales acciones de la región- cedió 0,32%. El Ibex de Madrid y el Dax de Frankfurt se alzaron con 0,40% y 0,18%, respectivamente.
La Eurozona dio noticias también, luego que Grecia solicitara a la Unión Europea y al FMI 3.100 millones euros para cubrir un bono que vence en agosto, monto que sería parte del paquete de rescate financiero de 130 mil millones de euros.
Mientras el FMI certificó los progresos en las reformas económicas y el ajuste fiscal de Portugal tras liberar el quinto tramo por 1.480 millones de euros de su plan de ayuda financiera.
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