Vida - Desde descubrirla a reinventarla
¿Qué es la vida? ¿Cómo entenderla?
¿Cómo instancia de descubrimiento?
¿Cómo aventura del conocimiento?
¿Cómo proceso de entendimiento?
¿Cómo lección de desprendimiento?
¿Cómo una ocasión de lucimiento?
¿Cómo estremecedor remordimiento?
¿Cómo una espacio de acercamiento?
¿Cómo tiempo de encantamiento?
¿Cómo doloroso abatimiento?
¿Cómo zona del hundimiento?
¿Cómo un estado de agotamiento?
¿Cómo un permanente desangramiento?
¿Todas, algunas, otras?
También la vida es una invención.
Un lugar para el juego, para el riesgo,
para el ensayo y el error, para
recomponerse y volver a entenderse.
Para explorar nuevas posibilidades.
Para escoger nuevos rumbos.
La reinvención de uno mismo
siempre viene precedida
de unprofundo proceso
de instrospección,
de una revisión interna
que deriva hacia un trance existencial
del cual puede surgir un cambio de giro.
A veces la opción es replantearse
revisar lo que se hizo mal, corregir errores;
reordenar la agenda, y emprender nuevamente
con ideas renovadas, u otras veces,
hay que, por así decirlo,
desmantelarse completamente,
para en esa opción radical
esperar para ver qué queda en pie,
o qué surge de la decantación
una vez que el polvo de la demolición
se ha disipado.
Es un gesto interno, más que nada
que se evidenciará eventualmente
en el cambio de giro.
Claro, las cosas pueden salir mal
y es posible que nuestra estabilidad
emocional, o nuestra fragilidad mental,
carencias afectivas, inseguridades personales,
conciencia de nuestra condición precaria,
falta del oficios necesario para realizar la tarea,
o poca claridad acerca de cuál es el rumbo.
Es natural sentirse inseguro
cuando se navega en aguas desconocidas,
pero hay que confiar en la intuición
& a little help from our friends,
mucha fe, algo de lucidez,
otro tanto de perseverancia,
entusiasmo, estado de alerta
y confianza en que existe una salida;
habrá luz al final del túnel…
Tal vez la salida se encuentre
si no abandonamos la búsqueda
del bien y de la belleza.
La belleza como criterio de búsqueda.
Aunque Buckminster Fuller
decía que no buscaba la belleza.
Que lo que trataba de hacer
es que la cosa funcionara,
pero si al final, lo encontrado
no era bello, sabía que estaba mal.
Y una historia que también contaba Fuller,
la metáfora del huevo*
Un polluelo comienza a crecer primero
como embrión y al principio todo va bien,
amplios recursos, suficiente espacio.
Pero a medida que crece,
el espacio se hace más estrecho
y comienzan a agotarse los recursos.
La situación empeora, día tras día.
El fin es inminente.
En su desesperación, el pollo
comienza a picotear
las paredes de lo que ve
como una cárcel, el fin del mundo.
Hasta que se produce una fractura
en la delgada pared, continúa picoteando
hasta que comienza a entrar luz.
No es el fin, es un comienzo
bajo la luz y la libertad
el nacimiento, el esplendor
y la aventura de la vida.
*: Claro que esta historia del huevo
se comprende mejor si uno visualiza
los antiguos huevos de campo,
de esos pollos de otrora que crecían libremente
picoteando granos aquí y allá, al borde del camino
y no de los pollos que abundan hoy en día
que crecen encerrados en las granjas avícolas.
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