Los miles de zapatos
que el poeta Claudio Bertoni,
recogió por años
en las cercanías de Concón,
recorriendo la extensa
playa de Ritoque
-más por razones estéticas
que por otra cosa,
aunque con gran esfuerzo-,
se convirtió al momento
de la instalación
en la Bienal de Valparaíso
durante el régimen militar
en un manifiesto político:
«1.344 Miembros de
Nuestra Comunidad Nacional
Marchan sobre Nuestras Conciencias».
Esas historias de náufragos zapatos
que caminan sobre las aguas
y que van a dar a las costas
en busca de su par desaparecido,
testimonian el abandono
tanto del objeto como del sujeto
que fue en un momento su dueño.
¿En qué pasos andarán?
Misterio de este y del otro mundo.
¿Dónde estarán
esos calcetines huachos
que calzan cual Cenicienta
con cada zapatito recogido por Bertoni?
¿Donde estará la sonrisa
de esos gatos cheshiarianos
cuyas botas de siete leguas
se convirtieron en más de
veinte mil de viaje submarino?
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