He ahí la página replegada sobre su blancura impoluta.
He ahí la realidad de la página como ficción de sí misma.
He ahí la identidad de su reverso, un universo en ausencia
que da nombre a la albura y al designio.
He ahí la compaginación de su blancura troquelada
que se transforma en los números que nadie asigna.
He ahí el último canto del cisne,
en el lago en el que se ahogan todas las preguntas.
Claro como el alba, allí está la respuesta
en el signo de interrogación del cuello del cisne
el que dejará de interpelarnos cuando ese signo
se transforme en la exhalación del último poema.
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(*: Torciéndole el cuello a la madre de todas las preguntas,
o desplumando en calidad de plagio el cisne troquelado
de Juan Luis Martínez - La Nueva Novela)
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