WELCOME TO YOUR BLOG...!!!.YOU ARE N°

Segunda casa

Existen incluso tomas de segundas viviendas, como es el caso de Puerto Viejo, en la Región de Atacama, que contienen tipologías muchísimo más interesantes que las tomas convencionales.   

por Mathias Klotz
Diario El Mercurio, Vivienda y Decoración,
Sábado 15 de septiembre de 2012
http://diario.elmercurio.com/2012/09/15/vivienda_y_decoracion/vivienda_y_decoracion/noticias/C3E0B4E4-C29B-4128-AA0A-1F41A8FE397C.htm?id={C3E0B4E4-C29B-4128-AA0A-1F41A8FE397C}
 

Cuando comencé a trabajar como arquitecto, lo hice principalmente en segundas casas, de vacaciones, de fin de semana o como se las llame. Las primeras fueron bastante acotadas en superficie y presupuesto, lo que me obligó a ser muy sintético; gané de paso cierta fama de "arquitecto minimalista".
Pero más que minimalismo se trataba de pragmatismo puro, porque al momento de diseñar y elegir tanto los materiales como el tamaño de los espacios -y el modo de relacionarse entre éstos-, debía optar por unas cosas y sacrificar otras. La precariedad de recursos resultó ser una muy buena escuela. Tuve algunos logros, y metidas de patas infinitas veces. Por fortuna conté, y sigo contando, con la complicidad y el entusiasmo de clientes generosos a la hora de evaluar los resultados, quienes casi siempre han mirado la mitad más llena del vaso.
Aunque mi primer encargo fueron tres "primeras casas" (para una persona cada una), en realidad se trataba de la segunda vida de sus ocupantes y por lo tanto equivalentes a segundas casas. Fueron poco comunes: se encontraban en la ladera de un cerro, camino a Farellones, y eran básicamente un espacio central para estar, rodeado de un altillo perimetral con el resto del programa (cocina, baño y habitación). Gente que las visitó o que supo de ellas, comenzó a pedirme viviendas de descanso en entornos excepcionales.
Esto que me sucedió hace veinticinco años es lo que también les ocurrió a otros muchos arquitectos jóvenes que al partir sus carreras tuvieron la suerte de que algún conocido les encargara una "casa de fin de semana". El modelo a la vez alimentó el prestigio del que en estos momentos goza nuestra arquitectura.
Pero ¿qué hace que este tipo de encargo tenga mayor espacio para la experimentación? Por banal que suene, en muchos aspectos se parecen a los autos deportivos: sólo se tienen en la medida en que las necesidades básicas están cubiertas; no tienen fines prácticos; cuesta mantenerlas y no representan, necesariamente, la realidad de sus dueños, sino lo que les gustaría ser.
Como consecuencia, las segundas casas son casi siempre bastante más atractivas y radicales que las primeras; se ubican de preferencia en entornos naturales privilegiados e independiente del costo o la complejidad programática que presenten, su interés arquitectónico es evidente y mayor al de sus primogénitas citadinas.
Esto que partió desarrollándose en un nicho elitista de la sociedad, se ha ido transformando en un fenómeno transversal. Existen incluso tomas de segundas viviendas, como es el caso de Puerto Viejo, en la Región de Atacama, que contienen tipologías muchísimo más interesantes que las tomas convencionales.
Las "casas de fin de semana" han sido uno de los motores para el desarrollo de nuestra profesión en las dos últimas décadas, y su influencia en la vida real de sociedad chilena comienza a sentirse. Cada día aparecen más clientes que para describir cómo quieren su primera vivienda, citan lo bien que viven y lo felices que son en la segunda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS