Extractos de una lectura salpicada
de las prosas del poeta Teillier,
mezclada con otras cosas,
alterando textos y desplegándolos
descontextualizados y hasta descuartizados:
de las prosas del poeta Teillier,
mezclada con otras cosas,
alterando textos y desplegándolos
descontextualizados y hasta descuartizados:
Leía de todo, como loco,
como si me hubieran dado cuerda.
La primera poesía que aprendí a ver viva
sin necesitar más que el sonido de las palabras,
fue la de Verlaine.
Ninguna poesía ha calmado el hambre
o remediado una injusticia social,
pero su belleza puede ayudar
a sobrevivir contra todas las miserias.
El poeta no está para obtener ganancias
sino para descubrir tesoros.
Los tesoros son descubiertos
en pequeños navíos de exploración.
El oro se lo llevan después
los grandes galeones.
Las personas adultas no se preguntan
quiénes son, sino cómo van a actuar.
Nuestra pasión es nuestra tarea.
La poesía es la universalidad
que fundamentalmente
se obtiene por la imagen.
Hay que superar la avería de lo cotidiano,
para luchar contra el universo que se deshace.
para luchar contra el universo que se deshace.
La muerte que está ante mí
como el chubasco que se aleja.
La brújula del alma señala el sur.
Lo que al principio no es práctico,
al final termina siendo útil.
En un mundo en que muere la imaginación,
el poeta termina siendo considerado
un 'amateur de la lepra', un diletante
convertido en una maquinaria de citas.
(análogamente el prolífico y excéntrico matemático
de origen húngaro Paul Erdös definió
a los matemáticos como máquinas
que convierten café en teoremas.
Pero el poeta tiende a reestablecer
la ancestral conexión celestial
de la maquinaria de la noche
con el dínamo estelar.
Y en relación con lo de dilettante,
ya lo dijo el poeta Lihn:
Dilettante es quien se deleita en el saber y en el arte
...el dilettantismo en general
-llámeselo como se le llame-
es sólo una enfermedad aparente,
un vicio a veces recomendable
que suele aventajar
a muchas virtudes rústicas.
Este virus ha tenido
sus celosos agentes transmisores,
que lo han naturalizado
de generación en generación:
especie de zánganos polinizadores,
que han abonado esta tierra baldía
con el polvillo de las bibliotecas
y han permitido que se perpetúe
una cierta vegetación en el llamado
-no tan impropiamente- campo cultural.
El poeta es el guardián del mito
y de la imagen hasta que lleguen tiempos mejores.
El fuego revela la tinta invisible por medio de la palabra.
Cuando el poeta quiere encontrar algo, se echa a dormir.
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