WELCOME TO YOUR BLOG...!!!.YOU ARE N°

JAZZ / John Coltrane: se cumplen 45 años de su muerte.





John Coltrane, la última obra maestra del jazz
El funeral de John Coltrane se realizó el 21 de julio de 1967 -cuatro días después de su muerte, víctima de un cáncer hepático-, en la iglesia luterana de St. Peter en Nueva York. Concurrieron unas mil personas, que escucharon la lectura del poema “A love supreme”, que Coltrane había escrito tres años antes para su célebre suite del mismo nombre.
Su amigo, el saxofonista de free jazz Ornette Coleman, tocó durante la ceremonia, luego acudió al cementerio Pinelawn Memorial Park, y se quedó un largo rato solo ante la tumba. Esa misma noche, Coleman tocó la balada de Coltrane “Naima” en el Village Vanguard.
Si a 45 años de ese episodio aún existen sentimientos de pérdida en el jazz mundial, los meses que sucedieron a la muerte de John Coltrane fueron caóticos, como lo advierte el crítico Ben Ratliff en la biografía coltraniana “Historia de un sonido”.
“Ahí comenzaron días sombríos para el jazz estadounidense, que se descarriló en las postrimerías de esa década. Todo podría reducirse a una cuestión de escala: cantidad de público, tamaño de los locales, tamaño del ego, cantidad de ambición”, escribe Ratliff, quien de paso señala que ni siquiera Miles Davis fue capaz de salir al rescate.
Los músicos estaban desorientados. “John había embarcado a algunos jóvenes saxofonistas como Pharoah Sanders y Archie Shepp en su aventura, y al desaparecer en forma tan repentina, a los 40 años, los dejó confundidos, sin una hoja de ruta clara”, recordaba el saxofonista Gene Ammons, en 1970.
Luego de la muerte de Coltrane comenzaron a aparecer todo tipo de composiciones que lo recordaban: “Mode to John”, de su pianista McCoy Tyner; “John’s children”, del guitarrista Sonny Sharrock; “A tribute to John Coltrane”, del saxofonista Rahsaan Roland Kirk, y “Gospel Coltrane”, la más íntima de todas, de la pianista Alice Coltrane.
Alice, su esposa, lo acompañó en su última etapa, la menos valorada por los críticos, pero al mismo tiempo ampliamente estudiada por los melómanos. Se le suele llamar “Coltrane tardío”, y muestra el extremo sónico y narrativo al que llegó en sus odiseas, ya lejos de los trabajos junto a su cuarteto clásico de los 60, con el pianista McCoy Tyner, el contrabajista Jimmy Garrison y el baterista Elvin Jones.
El baterista chileno Orlando Avendaño vio tocar a Coltrane ocho veces entre 1963 y 1965, en el famoso Shelly’s Manne Hole de Hollywood. “Entre la primera vez que lo vi y la última, cambió mucho. Se había convertido en un ‘marciano’, haciendo solos que duraban 40 minutos. Pero su música siempre me llevaba a lugares donde yo nunca había estado. La sensación física era sencillamente demoledora”

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS