El padre de Linux

Linus Torvalds creó hace 20 años algo que se transformaría en un emblema de la democracia digital: Linux, el sistema operativo gratuito que revolucionó el acceso de millones de personas a las posibilidades de la computación. De regreso a su natal Helsinki para recibir el ?Nobel? de la tecnología, reflexiona sobre el destino de su creación y las cosas en las que no ha querido transar.

Por Adrián Soto, desde HelsinkiRevista Qué Pasa 12/07/2012

El padre del sistema operativo Linux, Linus Torvalds (Helsinki, Finlandia, 1969) y el padre de la terapia regenerativa Shin’ya Yamanaka  (Osaka, Japón, 1962) han sido recientemente los galardonados en la quinta edición del Premio Millennium de Tecnología, conocido también como el “Nobel” de tecnología. La Academia Tecnológica de Finlandia otorga el premio cada dos años. En esta edición el premio fue dotado de un millón 200 mil euros.

“La Academia valora las innovaciones que tengan un impacto directo en la vida real y que mejoren la calidad de vida de la gente”, dice la presidenta de la Academia, Ainomaija Haarla, en una sobria ceremonia de premiación que tuvo lugar en la Opera de Helsinki, el 13 de junio pasado.

En 1991, cuando cursaba estudios de ciencias informáticas en la Universidad de Helsinki Linus Torvalds compró a plazo, un computador IBM con microprocesador  80386 de Intel. Con su ayuda el joven estudiante creó el núcleo (kernel) de un sistema libre y abierto, que tiempo después pasaría a llamarse Linux. Un año más tarde, en 1992, Torvalds patentó el nombre de Linux y añadió algo fundamental: su libertad de uso, de copia, de modificación y de libre distribución a nivel universal. Algo totalmente contrario a las prácticas comerciales.

Fue entonces cuando el ping?ino Tux comenzó a ser conocido en la naciente industria. La World Wide Web o internet había sido patentada por Tim Berners-Lee sólo tres años antes, en 1989.

Corría la década de los 90 cuando Steve Jobs, ya como director general de Apple, propuso a Torvalds unirse a su proyecto. “Tuve que declinar la oferta. Para mí era muy importante mantenerme neutral para poder desarrollar mi trabajo. Eso sucedió en 1998, cuando entonces, yo trabajaba para la empresa de microprocesadores Transmeta, en California, y Jobs estaba intentado reflotar Apple”, dice Torvalds.

De ese modo, el creador de Linux mantuvo su independencia y a partir de 2003 se trasladó a trabajar a tiempo completo a Beaverton, Oregon, EE.UU., en el Laboratorio de Desarrollo de Fuentes Abiertas (OSDL por sus siglas en inglés). Desde 2007 Linus Torvalds pasó a dirigir la Fundación Linux, cuyo principal objetivo es promover, proteger y regular el sistema operativo Linux. La fundación no oculta que unas de sus prioridades es la competencia a Microsoft Windows por la supremacía del sistema operativo. Entre sus fundadores figuran empresas de primer orden a nivel mundial como IBM, Hewlett-Packard, Fujitsu e Hitachi Limitada.

 Así desde su cuartel general de Oregon, Torvalds coordina y contribuye al desarrollo de Linux.

Para asegurar el buen desarrollo del software, su fuerza dinámica debe estar, necesariamente, basada en fuentes abiertas. Las grandes empresas no tienen más que una veintena de programadores y si ellos se dedicaran a comenzar todo desde el inicio sería demasiado caro y poco eficiente. Las fuentes abiertas facilitan tanto los negocios como la educación”, explica Torvalds.

En el mundo actual el software es demasiado importante para dejarlo en manos de unos pocos. Además un sistema operativo cerrado y vigilado no tendrá, por su naturaleza, largo recorrido”, agrega el creador de Linux, quien cuenta con miles de programadores, y por eso,  reconoce que su propia contribución disminuye a diario.

Yo me relaciono con una veintena de colaboradores. A su vez ellos se relacionan con decenas de programadores y así sucesivamente. Esto nos permite tener colaborando a un par de miles de programadores de todo el mundo. Todo se basa en la confianza mutua”, asegura Torvalds. Los seguidores de su sistema operativo se agrupan en comunidades de usuarios que se conocen por sus siglas inglesas LUG (Linux User Groups).

-Linux se actualiza constantemente, ¿esto debe significar un enorme trabajo en la fundación?La plataforma Linux alimenta el 60% de los teléfonos inteligentes o smartphones, todos aquellos equipados con Android de Google, como también al 98 % de los supercomputadores que operan enel mundo. El 80% de las transacciones bancarias se realizan gracias a Linux. Incluso el sistema operativo es utilizado por la industria espacial. Prácticamente todos los gigantes de internet, como Facebook, Twitter, Google, Amazon, YouTube y Yahoo! usan como lanzadera Linux. Millones de niños en África, Asia y América Latina inician sus conocimientos de ciencia y tecnología gracias a Linux. Sólo hay un segmento de las nuevas tecnologías en que Linux no ha desbancado a Microsoft: en los sistemas operativos de los computadores de mesa y portátiles, que usan mayoritariamente Windows.  

-Es verdad. Hemos sido capaces de publicar con bastante regularidad nuevas versiones del sistema operativo. Hoy vamos por la 3.0. La gente aporta ideas, eso hace que sea una fuente abierta, que se autorregula y en gran medida se autogestiona, además de estar en constante desarrollo. Tenemos muy buenos programadores en América Latina, sobre todo en Argentina y en Brasil.

-Hasta la fecha la red ha conocido 19 versiones de Linux, ¿qué opina sobre la nueva fiebre de las redes sociales, como Facebook y LinkedIn, por abrirse a bolsa?

-Creo que esto se debe a un mal cálculo. Las cosas no han resultado como Facebook las había pensado. Creo que otras empresas revaluaran la situación y postergarán su salida a bolsa. No me gusta nada el término que se ha puesto de moda en Estados Unidos: monetizar al usuario. Muchas personas entregan a Facebook o Google información personal como contrapartida de ciertos servicios. 

-¿Cree qué el intercambio es justo o la información personal puede ser manipulada?

-Esto depende mucho del usuario. Algunas personas entregan mucha información personal, otras menos. No estoy muy preocupado de este fenómeno. Yo creo que estas compañías están sólo interesadas en reagrupar sus usuarios como receptores de publicidad. En esto no veo nada malo. Personalmente estoy dispuesto a recibir la publicidad que esté ideada para gente como yo. 

-¿Y cómo ve el matrimonio entre Nokia y Microsoft?

-Para mí el caso de Nokia es muy triste. En su momento Nokia tuvo todas las posibilidades de unirse a Android y no lo hizo. Lo de la alianza estratégica con Microsoft creo que fue un craso error. Hoy por hoy Nokia pone los teléfonos y Microsoft el sistema operativo, algo similar podría haber hecho Android y así Nokia se habría ahorrado años cruciales y podría haber desarrollado un nuevo y eficiente sistema operativo.

-Linux nace como fuente abierta, ¿qué opina sobre la propiedad intelectual en la red, a la luz de que en Europa el Partido Pirata preconiza el tráfico libre en la red?

 -Yo apoyo en forma irrestricta la propiedad intelectual. Es un derecho básico del cual no se puede prescindir. Lo que pasa es que las industrias, tanto musical como del entretenimiento abusan. No puede ser que los derechos de un actor de Hollywood  se mantengan bajo reserva por 90 años después de su muerte. Me parece que Hollywood emplea la propiedad intelectual como la última forma de financiarse.  Tampoco es lógico que la figura del Pato Donald esté bajo derechos reservados. Esto atenta contra todo intento de  innovación.

La revista Time en su edición especial del milenio, en  2000, señala a Linus Torvalds como la persona número  17  más influyente en nuestras vidas en el siglo XX. No es de extrañar, entonces, que este ingeniero informático de 42 años, de trato humilde y algo tímido, sea objeto de culto por millones de internautas. Torvalds ha sido investido como Doctor Honoris Causa por la universidades de Estocolmo en Suecia, y por su alma máter, la universidad de su Helsinki natal.