Bellolio, Alvaro Democracia y redes sociales

En el pasado, internet era sólo una fuente de información. El usuario era pasivo, ingresaba y hacía una determinada búsqueda, enviaba un correo electrónico o chateaba con otros en cualquier lado del mundo, pero no contribuía mucho a la información existente. Desde hace algunos años, este comportamiento ha cambiado: la web 2.0 permite que los mismos usuarios sean fuente y medio de la información que se encuentra en la red.

Como hemos podido apreciar en los eventos sucedidos en Egipto y Túnez, o recientemente con las movilizaciones por HidroAysén, las redes sociales, representantes fundamentales de la web 2.0, son una de las formas de comunicación más eficientes y transversales que tiene la sociedad civil, con una capacidad de mover e influir realmente impactante.

La democracia está cambiando. Los políticos y gobiernos ahora tienen una herramienta muy poderosa para acercarse a los ciudadanos, y no sólo para ofrecer información, sino también para recibir de ellos preferencias, opiniones, necesidades y demandas. Durante años el Estado y la clase política sólo acogían la opinión a través del voto. Ahora las herramientas de comunicación permiten una interacción continua. Ello no sólo implica crear canales de expresión, sino tener una plataforma que logre canalizar esas demandas y le dé al ciudadano respuestas.

Medios, universidades, centros de estudios y miembros de la sociedad civil han entendido la importancia que tienen las redes sociales. Se ha generado una real revolución ciudadana, con gran influencia en temas claves en ámbitos políticos. Dignos de recordar fueron los comentarios rápidamente viralizados que llevaron a la renuncia a la ex vicepresidenta de la Junji, en lo que se describió como un “twittersuicidio”. Así, un dicho popular hoy señala que “Twitter es la nueva plaza del pueblo, pero ese lugar también era donde se hacían las ejecuciones públicas”.

En una sociedad cada vez más conectada, que exige más información y retroalimentación, en donde incluso se plantean teorías sobre democracias directas, más que nunca es importante estar presente. Sobre todo ahora, con la aprobación del voto voluntario, los políticos deberán entender que canales como éstos son importantes para generar vínculos con los votantes, especialmente los más jóvenes. Los distintos movimientos que se generen en las redes no deben quedarse sólo en internet y las calles, sino que deben ser aprovechados para votar y ser representados con más información y fiscalización, generando una democracia más madura, participativa e involucrada con la sociedad, una democracia 2.0.