Muere Carlos Fuentes, un mexicano universal
El escritor falleció sin ganar el Premio Nobel, sin escribir una serie de libros que tenía pensados, y dejando un vacío en las letras mundiales. Una de las figuras más relevantes del llamado boom de la literatura latinoamericana, tenía fuertes relaciones de amistad con Chile.
Patricio Tapia y Constanza Rojas
El escritor falleció sin ganar el Premio Nobel, sin escribir una serie de libros que tenía pensados, y dejando un vacío en las letras mundiales. Una de las figuras más relevantes del llamado boom de la literatura latinoamericana, tenía fuertes relaciones de amistad con Chile.
Patricio Tapia y Constanza Rojas
Diario El Mercurio, miércoles 16 de Mayo de 2012
Impacto mundial y nacional
ResponderEliminar(tras la partida de Carlos Fuentes)
MARIO VARGAS LLOSA
Premio Nobel 2010
"Me ha dado mucha pena enterarme de la muerte de Carlos Fuentes. Lo conocí hace cincuenta años y fuimos amigos todo este tiempo sin que nada, nunca, empobreciera esa amistad. Deja una obra enorme que es un testimonio elocuente de todos los grandes problemas políticos y realidades culturales de nuestro tiempo. No sólo sus amigos sino muchísimos lectores lo vamos a extrañar".
CONSUELO SÁIZAR
Presidenta de Conaculta
"Perder a Carlos Fuentes es perder parte de la historia de México, parte de su historia literaria, es perder a uno de los grandes hombres de la patria de la Ñ. Estoy segura de que la república de las letras está sacudida".
JUAN GOYTISOLO
Escritor español
"Carlos Fuentes ha muerto en la plenitud de sus dones. La suya ha sido una vida tan intensa y tan rica que sólo puede producir admiración. Estoy muy afectado. Me es imposible hablar en este momento y resumir lo que son 60 años de amistad. He seguido con atención toda su obra y he escrito ensayos sobre una docena de sus libros, en especial sobre 'Terra nostra', para mí, su obra maestra y una de las mejores novelas en lengua española de todos los tiempos".
JORGE VOLPI
Escritor mexicano
"Siento terriblemente la muerte de Carlos Fuentes, el mayor novelista de México, generoso amigo".
NÉLIDA PIÑÓN
Escritora brasileña
"Las Américas pierden hoy a un gran intelectual. Un creador cuya imaginación viajaba por todos los lugares, que nos desveló con sus viajes y sus pensamientos, que el mundo eligió como modelo de sus reflexiones. A través de un lenguaje soberbio, se hizo cómplice de lo humano y de nuestra historia. Su marcha me provoca tristeza y soledad. Su muerte parece irreal. ¡Qué tristeza! ¿Cómo estará el corazón de Silvia? ¿Y el nuestro?".
Dolor en las letras chilenas
ARTURO FONTAINE
"Difícil encontrar un hombre más alerta y sensible a los demás, más inteligente y creativo, más culto y más abierto de mente. Un hombre generoso como pocos. Su escritura me impresionó profundamente desde que leí 'Aura' y 'La muerte de Artemio Cruz' en el colegio. Fue un tremendo escritor y, a la vez, un intelectual de fuste. Fue capaz de ser algo más difícil todavía: un hombre pleno".
ANTONIO SKÁRMETA
"Siento un dolor muy sincero, muy intenso, porque con mi esposa hemos perdido un amigo. Con su muerte se pierde una inteligencia inmensa, abarcadora, analítica y culta. Un escritor con una imaginación original, muy sensible a todos los acontecimientos de la historia mexicana y contemporánea. Un hombre con una mirada amplia, visionaria. Un lujo de intelectual".
DIAMELA ELTIT
"La muerte de Carlos Fuentes marca el ocaso de una época fundamental para la literatura mexicana y su influencia continental. Su obra, marcada por la emergencia de su novela 'La región más transparente' (1958), dio inicio a una producción cultural amplia. Sus ensayos se detuvieron en las complejas identidades latinoamericanas signadas por la violencia de la Conquista. De manera especial quiero relevar aquí su novela 'Aura' (1962), por su intensidad literaria que indaga en lo 'gótico', en aquellas zonas confusas, nocturnas, irreductibles, que sólo una estética solvente y avezada puede sostener. Y la novela se sostiene enteramente".
JORGE EDWARDS
"Conmigo las relaciones no estaban muy buenas, por la política, la visión de Cuba y cosas así, y hace poco nos reconciliamos. Me asombraba lo bien que estaba, tenía muchos proyectos, y a propósito del primer tomo de memorias que estoy terminando, me dijo: 'No vas a hacer el segundo, porque te vas a encontrar con gente que está viva, y no lo vas a escribir'. La relación era divertida. Era un gran escritor. A mí me gustaban las cosas de su juventud, las últimas ya no las seguí tanto. Pero un ensayo de él siempre interesaba. Era un hombre muy al día. Un latinoamericano del siglo XX, y un gran mexicano".
JORGE EDWARDS
ResponderEliminar"Conmigo las relaciones no estaban muy buenas, por la política, la visión de Cuba y cosas así, y hace poco nos reconciliamos. Me asombraba lo bien que estaba, tenía muchos proyectos, y a propósito del primer tomo de memorias que estoy terminando, me dijo: 'No vas a hacer el segundo, porque te vas a encontrar con gente que está viva, y no lo vas a escribir'. La relación era divertida. Era un gran escritor. A mí me gustaban las cosas de su juventud, las últimas ya no las seguí tanto. Pero un ensayo de él siempre interesaba. Era un hombre muy al día. Un latinoamericano del siglo XX, y un gran mexicano".
SERGIO MISSANA
"Fuentes fue un ejemplo del intelectual público de su época. No sólo fue figura fundamental del boom latinoamericano, sino también un impulsor de ese boom. Su novela 'Aura' (1962) es mi favorita. Pero más allá de su obra, yo destaco su generosidad con los escritores jóvenes. Tenía un interés real en leer y promover a generaciones más nuevas. En lo personal, fue un honor que él presentara mi novela 'El día de los muertos' en la Feria de Guadalajara en 2007".
CARLOS OSSA
"Una pérdida lamentable para la literatura latinoamericana. Habiendo ganado el Príncipe de Asturias y el Cervantes, siempre se dijo que sólo le faltó el Premio Nobel. Recuerdo que cuando vino en 1996 a presentar su libro 'El naranjo', visitó a su ex compañero del colegio Grange, José Donoso, y además me pidió que lo acompañara a ver la casa donde vivió en Santiago (el Palacio Falabella), que era la embajada de México y hoy es la Municipalidad de Providencia. La recorrió completa con una memoria impresionante, y fue describiendo cada uno de los espacios. Era un hombre de una cultura extraordinaria. Pocas veces he conocido personas tan cultas como Carlos Fuentes".
CARLOS FRANZ
"Si el boom pretendió internacionalizar la literatura latinoamericana, Fuentes fue el más internacional de todos esos escritores. Más que ningún otro, representó ese ideal de una literatura universal en la que creía Goethe. Y llevó a la práctica esa extraterritorialidad de la que habla Steiner, antes de que la globalización se convirtiera en una moda. Igual de fluido en español, inglés o francés, Fuentes era un puente entre nuestra cultura y el resto del mundo. Un puente generoso. Mantuvo la curiosidad intelectual, siguió leyendo a las nuevas generaciones, mucho después que otros. Sus obras mayores ('La muerte de Artemio Cruz' o 'Aura') perdurarán. Ahora él está en una 'región más transparente'. Buen viaje".
LUCIANO CRUZ-COKE
Ministro de Cultura
"Carlos Fuentes fue uno de los principales responsables del boom latinoamericano, corriente literaria que engrandeció a nuestro continente en el mapa de las letras internacionales. Acompañamos en su pesar al pueblo mexicano y a todos sus seguidores, precisamente en este año cuando nuestro país es el invitado de honor en el Feria del Libro de Guadalajara".
SERGIO MISSANA
ResponderEliminar"Fuentes fue un ejemplo del intelectual público de su época. No sólo fue figura fundamental del boom latinoamericano, sino también un impulsor de ese boom. Su novela 'Aura' (1962) es mi favorita. Pero más allá de su obra, yo destaco su generosidad con los escritores jóvenes. Tenía un interés real en leer y promover a generaciones más nuevas. En lo personal, fue un honor que él presentara mi novela 'El día de los muertos' en la Feria de Guadalajara en 2007".
CARLOS OSSA
"Una pérdida lamentable para la literatura latinoamericana. Habiendo ganado el Príncipe de Asturias y el Cervantes, siempre se dijo que sólo le faltó el Premio Nobel. Recuerdo que cuando vino en 1996 a presentar su libro 'El naranjo', visitó a su ex compañero del colegio Grange, José Donoso, y además me pidió que lo acompañara a ver la casa donde vivió en Santiago (el Palacio Falabella), que era la embajada de México y hoy es la Municipalidad de Providencia. La recorrió completa con una memoria impresionante, y fue describiendo cada uno de los espacios. Era un hombre de una cultura extraordinaria. Pocas veces he conocido personas tan cultas como Carlos Fuentes".
CARLOS FRANZ
"Si el boom pretendió internacionalizar la literatura latinoamericana, Fuentes fue el más internacional de todos esos escritores. Más que ningún otro, representó ese ideal de una literatura universal en la que creía Goethe. Y llevó a la práctica esa extraterritorialidad de la que habla Steiner, antes de que la globalización se convirtiera en una moda. Igual de fluido en español, inglés o francés, Fuentes era un puente entre nuestra cultura y el resto del mundo. Un puente generoso. Mantuvo la curiosidad intelectual, siguió leyendo a las nuevas generaciones, mucho después que otros. Sus obras mayores ('La muerte de Artemio Cruz' o 'Aura') perdurarán. Ahora él está en una 'región más transparente'. Buen viaje".
LUCIANO CRUZ-COKE
Ministro de Cultura
"Carlos Fuentes fue uno de los principales responsables del boom latinoamericano, corriente literaria que engrandeció a nuestro continente en el mapa de las letras internacionales. Acompañamos en su pesar al pueblo mexicano y a todos sus seguidores, precisamente en este año cuando nuestro país es el invitado de honor en el Feria del Libro de Guadalajara".
Apasionado y divertido cronista de nuestro tiempo
ResponderEliminarpor Pedro Gandolfo
Diario El Mercurio, miércoles 16 de Mayo de 2012
http://diario.elmercurio.com/2012/05/16/actividad_cultural/mas/noticias/0F024719-0D51-483A-8910-EA556FB9674C.htm?id={0F024719-0D51-483A-8910-EA556FB9674C}
La literatura mexicana era mansa y más bien sosegada cuando apareció Carlos Fuentes, ese prolífico, deslumbrante y alborotador narrador.
Todo un Balzac moderno, Fuentes dio a la imprenta hasta dos novelas por año en casi todos los que siguieron a 1958: a partir de "La región más transparente" hemos ido descubriendo las claves que invitan a sumergirnos en su personal Comedia Humana, que él denominó "La edad del tiempo". Desde el pasado reformado de la monumental "Terra nostra" al futuro hipotético de "La silla del águila"; desde la historia de un día que es "Cambio de piel" a la historia de un siglo que es "Los años con Laura Díaz", Fuentes se convirtió en el mayor investigador de la experiencia hispanoamericana, echando luz sobre sus misterios y pecados.
Los grandes novelistas a veces reflejan mejor el espíritu de la época que los especialistas en la historia, la sociología o la antropología. Fuentes, a la manera de Dickens, Grossman o Pérez Galdós, se convirtió en un apasionado y divertido cronista de nuestro tiempo.
A juicio de Fuentes, la novela crea un nuevo tiempo para los lectores que vendría a seguir la figura de una espiral: pone al día el pasado y manifiesta el porvenir. Por ello, esta Edad del tiempo comienza con "Aura" (con el joven historiador que reescribe las memorias de un viejo militar) y llega a "El naranjo" (con Cristóbal Colón, que reescribe la fábula del descubrimiento). Su grandeza narrativa radica en que las varias etapas del pasado acontecen como distintas formas del presente.
Carlos Fuentes -quien fuera, además, intelectual, agudo y polémico ensayista- exploró con coraje las posibilidades de la expresión y estructura de la novela y debe ser considerado entre los máximos cultores de "la Gran novela latinoamericana"
Carlos Fuentes conoció
ResponderEliminara Gabriel García Márquez en 1962,
en Ciudad de México.
Viajaba junto al colombiano a Acapulco,
en 1965, cuando éste de pronto "se transformó",
como sujeto de una revelación divina.
"Sin saberlo, yo había asistido al nacimiento
de "Cien años de soledad", ese instante
de gracia e iluminación, de acceso espiritual,
en que todas las cosas del mundo se ordenan
espiritual e intelectualmente, y nos ordenan:
'Aquí estoy, así soy. Ahora escríbeme',
recordó en 2007.
Entonces declaró: "He leído el Quijote americano,
un Quijote capturado entre las montañas y la selva,
privado de llanuras, un Quijote enclaustrado
que por eso debe inventar al mundo
a partir de cuatro paredes derrumbadas".
La amistad entre ambos fue de por vida.
Y, curiosamente, el lunes fue falsamente
anunciada la muerte de García Márquez.
¿Realismo mágico? ¿Crónica de otra muerte anunciada?
Los "años chilenos" de Carlos Fuentes
EliminarEntre 1940 y 1944, el fallecido narrador mexicano vivió en nuestro país, un período clave en su formación como escritor.
por J. L. F. - Diario La Tercera, 15/05/2012 - 16:40
http://www.latercera.com/noticia/cultura/2012/05/1453-461040-9-los-anos-chilenos-de-carlos-fuentes.shtml
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Entre los 10 y los 15 años, el escritor mexicano Carlos Fuentes vivió en Chile. Se sabe que esos años son cruciales en la vida de cualquier persona, y el narrador mexicano siempre lo tuvo claro. En el país, comenzó sus estudios de humanidades y forjó una larga amistad con José Donoso, con quien compartiría honores dentro del llamado Boom con que la literatura latinoamericana se pondría pantalones largos.
Como recordó Fuentes en el diario español El País, fue en Chile ("esa segunda patria mía", como decía) donde publicó sus primeros escritos, en el Boletín del Instituto Nacional (Estampas mexicanas, se llamó su primer texto). También comenzó la escritura de su primera novela, junto al futuro filósofo Roberto Torreti, una historia de aventuras inspirada en Alejandro Dumas. Conoció la obra de Vicente Huidobro, de Gabriela Mistral y de Pablo Neruda, con quien forjaría una importante amistad. Pero por sobre todo, según él mismo dijo, en el país alimentó su sensibilidad política al servicio del arte.
"Aprendí que poesía y política, palabra y ciudadanía, eran términos hermanos. La lengua española no sólo era portadora de imaginación y belleza, sino, también, de libertad", dijo en la citada columna del diario español, escrita con motivo de la elección de Ricardo Lagos como presidente de Chile.
El escritor estudió esos años en el colegio, donde conoció a los mayores pensadores locales: Francisco Bilbao, Benjamín Vicuña Mackenna, José Victorino Lastarria, Andrés Bello. Fuentes recordó una vez que fue su profesor de literatura en aquel colegio, Julio Durán, quien lo inició en libros capitales para su formación:Subterra, de Baldomero Lillo, Chile o una loca geografía, de Benjamín Subercaseaux, o Bajo el viejo almendral, de Joaquín Edwards Bello.
Pero aparte de la literatura, Fuentes fue testigo privilegiado de los cambios profundos que experimentaba el país en vías de la tan ansiada modernidad: estuvo durante los gobiernos del Frente Popular, e internalizó las demandas sociales contra la desigualdad, la pobreza y la herencia colonial, para luego traducirlo a la realidad de México.
En su texto Cómo empecé a escribir, el escritor recordó que su primer lector fue el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros, quien en esos años pintaba en Chile un mural en una escuela en Chillán que había sido devastada por el terremoto de 1939.
"Mientras se adormecía en la sombra, gané y perdí mi primer lector. La novela también se perdió; Torretti, quien ahora enseña filosofía de la ciencia en la Universidad de Puerto Rico, no tiene copia. Siqueiros está muerto y además, se durmió durante toda mi lectura", rememoró con humor, el fallecido escritor.
Carlos Fuentes
EliminarCarlos Fuentes, man of letters, died on May 15th, aged 83
The Economist, May 19th 2012 |http://www.economist.com/node/21555537
EVERY summer holiday when he was at school, Carlos Fuentes would stay with his grandmothers, one in Veracruz, on the steamy Gulf coast, the other from Mazatlán, near the badlands of Sinaloa on the Pacific. The women told the young boy stories, tales of Mexico, of revolution, of peasants who were leaving the land to make great cities, of bandits, of love and lust, of feud and food, of Indians, of Spaniards and baroque Spanish towns in America. He took these stories back with him to Washington, to Santiago, to Buenos Aires, to wherever his father, a Mexican diplomat, was posted (Carlos himself was born in Panama). The solitude of this peripatetic childhood turned the boy into a writer: he began to publish his stories when he was 11, and never stopped until the day he died.
The routine was always the same. He rose early and wrote, in longhand on the right-hand page of large blocks, later correcting on the left-hand page. E-mail he did not use, not even a computer. He was, in the old-fashioned sense, a man of letters. There were some 60 books, novels mainly but plays and essays too, as well as much political commentary and journalism. Afternoons and evenings, whether in Mexico City or London, where in recent decades he lived for part of each year to escape celebrity, were for reading (his tastes were wide, including Wordsworth), the cinema (a lifelong passion), for seeing friends and for seduction, at which he was a master. He was always elegantly dressed, his suits as sharp as his conversation; his verbal thrusts were often delivered with a wicked twinkle in his eye. A dandy, his detractors said, but women loved that in him. He claimed that his conquests included Jean Seberg and Jeanne Moreau, and perhaps they did.
His later years were marked by personal tragedy. Both his children with Silvia Lemus, his second wife who was a television presenter, died before him, one of complications from haemophilia and the other from drug addiction. As Mexico descended into drug-related violence, his later novels became darker. “La Voluntad y La Fortuna” (“Destiny and Desire”) begins with the musings of a severed head, floating in the Pacific. He dismissed Enrique Peña Nieto, the PRI candidate and front-runner in Mexico’s presidential election, due on July 1st, as a lightweight, unequal to the country’s problems.
ResponderEliminarMr Fuentes was at home in Europe, New York and Mexico. But he still felt the pull of Veracruz, where Cortes and the Spaniards first landed. When asked in 2009 to write an article about his favourite museum for Intelligent Life, our sister magazine, he instantly offered to return to the Museum of Anthropology in Xalapa, the state capital, with its colossal Olmec stone heads and laughing figurines, the union of the sacred and the human. Veracruz, he declared, was “where I belong”.